El siempre interesante pero irregular realizador francés François Ozon logra un excelente trabajo sobre la muerte y su aceptación, un tema que ya había tratado, con un personaje femenino como protagonista, en "Bajo la arena". Romain(un magnífico Melville Poupad) es un fotógrafo gay, atormentado y algo egolatra pero que se acaba haciendo conmovedor al espectador en su personal evolución . De nuevo su fotografía a la vez cálida y sombría, contrastando los exteriores de la playa y el bosque con los interiores de casas, bares, cuartos oscuros...logra un pequeño poema visual de color, iluminación y música. Este joven y reivindicativo realizador, a pesar de su tendencia a mezclar situaciones trágicas y cómicas con no siempre buenos resultados, demuestra que su cine (que ha sido tachado machistamente de cine "de niño bonito" o "enfant terrible") es uno de los más personales de la actual cinematografía Europea. Triste pero recomendable.

"Crazy"(Loca) es una agradable sorpresa de un cine que no suele frecuentar demasiado nuestras carteleras, el cine canadiense. Con ecos de otros dos filmes de la misma nacionalidad "Leolo" y "El jardín colgante" "Crazy" es otra historia, plena de detalles surrealistas-aquí algunos algo retóricos o con estética de videoclip- de un niño y adolescente atormentado. Zach, el protagonista del filme crece en una familia numerosa con un ególatra y machista padre y una protectora madre. No acepta su homosexualidad y su lucha contra su verdadera naturaleza consituye el esqueleto del filme. Contiene buena música, cierta inventiva visual y está marcado por el peso del catolicismo sobre la sociedad canandiense de los setenta y ochenta, retratada con humor y cierta acidez. Las interpretaciones son buenas pero parece que el director Jean Marc-Valle, que se ha basado en la historia real del guionista del filme, quiere acabar con un tono conciliatorio que no convence del todo.

Narrada con soltura e interpretada con eficacia "EL club de la lucha", adaptación de la novela de Chuk Palaniuck, acaba siendo un largo videoclip sobre la destructiva relación entre dos personajes. El argumento (que no voy a contar) es tramposo y a pesar de la fuerza visual de algunos momentos no se explica su extraordinario éxito de público y crítica. Ideológicamente se presenta como rompedora pero es vacua cuando no conservadora, machista y acaba elogiando aquello mismo que dice criticar. Eso si, Pitt, Norton Y Borham-Carter se curran sus horribles personajes.