¿Tan buena es la película original para que esta nueva versión sea tan vilipendiada?. Para nada, la ambientación estaba bien, la historia pretendía asustar con cosas que volaban y gusanos que se comían un bistec y una enana que quedaba cegada por una luz.
Porque lo que tengo claro es que los remakes son por defecto objetivo fácil de prejuicistas en potencia.
Que si esta no tiene esa escena, que no está el ambiente de los 80, que la niña no es rubia.
¿Es posible estar todo el rato mirando una película y comparándola con otra?.
Que desgracia no apreciar lo que tienes delante y aprovecharlo.
Esta es más fresca y divertida, aquella pretendía ser demasiado seria, con indios que les aullaban por debajo de la casa y no les dejaban dormir y luego salían sus esqueletos a darse un baño en las piscina.
Gil Kenan ha hecho su película, a su manera, respetando la idea original y yendo más al grano.
La de Tobe Hooper fue innovadora porque esa historia no se había tratado y luego con ese estilo hollywoodiense en plena época revolucionaria de historias fantásticas con efectos especiales que cada vez eran mejores. Tanto es así que recuerdo como la protagonista se subía por las paredes de contenta que estaba.
Repito cuando la vean no hagan comparaciones, como si no existiera, bórrenla de sus mentes.
Se harán un favor.
Ya están aquííí!!!!!.

La naturalidad y credibilidad de los acontecimientos y personajes dignifican este más que interesante relato de unas gentes que quieren ganarse la vida de la única manera que les ofrece el idílico paraje en el que viven, un pueblecito costero del sur de Norteamérica que obviamente les ofrece el sustento de la pesca.
La armonía es bastante apacible y sosegada entre la población a pesar de algunas pequeñas reticencias que se van mostrando poco a poco por parte de alguno de los lugareños, los típicos racistas palurdos que sin ninguna duda puede uno encontrar en muchos sitios, por el hecho de tener que convivir con una colonia de unas gentes diferentes a ellos por raza, cultura y en este caso venidos de un país que puede llevar a rencores como es Vietnam.
La tragedia se va mascando cada vez más cuando uno de ellos, el recién llegado, motor de los siguientes acontecimientos decide ponerse por su cuenta en el negocio afectando y cabreando a un machista, racista, infiel y engreído Ed Harris que va alterándose progresivamente, sin demasiados aspavientos, por su convincente manera de ser. Con un dominio en la dirección de Louis Malle más que solvente, que maneja el devenir de los hechos con soltura y sin caer en los típicos tópicos que fácilmente podrian darse en este tipo de historias.
Bien contrapuesta por las gentes apacibles que intentan frenar la sangría en que podría convertirse el enfrentamiento, todo esto da lugar a una película bien calculada y medida tanto en el devenir de los acontecimientos como en las creíbles reacciones y maneras de actuar de todos los personajes.

Nick Willing vuelve a mostrar su gusto por lo sobrenatural como ya hiciera en su anterior y también interesante trabajo "Fotografiando hadas", y vuelve a incidir en un personaje principal atormentado por un dolor del pasado que le persigue. En ésta se trata de un psiquiatra con ciertos poderes extrasensoriales capaz de ver en imágenes los pensamientos de la gente.
Ello le llevará a intentar ayudar a la policía a encontrar a un asesino en serie con extraños procedimientos quién lleva ya asesinados a varios niños.
Su aportación será intentar que una niña que ha conseguido escapar de su captor le transmita la suficiente información para hallar al psicópata; la único testigo está completamente muda por el shock o por ciertas extrañas manipulaciones que se han ejercido sobre ella.
Desde el primer momento te engancha la historia ya que la presentación de los hechos no puede ser más rápida al igual que la de los personajes que están correctos en sus respectivos papeles y conforman un entretenido pasatiempo para intentar averiguar en que acaba todo ese desconcertante asunto.
No hay que tomarse muy en serio el resultado del caso, su aportación no va más allá de una pretendida conspiración maléfica que sólo aporta la excusa perfecta para dar pie a una correcta investigación policial que se sigue en todo momento con interés.
La aportación de imágenes oníricas en la película es un recurso que a veces es acorde con lo que sucede y a veces es sólo sugerente o hasta llegando a desconcertar.

Esta es la baza que juega el director para crear un clímax de misterio e intriga, esconder todas las cartas al espectador para así mantenerlo enganchado a la historia e intentar averiguar de una vez por todas que es lo que se cuece en todo ello.
La atmósfera así como la inicial narración hacían albergar esperanzas de encontrarnos ante un digno producto de terror pero todo se va disipando al insistir hasta la saciedad en seguir jugando a este juego del gato y el ratón que no llevan a ningún sitio, haciendo aumentar las preguntas sin respuestas y cuando las da todo se queda a medias sin aportar la cordura suficiente para que todo tenga un sentido coherente.
La idea original interesante más un competente director como Sean Ellis como ya lo demostró en la interesante "Cashback" no hacían preveer esta falta de descoordinación, parece que se le va de las manos todo el material que tenía en sus manos, ha querido probar con un género muy diferente al de su ópera prima y el resultado es decepcionante.
Al final no es que se te queden ganas de revisarla, para así tener acceso a intentar atar cabos a tal rocambolesca intriga psicológica o sobrenatural, porque no hace falta, todo queda claro y conciso y es bastante lamentable.
Para ésto haber empezado ya por el principio y no hacernos albergar falsas esperanzas.

Interesante y sugerente propuesta donde se nos presenta a un hombre de éxito: casado con una bella mujer, dos encantadores niños, un trabajo creativo que le reporta una vida plenamente holgada, pero que empieza a mostrar de la manera más irracional un comportamiento como de quién está insatisfecho con su vida, que está cansado y aburrido de todo y de todos. Todo el peso de la película recae sobre el protagonista quién con su absurdo y grosero comportamiento deja solamente a los secundarios con la boca abierta ante tal avalancha de improperios e insultos. Más que discutible y hasta diría que bastante inverosímil es su conducta con la gente que más quiere ( cuando recrimina una tontería a los niños se entiende aún menos lo que pretende) y su paciencia y hasta excesiva bondad con quién no conoce de nada. Todo tiene una explicación que por una parte aclara su actitud y por otra puede aún dejar más dudas sobre su manera de hacer las cosas. Aunque gran parte de los hechos sean difíciles de entender y hasta merecedores de ser reprochados por salirse demasiado de lo coherente se trata ésta de una recomendable visión de los miedos que acechan al ser humano.