La película poco a poco se va acelerando, pero nunca va a tener un ritmo frenético ni ninguna acción continuada. Tampoco es su intención, las noticias se descubren poco a poco, hay que masticar las, narrarlas y trabajarlas.

Y eso es lo que hacen Tom Hanks y Meryl Streep. Un pide el ritmo rápido y la otra lo llena de intensidad cada momento y cada actuación.

Necesitas que te guste el género, que te interese la historia, que de por sí es una poderosa lucha y el resto ya te lo van a dar los actores

No puedo negar que la primera media hora aproximadamente ha pasado con un sueño bastante agradable.

Últimamente estoy familiarizado con el momento bélico que atañe y en una película histórica poco o nada se puede desvelar. La cuestión siempre reside en cómo se cuenta.

La historia tiene de por sí su fuerza pero ta ti el protagonista, Churchil, como su mecanógrafa, lo llenan de fuerza y verdad a cada plano.

Gran interpretación. Gran ambiente histórico. Algo que por sí solo merece ser contado y está perfectamente actuado.

Es una película lenta, densa, pero que se saborea a cada detalle. Memorable momento de primera vez en el metro, que sea o no real, es el claro ejemplo de una historia que debe sobrevivir.

Gran película.

En honor a la verdad siempre sale algo decente. Y de eso trata, de verdad. Quizás de verdades poco convenientes, de las que hay que tapar por parte de un gobierno que quiere controlar todo y que se cree con el poder de hacer todo.

Pero no cuentan con el honor y el compromiso de sus agentes. Por eso mejor tildarles de traidores después de obedecer todo tipo de órdenes hasta que ya no se puede más.

Buen guión, en tensión constante.

Y como no, Denzel Washington, siempre él. Uno de los grandes. Papel a su medida u otra gran actuación más.

Películas de espía y contraespías, tiros y persecuciones hay muchas, pero esta es de calidad.

Recomendable.

El inicio de la película recuerda a la primera entrega de la saga. El uso de las cámaras, el ojo de la realidad. Una vez empiezan las conversiones y demás actos sanguinarios se vuelve una película de terror que vuelve a mezclar la creencia religiosa con la sangre aderezados con esa parte de “darlo todo por amor”.

No se admiten comparaciones con el resto de la saga por el hecho significativo de eliminar las cámaras en primera persona para pasar al modo espectador.

Quitando ese pequeño detalle es una película que para un rato cumple su función.

Se recomienda oscuridad para verla.

Basta ya. Un documental riguroso, con todas las partes que han querido participar, con todos los puntos de vista tratados. Con un ejercicio de archivo impecable.

Y hay que ponerle un uno porque el cero no existe. Porque al final, la atrocidad sin resolver no es otra cosa que un panfleto que debería avergonzar a las más radicales feministas.

BASTA YA