Demasiado tarde he visto esta espléndida película de cuando en los Estados Unidos no sólo la censura gubernamental judeizante incluso el Mercado permitía crítica social. El neorrealismo italiano bebió de esta fuente de Wyler. Buen guión, buenos cambios de escena. Pocos recursos, todo el escenario de cartón piedra. Se podía hacer buen cine con pocos medios,sólo era necesaria la inteligencia y la audacia.

Germano-rusa.Nos presenta un Hitler estereotipado, ridículo, cambiante, débil, autoritario, hipocondríaco y una Eva plena de vida, una madre para un niño que se cree un dios porque está bañado de sangre inocente pero que es en realidad un ser débil, un niño. Será entregado a Moloch que lo consumirá.
El escenario es gótico, acompaña la música, las tormentas permanentes. Me parece una obra de arte. Se mueven los actores lentamente, como en una representación de teatro, creo que el director lo pretende. Caricatura, símbolo, recreación de un mito con pies de barro.

Está basada en una novela de un escritor americano. La película abre muchos frentes que va cerrando bien pero son demasiados. Se me antoja que dos enamoramientos repetinos podían sobrar. Dino, el marido de Carla, estereotipo. La mejor trabajada, como personaje literario y cinematográfico, Carla. "Dilettante, tu sei una dilettante" Por favor, modérese, que estamos con gente educada. Bien, peli para pasar bien el rato. El papel de Valeria Bruni Tedeschi es fenomenal

La he visto en la tele, a pesar de ello no me levanté del sillón en toda la película

Me enganchó la espontaneidad de los personajes, la oportuna concatenación de las escenas, fundidos y vuelta a aparecer. Lenguaje vivo auténtico con el que se identificaba cada personaje. Sórdida vida de Jorge dividido entre el traje del escaparate y la inaguantable, sórdida obligación de cuidar a su padre. Creo que abusa de temas y escenas de sexo. El personaje de la presidiaria y el del chaval de los peces, ambos algo forzados. Se ve muy bien la película porque se disfruta de una interpretación espontánea y auténticos diálogos. Muy bien el guionista. Y la fotografía.

Muy bien llevada toda la película, se mete en el bolsillo al espectador al cuarto de hora. Mención especial a la situación creada a partir de la intervención de la directora de la guardería. Es donde queda clara la tesis de Vinterberg: Los prejuicios están a flor de piel y basta una sospecha, la palabra de una niña contra la de un adulto para que prenda la mecha en la sociedad y el individuo quede aplastado por la sospecha. Nos parece poco probable que en Dinamarca se den escenas tan brutales como las del supermercado. ¿Qué Dinamarca conocemos?