Unas excelentes interpretaciones (en especial el protagonista), fotografía impecable, estupenda banda sonora y sobrecogedora ambientación, muy desaprovechadas en una película con guión de telefilm de sobremesa. La historia que se nos cuenta ya la hemos visto mil veces, y mejor hecha, y lo que en verdad podría interesar (la miseria con la que se sobrevive en Soweto) sólo se nos muestra de pasada y como desencadenante de la trama.
Para pasar el rato y poco más, disfrutando de los buenos puntos que enumeré al principio, aunque se acabe por lamentar lo que podría haber sido y no fué.

Algunos gags tienen gracia, sí, y la incontinencia verbal del personaje de Depardieu a veces te hace descojonar (solo a veces). Pero, en líneas generales, el argumento apenas existe, el guión deja casí todo por desear (hay escenas metidas con calzador, como las de la chica del bar abandonado), y el fínal es del todo lamentable.
Además, sigo sin ver las excelencias actorales de Jean Reno (de hecho, tan sólo me gustó en El Profesional, y porque el papel era muy adecuado para su falta de expresión) que le hacen tan recomendable: si pasarse todo el metraje con la misma cara de rata empachada es ser un gran actor, entonces Steven Seagal o Chuck Norris son el no va más.
Veber habrá hecho comedias muy exitosas, igual que Reno o Depardieu; pero eso no significa que todo lo que hagan sea bueno. Y este es un buen ejemplo.
Recomendable para pasar el rato, siempre que no haya nada mejor que hacer.

Tediosa, casposa y aburrida historía romántica, a veces interrumpida por escenas de acción cuyas coreografías se acercan más al baile que a la lucha. Actuaciones penosas, guión raquítico, decorados de cartón piedra y sangre de uso escolar en pretecnología. De verguenza ajena la entrada de los ninjas negros, que me recordó la presentación de la serie "Fama". Recomendable sólo para quienes gusten de charlar o hacer calceta mientras ven cualquier película de mediodía.

Mejor de lo que cabía esperar, con un Tim Allen menos "prima donna" que de costumbre. Una buena manera de pasar un buen rato.

Una persona (en este caso, chica) con problemas de sociabilidad y depresión desea acabar con todo, apareciendo por ello en un mundo extraño donde se libra una batalla entre el bien y el mal. Su participación no solo sera crucial en la historia de ese mundo, del que apenas comprende nada, sino que también habrá de luchar contra sus propios temores.
Con un argumento tan sumamente visto y revisto, desarrollado torpemente por un guión que consigue liar mucho más de lo necesario la fluidez narrativa, se nos presenta una peli cuya única nota de interés se basa en unas magníficas animaciones a la vieja usanza, sin infografías que valgan.
El resto, más de lo mismo pero mal contado.