Nada nuevo bajo las estrellas. Una película bélica en capítulos, de americanos en el campo de batalla europeo de la Segunda Guerra Mundial. Una más, con la espectacularidad de los efectos y los modernos medios (por momentos algo risibles por lo irreal y exagerado de algunas escenas "sintéticas" de aviones, paracaídas y bombas en el aire) y el buen hacer de los técnicos de todo tipo que habrán intervenido.

Pero ya está. Nada significativamente original ni especialmente bueno en la trama, o en lo emocional, o en lo poético o en lo fotográfico. Tiros, bombas, algunas bombas más, un campo de concentración, misiones, juegos de cartas, borracheras, oficiales abusones, inocentes novatos... Todo está visto ya, es Spielberg en un spin-off de otros soldados Ryan con una pizca de la esquinita fea de la lista de Schlinder.

Sin sesudos análisis ni referencias interminables, que ni sé hacer ni me interesan, me parece que esta serie puede ser el pase de página de la ciencia-ficción en cine y TV, a nivel muy comercial, desde "Star Wars", "Star Trek" y similares hacia algo menos infantiloide, más actualizado e interesante.

No digo que no estuviera todo lo que nos ofrece ya inventado de alguna manera, y con calidades aún mayores, digo que seguramente esta serie ayudará a estandarizar entre el gran público un tipo de ciencia-ficción más interesante que la dominante de aquí para atrás.

Y si te da miedo el pequeño salto que este producto puede suponerte caso de que estés instalado en la antigua y exitosa escuela de las sagas de naves por el espacio, quizá te tranquilice que te diga que sí, que también hay rayos láser, misiles, batallitas y campos de asteroides.

Una obra para subrayar, para agradecer y reconocer.

En el Beirut de las tensiones, de las culturas y de las religiones, el pequeño espacio de un centro de estética sirve de línea de salida para un suave paseo por el mundo sencillo y sensible de un grupo de mujeres.

Las mujeres, su pequeño o su gran mundo, toma las riendas de la historia y los potentes chirridos de la conflictiva sociedad libanesa apenas asoman en la cinta. La amistosa y cálida convivencia que se profesan las protagonistas dulcifica una secuencia de situaciones que también ofrece su cara amarga, la que cualquier vida sencilla guiada por la los problemas cotidianos y los reveses del amor podría revelar. Dulzor y dolor. El tradicional caramelo usado en la depilación en esta parte del mundo aparece como símbolo de las dos caras de la moneda.

Distintas edades, situaciones, familias, culturas y religiones... pero lo que se impone en este pequeño universo, dejando de lado cualquier otro conflicto 'artificial', es la generosidad, la amistad, la risa, también las lágrimas, y la comprensión que solamente las mujeres podrían construir.

No hay ni grandes inicios ni grandes finales, ni efectos, ni política (o sí, la convivencia sin fisuras de lo occidental y lo oriental, de lo cristiano y lo musulmán personificada en un 'microrégimen' de mujeres abiertas y optimistas), nada realmente grande ni espectacular aunque sí una fotografía cuidada y efectista. La película es barata y se debió hacer seguramente sin grandes expectativas, la historia lo señala así, pero hay que reconocerle el maravilloso logro de sentarnos, durante este rato de cine, frente al necesario y relegado mundo interior, el nuestro y el de los demás.

La directora, además de confeccionar este trabajo de enorme calidad, es la actriz digamos 'central' y ofrece una muy buena interpretación además de una belleza realmente impactante.

Bien de actores, bien de ambientación y medios. Pero le falta el alma a esta película y varios momentos de los buenos, de esos que te precipitan vívidamente a la historia que se está proyectando.

El acontecimiento histórico de la operación Valkiria hubiera dado para unas magníficas escenas, profundas y tensas, donde los personajes hubiesen tenido oportunidad de expresar su filosofía, su miedo, su esperanza, sus sentimientos anti Hitler o anti nazi o anti lo que fuese, o pro ejército, o pro Alemania o pro lo que sea. Esto no llega a suceder y nos perdemos que se hayan hecho sólidas, cuajadas como de cristal frío, la tensión y la intriga que las situaciones de esta trama tendrían que haber hecho brotar.

Otra vez será.

No soy creyente pero viendo este penoso PowerPoint y las buenas notas que le pone una ingente masa de personas podría empezar a creer en milagros y mesías.

Los errores, por no decir mentiras, que a lo mejor no han sido malintencionadas, los he identificado en buen número mientras visionaba este "artefacto" y eso que aún no he hecho ningún intento de comprobar algunas cosas, que dicen que en la misma Wikipedia se derrumban, con el rigor que debe exigirse siempre, la casi totalidad de las tesis "reveladoras" que se expresan, eso dicen. Ni lo he hecho ni lo haré, hay cosas que no merecen la pena en esta vida, la de gastar más tiempo en esta ensalada es una de ellas.


Mi humilde consejo es que no lo veas, la calidad no pasa de la del trabajo de unos alumnos de secundaria bien motivados pero muy desinformados y técnicamente incapaces. Dos horas de tu existencia mejor las dedicas a algo constructivo.

Le pongo tres estrellas porque hay que reconocer que con esa conocida y antigua técnica de decir muchas cosas juntas, muy rápido, con medias verdades, liando unas con otras, ocultando mucha información relevante y colando finalmente tesis carentes en realidad de sustento, ha calado en mucha gente, y de alguna manera, como un "evangelio" más, entra en la "biblia" de un nutrido grupo de personas, que sin formación suficiente y sin verdadera capacidad crítica desarrollada, se han instalado en un autocomplaciente territorio al que muchos gustan llamar de nueva conciencia social o de moderna revolución, y que en muchos casos, no todos afortunadamente, no es más que el solar de la atea religión que solo ve la fantasmal conspiración como motor del mundo.