Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Tithoes
<< 1 9 10 11 20 36 >>
Críticas 180
Críticas ordenadas por utilidad
8
2 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: el metafórico mensaje de apreciar todo instante que se viva, incluso aquellos impases más desesperantes y trágicos, pues de unos de aprende y de otros se evoluciona; la lágrima está asegurada a partir del ecuador, cuando las consecuencias de egocéntricas decisiones comienzan a provocar irremediables decepciones a quien ha pretendido ejercer de dios del tiempo con total impunidad, lográndose así que el ansiado drama cobre conmovedores tintes; la excepción que confirma la regla en cuanto al nivel interpretativo de Adam Sandler, habitualmente (si no en el noventa y nueve por ciento de sus películas en un porcentaje muy próximo) inepto que, sin embargo, aquí firma (junto con el resto del reparto, repleto de secundarios de lujo como la bella Kate Beckinsale, más adorable que nunca, o el mítico David Hasselhoff, tan engreído como siempre) una de sus mejores labores.

Lo peor: la previsibilidad con la que transcurre la trama, inmensamente plausible en entretenimiento (no decae un solo segundo en ningún momento) pero altamente criticable si el cometido era sorprender (innumerables detalles así lo corroboran); el componente cómico, uno de los géneros del filme, es el que más flirtea con el concepto de decadencia, recurriéndose a escenas tanto obscenas (perros intimando con peluches) como soeces (ventosidades ajusticiando a vanidosos) para encontrar carcajadas solamente en el público más básico, pues el mínimamente escrupuloso sentirá más bien vergüenza ajena; el temprano (casi inmediato) olvido en el que cayó una película verdaderamente aconsejable, mas cuando otras obras totalmente prescindibles se ensalzan sin justificación alguna la irritación es mayor.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
2 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la habilidad, por parte del debutante director, de hacer creer al espectador que algo de utilidad cinéfila sucederá en algún momento u otro, lo cual no se da aun permaneciendo la tensión en una especie de telón de fondo que no se alza nunca; el trío actoral principal trasciende a lo que aporta la pésima trama y se convierte en el mayor sustento fílmico, firmando unas actuaciones poco menos que memorables con sus fragilidades (Mary Elizabeth Winstead), imposiciones (John Goodman, haciendo valer el eslógan que versa “los monstruos tienen muchas formas”) y adaptabilidades (John Gallagher); el giro argumental en el que desemboca cierta deslealtad, desatador de una serie de acciones que dinamitan todo atisbo de cordura pero engrandecen el resultado final (en cuanto a espectáculo se refiere).

Lo peor: la excéntrica (que no sugerente) y ridícula hipótesis desarrollada en el claustrofóbico búnker donde se despliega la historia que, a la postre, revela una verdad alarmantemente precaria que no merece ni tildarse de tal, sentenciando esto no por pretender mantener una posición contraria a la mayoría sino por defender una opinión propia; el devenir de los acontecimientos no responde a ninguna razón mínimamente racional (el provecho de determinada cortina de ducha es propio de una comedia), mas atendiendo a que se relaciona directamente con Monstruoso (cuyo título inglés es Cloverfield) y el flamante productor es J.J.Abrams (un cebo más que claro) el sinsentido es mayúsculo por más esperanza y paciencia que se conceda a la ocasión (incluso habiendo visionado la obra en un lujoso hotel sito en el corazón de Bruselas con la persona a la que más se ama); la increíble reacción de la prensa afirmando que la película no merece sino halagos cuando debiera ser al contrario, pues la originalidad de la puesta en escena pierde enteros a medida que avanzan los minutos situándose bajo cero en una escala del mismo al diez desde el primero.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
29 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la reducción de todo al número que da título a la película está muy lograda (artimañas aparte), consiguiendo que uno dude realmente si alberga la verdad absoluta (porque, de hecho, hasta la nota atribuida no es más que el resultado de multiplicar dos por tres, dígitos que unidos se tornan precisamente dicha cantidad); la fábula que le cuenta el detective a la joven suicida para tratar de evitar que se quite la vida, tan simple como concienciadora de hasta qué punto las creencias pueden trastornar la percepción del ser humano; la presentación de los personajes novelísticos es fascinante pese a que, a la postre, se desdibujan tanto que se perciben poco menos que caricaturescos de un libro cuya procedencia es tan dudosa como la consistencia misma.

Lo peor: la temeraria facilidad con la que el autor resuelve muchas de las cuestiones planteadas da que pensar, llegándose a la conclusión de que tal vez sea mejor concebir la obra como mero entretenimiento comercial y no como majestuosa paranoia racional; la labor de Jim Carrey en una faceta (casi) desconocida es muy intermitente, sucediéndose impases soberbiamente interpretados y otros burdamente sobreactuados, afirmándolo alguien que se considera (y demuestra) acérrimo admirador del actor; la escasa repercusión de un metraje cuanto menos curioso (qué duda cabe que es muy diferente al resto) y la consiguiente indigente fama que ha alcanzado en el mundo del celuloide a pesar de contener una apasionante intrahistoria que, como ya se ha indicado en varios momentos a lo largo de la presente crónica, peca de pretenciosa al valerse de actos supuestamente altruistas que, sin embargo, están más premeditados que el desarrollo.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
29 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la singular personalidad de los personajes se respeta hasta nostálgicos límites (puede que en demasía) e incluso el principal atractivo del filme, Pennywise (el payaso bailarín que aguarda en el alcantarillado del pequeño pueblo de Derry, donde las desapariciones y las muertes multiplican por seis las tasas del estado, para perseguir periódicamente sin cesar ni, en esta ocasión, censurar, a los jóvenes para nutrirse de sus pavores adoptando las formas físicas de sus mayores traumas, aquí ardientes tragedias, temidas enfermedades, autoritarios parentescos, históricas figuras, amorfas presencias, burlescas marionetas, y, sobre todo, carnales pérdidas), es tan válido como su antecesor sin respetarse estéticamente ambos, envidiando poco o nada el de Bill Skarsgard al de Tim Curry; la osadía de retomar el clásico literario de Stephen King requería rigidez direccional y vaya si la asume y demuestra Andrés Muschietti (responsable del fascinante cortometraje Mamá y su homónima adaptación cinematográfica, mucho menos maravillosa, por cierto) adaptándose, con alternativas pero reverencialmente, a las exigentes circunstancias para ofrecer una versión mucho más humana y macabra que la que firmara Tommy Lee allá por el ya lejano año mil novecientos noventa, apropiándose de icónicos momentos pasados (como declaraciones vía amorosos poemas y pedaleos en bautizadas bicicletas) y patentando otros que no serán olvidados jamás (en especial el cercenador inicio y la brutal secuencia del lavabo, impactantes como pocos); la modificación de acontecimientos recuperándolos (el extravío del barco de papel con parafina, la batalla de lanzamientos de piedra entre bandos, la grabación de determinado nombre con navaja..., sin descuidar la increíble similitud de algunos intérpretes), alterándolos (el tirachinas casero por la pistola de aire comprimido, el pacto de compromiso verbal por uno de sangre, la imaginaria guarida del villano por otra más tangible...) o ingeniándolos (la incineración de familiares en el matadero, la proyección de diapositivas en el garaje, el estudio de historia en la biblioteca...) sorprenderán a propios y extraños, habiendo merecido la pena la espera del lanzamiento desde que se anunciara el regreso de tan escalofriante universo muchos meses antes del estreno del mismo para impacientar a los seguidores e incrementar el posterior éxito en taquilla, confirmado al recaudar más de dos cientos millones de dólares en todo el mundo en menos de una semana en cartelera.

Lo peor: la mezcla de géneros no se resuelve tan exitosamente como podría, planteándose poco inteligentemente comedia (se apela a ella en incontables ocasiones y a menudo se abstrae al espectador de la inmersión), drama (se enfatiza tanto en la superación de la marginalidad que la conmoción se convierte en cierto sopor), fantástico (se adultera para impresionar sin atender a conveniencias argumentales), romance (se dibuja un sensible pero típico triángulo amoroso), suspense (se introducen sonidos a denunciables decibelios), terror (se muestran explícitamente matices que debieran originarse únicamente en la mente del respetable) y, en menor medida, otros subtipos; el sentimentalismo, solamente equiparable en su exceso al componente comercial apreciable en la extensión de la cinta no para profundizar en la arrogante, tierna e inocente etapa de la adolescencia que se retrata sino para justificar el ya anunciado oficialmente segundo (y teóricamente último) capítulo que verá la luz el año próximo situándose veintisiete primaveras (o mejor expresado, veranos) después para completar la translación y responder a cuestiones planteadas en esta (la mayoría en relación con la chica, tales como con quién se dio su primer beso, qué rol frecuentaba realmente en su desestructurado hogar o por qué porta colgando sin excepción una llave al cuello), defraudará a quienes busquen pureza fílmica; el (sobre)uso de efectos digitales (nada especiales) reabre el debate sobre si se puede siniestrar un trabajo al recurrir a él como aquí se hace, pues mientras las nuevas generaciones sostendrán que la efectividad es total otras, anteriores o simplemente defensoras del buen hacer artesanal, se mostrarán inflexibles a la hora de asegurar que antagonistas como la mujer desfigurada o el combatiente decapitado (en contraposición al leproso acosador o el progenitor sobreprotector) no tienen cabida en una adaptación como la que ocupa pese a que los talentosos actores sufran indistintamente los peligros.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
29 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la catalogación de obra maestra resulta insuficiente para definir cuán imprescindible resulta la cinta, la cual relata los vericuetos de una esquizofrenia maníaca asomándose a los abismos interiores de una mente perturbada al trasladarse el relato original de Stephen King a la pantalla con una narración angustiosa e inquietante que, además de presentar una atmósfera opresiva, contiene algunas de las escenas más impactantes del cine de terror de todos los tiempos; el mérito de, a diferencia de lo habitual en el género, no refugiase en la oscuridad para provocar miedo o tensión sino hacerlo a plena luz (valga mencionar la simple pero sobrecogedora secuencia del pequeño Danny, el niño con capacidades extrasensoriales, montado en un triciclo paseando por los pasillos del hotel o, procedente del mismo, el juego de palabras “redrum”); el truncado objetivo del protagonista de encontrar paz y sosiego para escribir un libro y, sin apenas cerciorarse, comenzar a experimentar fenómenos extraños y paranormales, un viaje sin retorno a la locura más arraigada que pueda imaginar que, para el espectador, se traducirá en una espiral de emociones sin parangón, siendo una proeza fílmica sin adjetivación aplicable para su época de lanzamiento.

Lo peor: el curioso dato de haber cosechado no solo merecidos reconocimientos sino también insultantes nominaciones, concretamente a los Premios Razzie (aquellos que premian a las peores películas) en las categorías de director y actriz, es decir, Stanley Kubrick y Shelley Duvall respectivamente; la repercusión indirecta que ha padecido el largometraje a raíz de emplearse sus elementos en centenares de ocasiones posteriores, algo no reprochable pero ineludible al sufrir las consecuencias negativas; el doblaje al español, sin ser de los peores, implica visionar la propuesta desde una perspectiva menos pavorosa, común e inmerecidamente adulterada.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 36 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow