Esta peli contiene dos cosas que me exasperan: cine literario y cadencia cansina. Lo primero está muy en la tradición del cine francés: se trata de filmes donde los protagonistas hablan como si escribieran un ensayo, absolutamente anti-naturales, como si fueran pedantes redomados, pero considero que es una forma de hacer cine que a veces funciona, aunque yo ya casi no lo soporto, ya tiene que ser un tema que me interese mucho y bien llevado. Y este film tampoco me parece bien llevado, planos fijos demasiado largos, no hay acción, no pasa casi nada, el director se dedica todo el tiempo a fotografiar a la Binoche y su desesperación, o a mostrarnos a los locos de atar del manicomio (al principio es curioso pero luego ya cansa lo mismo, las mismas caras desencajadas, la mismas muecas). Solo al final parece que pasa algo, aparece el hermano iluminado: un personaje realmente repulsivo (no sé si buscado o simplemente el actor se pasó de la raya), aparte de lo que diga o piense: este si que tenía que estar en el manicomio y bien atado. Fue el colofón. Menos mal que hacía calorcito y puede echarme una cabezadita, que para algo sirvan estas pelis tan cansinas.

Si esto es lo que no espera del cine en el futuro, vamos apañados. No voy a entrar en la trama o el tema si es que lo hay, para entrar en ello la película tiene que ser dirigible formalmente y aquí es por donde no paso. Esta rodada como si fuera un programa de adolescentes de la MTV, es decir, como si les diesen a un adolescente una cámara y le dijeran que si tirase dos horas rodando de aquí para allá, sin planificación, sin reposo, pero es más, con todo el narcisismo de esta edad, rodándose ellos mismos haciendo paridas, payasadas. Es posible que buscaran decir algo inteligible por debajo de tanta estulticia pero supongo que eso solo lo podrán entender la gente de su edad, aquellos que han crecido pegados a esa basura en la que se convirtió la MTV desde que dejo de ser una cadena puramente musical para pasar a ser un permanente "reality show" de teenagers. Esta película es una buena muestra de ello. Me tuve que salir a la media hora pero debo confesar que desde el primer minuto ya me quería ir.