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Críticas de La Taverna del Mastí
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Críticas 204
Críticas ordenadas por utilidad
3
17 de agosto de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde siempre el misterio acerca de las pirámides egipcias ha dado multitud de leyendas urbanas, ya que es la única de las siete maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie, habiendo un proverbio árabe que resume a la perfección este concepto, que dice: "El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides". Misterios acerca de los extraterrestres, por el gran interés de los egipcios por Sirio y Orión, que según los ufólogos afirman que existen civilizaciones alienígenas procedentes de estas estrellas, y otras maldiciones varias sobre los faraones.

El siempre interesante director francés Alexandre Aja, responsable de filmes como "Alta tensión" (Huate tension, 2003) o el memorable remake de "Las colinas tienen ojos" (The hills have eyes, 2006), entre otros, cede el 'testigo' de la dirección a su habitual guionista, Grégory Levasseur, que debuta tras las cámaras con esta película, titulada "La pirámide", que toma como punto de partida el tema antes citado sobre los misterios y maldiciones acerca de las pirámides. Un equipo de arqueólogos estadounidenses descubre una antigua pirámide en medio del desierto egipcio. Se adentran en ella y al poco tiempo se encontrarán perdidos en un intrincado laberinto que parece no tener fin. Desesperados, tratan de encontrar una salida, pero pronto se dan cuenta de que algo les persigue.

A pesar de los esfuerzos por parte de Levasseur por otorgar a la película de una correcta y formal factura técnica, "La pirámide" naufraga irremediablemente por culpa de un insulso guión, repleto de situaciones rutinarias y unos personajes estereotipados a más no poder. A partir de los primeros veinte minutos se empieza a intuir los acontecimientos de una película trillada, mil veces vista y oída. Los actores (por nombrarlos de alguna forma) están horribles, a pesar de contar con el estupendo secundario Dennis O'Hare, visto en la genial serie de American Horror Story, y que en esta ocasión está totalmente desaprovechado, como si se hubiese contagiado de la estupidez general que rezuma el conjunto.

En definitiva, "La pirámide" es un filme más (con monstruo horrible incluido), que engrosa de mala manera el ya deslavazado y caduco cine de terror actual, centrado exclusivamente en el susto fácil y situaciones que rozan el ridículo, siendo sin lugar a dudas, una verdadera pérdida de tiempo su visionado.
La Taverna del Mastí
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10
1 de agosto de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho antes de encumbrarse como uno de los genios de la comedia en la Edad dorada de Hollywood, Billy Wilder tuvo un periodo en el que realizó maravillosas obras de cine negro, destacando “Perdición” (Double Indemnity, 1944), "Días sin huella" (The Lost Weekend, 1945), o la que nos concierne "El crepúsculo de los dioses” (Sunset Bulevard, 1950).

Ficción y realidad se entremezclan de manera realmente genial; de hecho, el narrador de la historia es un hombre muerto, que nos relata (aparte de cómo ha acabado con tal aciago destino) la vida de una antigua estrella del cine mudo, que vive recluida en su anacrónica mansión, y ha sido olvidada por aquel público fiel que tiempo atrás la idolatraba, debido a la irrupción del cine sonoro. Tal premisa sirve como pretexto para que Billy Wilder y Charles Brackett (siendo esta su última colaboración y probablemente la mejor, junto con “Ninotchka” [Ernst Lubitsch, 1939]), realicen detalladamente y sin medias tintas, una exposición de la naturaleza relativa a la industria de los sueños, y también el modo en que les afecta a las estrellas la pérdida de su estatus dentro del Star System, pasando de la fama mundial al anonimato, hecho que producía, la mayoría de las veces, que se sumergieran en el alcoholismo, o cómo en este caso, en la locura.

Se puede destacar el magnífico trabajo del reparto, con un William Holden excelente, y sobretodo una inconmensurable Gloria Swanson, que encarna a un personaje que comparte varias similitudes con su pasado real (ya que fue una gran estrella del cine mudo, y Cecil B. DeMille fue su director fetiche). Swanson dota al personaje de una gestualidad inusitada, que remarca de modo brillante la locura que gradualmente se va sumiendo el personaje, y llegando a su punto álgido en la inolvidable secuencia de las escaleras, con un primer plano de la actriz mirando a cámara de forma escalofriante; posiblemente sea la mejor interpretación en toda su larga trayectoria, aunque es necesario matizar que en la vida real la actriz no perdió la cabeza.

Es necesario mencionar también que Erich V. Stroheim (que interpreta al mayordomo y antiguo director fetiche de la estrella) dirigió a Swanson en la vida real en el filme mudo “La Reina Kelly”, al cual Wilder homenajea, mostrando un fragmento en la película.

Cabe decir que los dos actores protagonistas no fueron la primera opción del director, siendo barajados diversos nombres; para el papel que finalmente interpretó William Holden se valoraron intérpretes como Marlon Brando, Fred MacMurray (que ya trabajó a las órdenes de Wilder en "Perdición") y Montgomery Clift (que rechazó el papel por ser demasiado ambiguo); en lo que respecta al papel femenino, que fue encarnado por Gloria Swanson, fueron consideradas Mae West, Pola Negri, Greta Garbo (nombrada en el filme como único vestigio de las grandes actrices del pasado), y Mary Pickford, que rechazó el papel porque se sentía demasiado identificada con él (aunque otras versiones afirman que estaba demasiado borracha cuando se lo propusieron).

La película está repleta de diálogos sublimes, tales cómo: “Yo soy grande, es el cine el que se hizo pequeño”; “No hay nada trágico en tener 50 años, a no ser que intente tener 25”; “Sr. De Mille, cuando quiera estoy lista”; además, cuenta con una fotografía sublime, y unos acertados cameos de grandes estrellas del cine mudo (destacando a Buster Keaton, H. B. Warner y Anna Q. Nilsson), que sirven a modo de homenaje.

"El Crepúsculo de los Dioses” es una obra maestra, posiblemente la mejor mostrándonos los entresijos del mundo de Hollywood, resultando ser amarga y cruel a partes iguales, y siendo elaborada por uno de los cineastas más extraordinarios que ha dado la historia del celuloide.
La Taverna del Mastí
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7
15 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A principios de la década de los noventa, "Jurassic Park" de Steven Spielberg marcó un antes y un después en el cine de evasión y espectáculo debido principalmente al impresionante uso de los efectos digitales, que aparte de convertir el filme en uno de los más exitosos de todos los tiempos, influenció a cineastas como Peter Jackson para que llevara a cabo la trilogía de "El Señor de los Anillos", y propició que el maestro Stanley Kubrick contratara a Spielberg para hacerse cargo de "Inteligencia Artificial".

"Parque Jurásico" fue la primera película dentro de la franquicia con el mismo nombre, seguida por "El mundo perdido" de 1997 y "Parque Jurásico III" de 2001. La película que nos concierne, "Jurassic World" ha sido la última en llegar, y su premisa nos sitúa veintidós años después de lo ocurrido en la primera. La isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, llamado 'Jurassic Wold', con versiones 'domesticadas' de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir a la perfección y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie todavía desconocida y que es mucho más inteligente de lo que se pensaba, comienza a causar estragos entre los visitantes del Parque.

Lo primero que salta a la vista de esta nueva entrega es su alto sentido del espectáculo, con unos efectos especiales que en líneas generales son notables, habiendo ciertos momentos que quitan el hipo; aunque hay otros tantos en el que se nota demasiado, estando un poco borrosos. Otro de los grandes aciertos es esa historia aventurera que destila nostalgia por todos sus poros, con referencias constantes a la primera entrega de la saga, en el que las influencias al cine de Spielberg son patentes, e incluso me atrevería a decir que tanto el personaje de Chris Pratt como el de Bryce Dallas Howard parecen sacados de un filme de Indiana Jones, salvando las distancias.

Los actores me han gustado, Chris Pratt está atravesando su mejor momento, con una carrera en plena efervescencia, tras protagonizar la cinta de Marvel "Guardianes de la galaxia"; asimismo, Bryce Dallas Howard ya ha demostrado en multitud de ocasiones que es una actriz excelente, como por ejemplo en "Criadas y señoras" o "El bosque", a pesar de que en esta ocasión rebaje un poco sus pretensiones, algo comprensible dada la propia naturaleza del filme.

En conclusión, "Jurassic World" es una película notable, que consigue trasladar parte de la magia de la primera entrega a las nuevas generaciones, y es posible que marque el comienzo de una segunda trilogía jurásica.
La Taverna del Mastí
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5
8 de mayo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este thriller cibernético estilizado nos trae una premisa centrada en varios agentes norteamericanos y chinos, que con la ayuda de un convicto liberado, se unen para detener a un misterioso hacker. Todo comienza cuando los gobiernos de Estados Unidos y China se ven obligados a cooperar por el bien de la seguridad nacional de ambas potencias. El motivo: una fuerte amenaza informática está poniendo en riesgo las vidas y el futuro de la población; delitos informáticos de alto nivel para los que deberán recurrir a sus mejores agentes de campo si quieren llegar a tiempo para evitar lo peor.

Se podría afirmar que "Blackhat" se sitúa al mismo nivel que las últimas producciones del director estadounidense Michael Mann, rodadas en cámaras digitales; no obstante, está un escalón por debajo de "Collateral", su primera película rodada en esa técnica, la cual comparte varios puntos en común, y posiblemente sea su último gran filme.

La película empieza de más a menos, siendo muy interesante su arranque en la cual la cámara se cuela libremente dentro de las redes y los ordenadores al más puro estilo 'Matrix'; ademas destacan unas secuencias de acción filmadas con brío y mano firme, con persecuciones y tensión a raudales. Sin embargo, al elenco actoral le falta el carisma que sí tenían Tom Cruise y Jamie Foxx en la citada "Collateral", ya que su protagonista Chris Hemsworth (conocido por encarnar al superhéroe de la Marvel 'Thor') ofrece una interpretación más bien plana, carente de matices, aparte de desaprovechar el enorme talento de una actriz (varias veces nominada a los Oscar) como Viola Davis. También, en ciertos momentos, el aspecto visual llega a chirriar, ya que se pierde completamente el toque cinematográfico.

En definitiva, "Blackhat" es una película entretenida, con un entramado solvente pero un tanto irregular; aunque siendo un filme realizado por un director con una categoría definida y gran estatus como lo es Michael Mann, con cintas tan impresionantes como 'Heat' o 'El dilema' a sus espaldas, huelga decir que el resultado global es más bien decepcionante.
La Taverna del Mastí
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10
12 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood, desde sus inicios en la década de los sesenta, casi siempre se ha prodigado en papeles de spaghetti western y de tipo duro. A principios de los setenta debutó tras las cámaras con “Escalofrío en la noche” (Play Misty for me, 1973), un interesante filme de suspense que comparte bastantes similitudes con "Psicosis", el clásico de Alfred Hitchcock. Durante el periodo restante de los setenta y toda la década de los ochenta, Eastwood fue desarrollando su faceta como director (intercalándola con la de actor) de manera efectiva, ofreciendo películas enmarcadas en la acción, y en el suspense policíaco; pero fue en la década de los noventa cuando realmente empezó a consolidarse como un director de nivel, tras realizar el western crepuscular “Sin Perdón” (Unforgiven, 1992), erigiéndose como ganadora absoluta en los premios Oscar de aquel año, obteniendo cuatro (incluyendo mejor película y director). Tras aquella le siguieron: “Un mundo perfecto” (A perfect world, 1993), “Los puentes de Mádison” (The bridges of Madison County, 1995), “Poder Absoluto” (Absolute Power, 1996), y “Mystic River” (2003), entre otras; todas ellas le consagraron definitivamente como uno de lo grandes directores del momento.

Posiblemente el 2004 fue su gran año, tras volver a ganar el premio Oscar al mejor director por “Million Dollar Baby”, una soberbia cinta que combina una historia de boxeo y un profundo drama sobre la eutanasia. La película está basada en un libro de relatos cortos de título homónimo, escrito por F.X. O'Toole, del cual Eastwood adapta el relato principal (que contiene solamente treinta páginas) de forma íntegra, y escoge lo más interesante de los otros relatos, dándole entereza y profundidad a la historia. Se podría afirmar en este caso que la película supera con creces al libro.

La trama se centra en Frankie Dunn (Eastwood), que regenta un gimnasio, con la ayuda de Scrap (Freeman), un ex-boxeador que es además su único amigo. Un día, entra en su gimnasio Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), una voluntariosa chica que quiere boxear y que está dispuesta a luchar para conseguirlo. Tras multitud de negativas de Frankie, que no quería entrenar a mujeres, finalmente decide adiestrarla para que se presente al campeonato mundial y convertirla en la “chica del millón de dólares”.

Aparte de la certera adaptación de Eastwood, junto con Paul Haggis (reputado guionista que triunfó en 2006 en los Oscar con su opera prima “Crash (Colisión)”), cabe destacar el excelente trabajo de los actores: Hillary Swank, que interpreta a la protagonista de forma brillante; un impresionante Morgan Freeman; y el propio Clint Eastwood. Ambos actores masculinos demuestran la gran química que atesoran (como ya hicieran anteriormente en la citada “Sin Perdon”); asimismo la voz en off de Morgan Freeman es impresionante y engrandece aun más el filme (del mismo modo que en “Cadena Perpetua” [The Shawshank Redemption, Frank Darabount, 1994]).

Mención especial merece la genial e intimista banda sonora compuesta por el propio Eastwood, y el tremendo giro argumental en los últimos treinta minutos, que al igual que un típico gancho ganador en boxeo, Eastwood nos deja noqueados y sin respiración, elevando el largometraje a la categoría de una obra maestra absoluta.

Después de “Million Dollar Baby”, Clint Eastwood ha seguido realizando grandes películas, tales como “Gran Torino” (2008), “El Intercambio” (The Changeling, 2008), “Invictus” (2009) o “El Francotirador” (2014); no obstante, ninguna es tan genial y contiene tanto calado como ésta.
La Taverna del Mastí
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