La misión se realiza asumiendo riesgos extremos, y es frecuente que se estropeen los planes previstos incrementando la tensión viéndose obligados a improvisar en distintos momentos.

Ofrece una acción muy bien trazada, con Tom Cruise acertado y creíble. Escenas resueltas con soltura y oficio. Rebuscada tanto en su planteamiento como ejecución; las dos horas de metraje, pasan por distintas fases, y pese a algunos altibajos, supera con éxito sus pretensiones.

Las películas de acción, ya sabemos lo que son y esperamos de ellas... No existen grandes interpretaciones. Son ejecutadas por tipos de apariencia dura y compleja... saltos, explosiones y tensión. Si contiene eso en las dosis adecuadas, las aprobamos con generosidad.

El primer episodio de los dos que cuenta, realiza un planteamiento bien ejecutado y solvente. La segunda parte se aleja un tanto de sus orígenes, perdiendo más tiempo en procesos "conspiranoicos".

Se reserva algunos giros que va aportando en el último tramo, aunque su precipitación hace que pierda fuelle e interés. Una lástima, después de su potente inicio... Continúo en spoiler aunque no desvelo nada trascendental.

Sé que no es un juego... Pero la imprudencia de la psicóloga clínica que trabaja en la cárcel y no mide los riesgos del enganche con uno de sus pacientes, resulta poco profesional, aunque pueda, al final resultar creíble, dados los antecedentes emocionales que vamos descubriendo en ella.

Es una película que se pierde en banalidades. El nudo se alarga de manera exagerada, sin aportar suficiente entretenimiento, de ahí quizá su baja nota. Las personalidades están bien perfiladas, con sus componentes a la vista.

Me gustan las historias de Marco Berger, porque abordan el tema de la homosexualidad, deslizando su mirada elegante sobre la cotidianidad de una sexualidad oculta.

En este trabajo, el director argentino, avanza en la temática hacia un vórtice más descarado, juguetón y desinhibido. Los personajes, la mayoría heteros, juegan entre ellos durante el periodo vacacional de Navidad. Practicando un juego sexual, donde las bromas ocupan espacio, desde la seguridad de sus propios roles.

El cine de Marco Berger, se cruje en las miradas y los planos fijos que relatan acontecimientos desde su implantación discreta a la vez que descarnada.

Muestra una vida en suspenso, por la falta de oportunidades, y una tendencia sexual que debe ocultar, José ha encontrado el amor, un amor clandestino, intenso que nadie conoce.

Li Cheng, su directora realiza una exhaustiva disección de los personajes, mostrando sus carencias, sus limitaciones... La película avanza, pero lo hace como la vida de quienes relata: sin objetivos, con escasas metas.

El título de mi reseña, está sacado de un diálogo de la abuela, con su nieto José.