Sobrevaloradísima película del sobrevalorado Scott (de los dos hermanos, el menos brillante).

Buenos actores e interpretaciones. Fotografía curiosa (no me atrevo a decir que sea acertada como pemplum), famosísimo (que no de mi agrado) trabajo del germano Hans Zimmer. Fíjense si es famosísimo que el tema de la batalla tuvo que reconocer que era un homenaje (plagio) del tema Marte de Los Planetas de Gustav Holst.

La película todavía tiene un pase hasta la famosa frase de "yo soy Cómodo,..." pero de ahí en adelante la película está al nivel de la filmografía de Scott. Vale, lo admito, exagero un poco al denostar la filmografía de Scott, pero exageraría más si afirmara que es un visionario y un gran director. Es un tío listo que sabe hacer buenos productos y Gladiator es un buen producto pero una película del montón. Su mayor mérito es revivir un género (que tampoco ha servido para mucho) y hacer creer a la gente que veía una buena película.

Y Gladiator puede ser muchas cosas, pero yo la definiría como una película con romanos, pero no de romanos. No tiene nada que me haga pensar en cine de romanos. Siempre quedarán grandes interpretaciones para disfrutar (desde un magistral Richard Harris, a Oliver Reed, pasando por Crowe y sobretodo Joaquin Phoenix), pero no tengo la sensación de haber visto una gran película.

Sabor agridulce. Lo que pudo haber sido y lo que nunca fue.

Y por cierto, la comparan mucho con la grandísima La caída del Imperio Romano por las evidentes similitudes históricas, pero veo más conexiones con Conan el Bárbaro (1982, John Milius) por el deseo de venganza que mueve toda la película.