Muy entretenida y divertida adaptación Disney del clásico de Dickens, en la que aparecen todos los personajes insignes de la casa. El tío Gilito (quien es perfecto para el papel de Scrooge), Mickey, Donald, Goofy, Minnie… y multitud de cameos; el señor sapo, Chip y Chop…

Recuerdo que cuando era niño me encantaba esta película. Era navideña, eran dibujos animados, estaba repleta de personajes Disney y era una gran historia. Qué más se le podía pedir.

Christina Ricci en Todo lo demás es peor novia que la loca de Misery, Glenn Close en Atracción fatal y la madrastra de Blancanieves juntas y en su máximo punto de locura, obsesión y maldad. Christina Ricci en Todo lo demás es peor novia que aquella que el día del cumpleaños de su pareja se está acostando con el mejor amigo de este, en la cama conyugal, sabiendo que su novio está a punto de llegar a casa del tanatorio donde ha estado llorando a su madre, que por no haber ido al trabajo lo han despedido, que encima lleva toda la mañana preocupado porque el pelo le está cayendo cada vez más, por un inquietante bulto que le ha salido en el cuerpo y porque no sabe cómo saldrá adelante con todas sus deudas ya que está sin un céntimo por haber invertido todo en la casa que ella (su novia, que en esos momentos le está siendo infiel) le pidió con la promesa de formar allí una estupenda vida familiar aprovechándose así de lo que sabe que es precisamente lo que su novio más quiere en el mundo y que tanto, tanto la quiere y tan bueno, tan bueno es y ha sido siempre con ella que sabe que por ella lo haría todo y aún así ni se ha acordado de su cumpleaños, ni le importa él, ni su salud, ni su pelo, ni su trabajo, ni su madre, ni comparte sus preocupaciones ni mucho menos le importa que la pille en su propia cama dándolo todo con el hombre al que su novio tenía previsto proponer ser el padrino de su boda, con la cual lleva soñando meses y es a lo único a lo que se aferra en ese día tan duro de su vida mientras va de camino a casa con la lluvia empapándole porque se ha olvidado el paraguas en la oficina y su coche se lo ha llevado la grúa.
Sí, Christina Ricci en Todo lo demás es aún peor novia que esta lagarta.

Christina Ricci en Todo lo demás es Ellen Page en A Roma con amor o más bien Ellen Page en A Roma con amor es Christina Ricci en Todo lo demás. Es una novia que no la querría yo pa mi en la vida, ni jarto vino, ni loco.

Todo lo demás trata sobre un escritorzuelo cómico que mantiene una relación insoportable con su pareja al tiempo que no sabe qué rumbo seguir ni con su vida personal ni con su carrera profesional. La película nos muestra el inicio de la relación, su desarrollo y su conclusión. Por otro lado y compaginando con la trama principal vemos la relación de amistad entre el cómico y una especie de filósofo y consejero personal, Woody Allen, cuyas escenas son lo mejor de la película.

Todo lo demás me gustó, era de esperar conociendo al director, pero no cabe duda de que es un trabajo bastante menor en su filmografía. Desde luego no está a la altura de muchas de sus magníficas obras. Sin embargo, esto no quiere decir que sea mala ni mucho menos. Es una película con temática típica de Woody, es decir, que la infidelidad, el deseo, miedos, muerte, desgracia, relaciones…están también, cómo no, en esta película.

Tal vez no encajen mucho y no queden del todo bien esos diálogos y esas conversaciones rimbombantes y culturetas que se marcan la pareja protagonista pero bueno, por otro lado tenemos esas perlitas que siempre nos deja el director para el recuerdo y así compensa. La trama puede llegar a resultar un poco densa y lenta, le falta ritmo, le falta enganche, le falta despegar, pero aún así se deja ver y entretiene.

Estamos de acuerdo en que Woody Allen no será recordado por Todo lo demás pero a pesar de ello es un buen plan para pasar una tarde en casa viendo una peli y sufrir viendo a la peor novia de todos los tiempos. Además, cualquier excusa es buena para ver a Danny de Vito.

El protagonista, el tacaño, se lava los dientes con pasta llena de mierda por no desperdiciarla, no tiene coche, está a oscuras por no gastar luz, come de pena, no tiene ropa, no tiene amigos ni novia ni familia como consecuencia de su tacañería, es un apestado social, es un aprovechado y un sinvergüenza. Pero trabaja, no es un vago.

En una escena, la más significativa, el tacaño le pide al del banco que le diga el dinero que tiene ahorrado en su cuenta (doscientosmil y pico de euros si no recuerdo mal) ya que le encanta escuchar la cantidad de pelas que tiene acumuladas.

O sea que un tío de unos 50 años sin nadie a su cargo, sin nada en que gastar el dinero, sacrificando su vida por amasar cada mísero duro que le llegue (de forma más o menos legítima) llega a tener doscientosmil y pico euros. Entonces... ¿qué coño pasa?. Hay un trozo de hierva cerca de donde yo vivo que debe tener unos 15 metros cuadrados que cuesta 30 mil euros, un coche cuesta unos cuantos miles, la pasta que te dejas si te da por comer más o menos sano es mejor no calcularla, si te apetece tomar algo o ir al cine la cartera va perdiendo peso, ya no digamos nada si tienes hijos a los que les guste eso de comer y beber, y hasta estudiar!, la ropa, el coche que se jode cada 2x3, el dentista que más que las muelas te quita los riñones, internet, móvil... ¿¿estamos condenados a trabajar toda la vida como esclavos para no tener casi para nada y darnos con un canto en los dientes y sentirnos super privilegiados si podemos tener un plato sobre la mesa todos los días??, ¿tenemos que ser unos tacaños compulsivos para tener 4 duros?.

Manual de un tacaño o como sacrificar tu vida por un puñado de billetes que no dan para nada.

Esta película la han anunciado en la champions, en El chiringuito, en Zapeando... y hasta Buenafuente ha salido con Tiparraco en youtube promocionándola. Así que por falta de esfuerzo para vendérnosla no será, que la hemos visto anunciada hasta en la sopa.

¿Cuál es el problema?, que hablando claro esta película no vale para nada. Y llega a resultar hasta ofensivo. El otro día hablaba con un amigo (no muy cinéfilo él) y me comentaba que no veía cine español, que no le gustaba, que era muy malo y que la última española que vio (y con la que se había reído mucho) fue 8 apellidos vascos.

Yo le decía (puede que inútilmente) que España tiene muchas películas buenas y muchas películas muy buenas, pero es inevitable no darse cuenta de que cómo no va a pensar eso si la película que se nos vende a bombo y platillo, la que quieren que vayamos a ver y la que tenemos en la cartelera de nuestros cines como alternativa a las americanas es El pregón.

Me parece indescriptible, además, que a estos dos tíos se les REGALE (o se regalen) una película. Se debe pensar que cualquiera vale para actor y no, no vale cualquiera. Seguramente disfrutarán con esta película los que de verdad se hayan preparado, los que de verdad sepan de actuación, los que respeten esta profesión y los que pese a ello estén trabajando de camareros.

No tengo absolutamente nada en contra de Buenafuente ni de Berto, los vi bastantes veces cuando estaban en la 3, cuando estaban en la sexta, cuando volvieron a estar en la 3, vi el programa que Berto tenía en la Paramount y hasta los escuché por la radio en Nadie sabe nada. Pero zapatero a tus zapatos amigo. Al igual que no me gustaría que pusieran un bombero a operarme o a un cirujano a salvarme de un incendio, no me gusta que estos dos se metan en un terreno para el que no valen, un sector donde no se les ha perdido nada.

¿Habéis visto actuar a Buenafuente?. No sé si es que se ha pensado que por hacer cameos en Torrente ya es actor. Y lo mismo ocurre con Berto, quien tuvo cierta gracia en 3 bodas de más pero ya está, ahí debió quedar. Escucharlos hablar, ver las escenas en las que están juntos es como ver un pedacito de uno de sus programas.
No hay más que verlos junto a Jorge Sanz, quien sin hacer absolutamente nada del otro mundo se los come.

Claro, estos dos son muy listos y no exploran campos como la construcción o la hostelería, no trabajan el alambre no, a ellos les pica el gusanillo de la actuación.

Lo peor del caso es que mañana a cualquiera de estos, y ya no hablo de Andreu o Berto si no en general, le da por escribir una novela y encontramos su libro antes que uno de Dickens o Vázquez-Figueroa.

Del guión 3/4 partes de lo mismo. Esto ya era algo esperado. No criticaría la falta de originalidad con la historia desarrollada en un pueblo mostrándonos lo paletos que son, haciendo bromas de contraste, ni con lo de las viejas glorias venidas a menos si tuvieran la gracia por algún lado. Pero es un humor tan malo, tan carente de chispa, de gracia, que ciertamente no queda otra que dejar la película a un lado y olvidarte de ella.

Voy a haceros una pregunta para ver qué harías vosotros:

Eres una persona normal. Estas en casa viendo la tele con tu novio/a, marido/mujer después de cenar. Un tiempo después te vas a acostar porque al día siguiente tienes que madrugar para ir al trabajo.

Suena el despertador, te levantas. Vas al baño a asearte. Te vistes, desayunas y vas al trabajo.
Pasas otra aburrida jornada laboral.

Llegas a casa, hablas con tu novio/a, marido/mujer, hacéis la cena, hablas por teléfono con un amigo y después te llaman tus padres para ver cómo estás.

Cenáis, veis un poco la tele y os vais a la cama para hacer prácticamente lo mismo al día siguiente.

Llega el fin de semana y, para desestresarte un poco, vas a echar unos bailes a la discoteca. Sin embargo, resulta que tienes problemas, te ves envuelto/a en una pelea y viene el portero de la disco a poner orden.

Al día siguiente, con un poco de resaca, vas con tu novio/a, marido/mujer a comer con tu familia a casa de tus padres. Hablas con tus hermanos y te distraes un poco en un entorno familiar.

Llegas a casa, te vas para la cama con tu novio/a, marido/mujer y vuelta a empezar otra semana laboral.

Desgraciadamente, el miércoles, tienes un accidente y te amputan las piernas.

¿Qué haces?, ¿a quién llamarías, en quién te apoyarías en esos duros momentos?. Todos pensamos más o menos lo mismo ¿no?.

¿Sabes lo que hace Marion Cotillard? Llamar al portero de la discoteca. ¡Tócate los cojones!.

Di que sí, si te crees esto la peli te encantará. Y ojo, que el portero de la discoteca desde ese momento se pasa casi todo el día con ella y hasta se la folla para que la chavala no se deprima.

Como consecuencia lógica tenemos una de esas historias que, pretendiendo ser reales, no te las crees ni jarto vino.

La película podrá contar con buenas interpretaciones y el tema que se toque podrá ser todo lo delicado que se quiera, pero tú no te crees la historia y eso juega en su contra.

La base de De óxido y hueso es la pérdida de las piernas de una mujer, Marion Cotillard, y las secuelas que en ella tiene. Como es lógico, para dar un poco de salsa a la historia y que el público no salga escopetado ante un dramón sobre minusvalías, se tiene que meter como sea una relación amorosa de por medio. Para ello se incorpora el personaje de Matthias Schoenaerts.

Ya tenemos a los dos personajes principales. Ella es una joven coqueta, alocada y sensual que disfruta gustando a los hombres. Él es un marginado social, un desdichado que malvive con un hijo al que apenas conoce y con el que la relación paterno-filial brilla por su ausencia.

Por circunstancias de la vida se encuentran y cruzan un par de palabras cuando ella aún conservaba las piernas.

De aquí en adelante la película deja de tener cualquier tipo de sentido.

Tópicos mil veces vistos como peleas clandestinas y caídas en el hielo también hacen mella en De óxido y hueso, lo que no consigue más que restar puntos y convertir la película en un producto mediocre.

Le doy un 5 porque, pese a la irrealidad de su historia, se deja ver, tiene algunos momentos entretenidos y cuenta con buenas interpretaciones. Pero nada más.