Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Francisco Javier Millan
<< 1 9 10 11 20 53 >>
Críticas 265
Críticas ordenadas por utilidad
8
2 de diciembre de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando camino por la calle, y sobre todo en ciudades o países alejados de mi domicilio, me encanta mirar desde abajo las ventanas que tienen las cortinas abiertas. A través de ese hueco de escasos metros, se pueden vislumbrar habitaciones, librerías, lámparas encendidas y hasta incluso personas en algunas situaciones cotidianas.
Es como meterse brevemente en la vida de una familia o de un individuo, imaginando cómo es su carácter, sus gustos, su forma de trabajar y un largo etcétera de vivencias completamente ajenas a la de uno mismo.
Es algo así como arrebatarle a alguien un pedazo de su existencia y de su cotidianidad.
El director Javier Macipe ha entrado en la casa de gente anónima, creando una serie de personajes producto de la observación de los comportamientos humanos de una manera consciente, pero también inconsciente.
Ya que detrás de un buen director, se encuentra un gran observador, algo que Macipe tiene como seña de identidad dentro de su pequeña pero extraordinaria filmografía.
La mayor parte de sus cortometrajes están basados en ello, y no podría ser menos en lo que resulta ser su salto al largometraje, en una de las operas primas más deliciosas y contundentes del panorama español.
Un prodigio de historia, o más bien de micro historias, que vienen a relatar la vida de unas personas, las cuales sin ningún tipo de artificio dejan entrar una cámara para poder vislumbrar un pedazo de las mismas.
Los espectadores entramos en silencio en sus casas, perfeccionando lo que directores como Jaime Rosales han instaurado en nuestro país.
Macipe tiene el alma del director de “La Soledad” y de “Hermosa juventud”, pero también tiene el talento y la creatividad del Jim Jarmusch de “Noche en la Tierra”.
Y potencia la teoría de un mundo interconectado, llevando al límite los escasos grados de separación que nos unen los unos con los otros. La película logra en escasos minutos arañar unas realidades que el público terminará completando en su cabeza de manera asombrosa.
La resolución episódica se une a la tradición de otros títulos como “Vidas cruzadas”, “Madres & hijas” o “Amores perros”, donde se observan diferentes existencias entrecruzadas entre sí.
El director ha logrado empaparse a la perfección dentro de los límites propuestos de unas condiciones de producción limitadas pero a la vez extraordinarias. Aprovechando cada momento creativo en aras de un film que entra lentamente en tu alma, dejando un poso más que importante.
Gran parte de todo ello gracias a un elenco de actores en estado de gracia, profesionales mezclados con gente completamente desconocida, que actúan con una naturalidad pasmosa. A destacar esa extraordinaria señora que le canta al comprador de las tierras de su marido fallecido, o la presencia de los aragoneses Alfonso Pablo y Javier Aranda, en unos papeles que superan con creces todo lo visto hasta ahora en ellos.
Un título que tan solo tiene el problema de la ausencia de una distribuidora (por el momento) que haga que esta obra sea vista y disfrutada como se lo merece.
Francisco Javier Millan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
6 de agosto de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi no nos damos cuenta, pero 2014 es el primer año (desde hace mucho tiempo) que no tenemos un estreno de Pixar. La productora de John Lasseter ha preferido por diferentes razones esperar hasta la temporada que viene para estrenar un nuevo título completamente original.
Mientras tanto los niños y los aficionados al cine de animación nos tenemos que aguantar con un tipo de película menor, pero no por ello descartable.
Lo único que me molesta de este regreso de Dusty es la celeridad con la que se ha afrontado esta secuela, cuya primera parte se estrenaba entre nosotros hace tan solo un año.
Y aunque temía esperar un resultado mediocre, más propio de la Disney televisiva, nos encontramos con un producto decente, ideal para ir con niños y sin demasiadas pretensiones.
No es una mala película, tan solo es una propuesta menor de una compañía acostumbrada a explotar todas y cada una de las líneas de negocio de sus productos. Y aquí están más pendiente en vender aviones de juguete que en hacer un cine de animación sorprendente.
Al menos se han esforzado en encontrar una historia diferente y alejada del mundo de las carreras. Pero sin olvidar por el camino, los ideales de superación que siempre han estado presentes en este universo donde los vehículos, trenes y aviones tienen vida propia.
Lo mejor de la cinta es descubrir como los creativos de Disney crean un mundo basado en estos personajes. Los planos del parque nacional son espectaculares, y eso que estamos ante un tipo de animación inferior.
Es un cine que no busca descaradamente al cine adulto, sino que tiene sus miras en el público infantil. Aunque los mayores tampoco saldrán insatisfechos.
Francisco Javier Millan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
7 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller con el marco tecnológico y económico actual, aunque con ciertos elementos de futuro cercano en lo referente al uso de los teléfonos móviles en un mundo globalizado.
No deja de ser un mero entretenimiento funcional repleto de tópicos intrascendentes, cuyo único atractivo reside en reencontrarse con Harrison Ford y con un enorme (como siempre) Gary Oldman, que vuelve a activar el modo villano tras interpretar personajes más heroicos.
Cada vez que Oldman aparece, la película sube enteros, y aunque el duelo interpretativo con Ford se ve un tanto diluido, nos hace disfrutar con bastante plenitud de su despiadado hombre de negocios.
La película nos habla de dinero y de la línea que existe entre el mundo de los ejecutivos y el resto de la población, en una sociedad como la estadounidense donde una de sus mayores lacras es el problema sanitario y social.
El sueño americano de toda la vida pero tirado por los suelos, en un título irrelevante que se ve con agrado y con un buen arranque, pero con bastantes lagunas y tiempos muertos en su tramo intermedio.
Eso sí, produce bastante terror como unos pocos quieren controlar nuestras vidas y nuestra ubicación, gracias a esos dispositivos que llevamos en nuestros bolsillos. Y como el sector de los smartphones y las redes sociales provocan una despersonalización de nuestra sociedad actual y una ruptura completa de todo atisbo de confidencialidad y privacidad.
Pero toda esta reflexión se queda en segundo e incluso tercer plano, ya que no esperéis una película profunda y ni mucho menos un torbellino como el de “El lobo de Wall Street”, sino más bien un thriller “directo a videoclub” con grandes actores secundarios.
Pasará merecidamente desapercibida.
Francisco Javier Millan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
16 de diciembre de 2013
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El regreso a la Tierra Media, tras un año larguísimo de espera, se salda con una película mucho más oscura y repleta de acción que su predecesora, y abandonando en parte, ese aire de cuento que presentaba su arranque, y que tantas críticas negativas había despertado entre algunos.
Peter Jackson y su equipo han ido al grano, sin detenerse en largos diálogos o presentaciones, logrando que el espectador tenga la sensación de estar en el interior de una vertiginosa montaña rusa. La diversión es patente, pero también poner el freno en alguna ocasión no hubiera venido mal. Uno de los grandes valores de la anterior y de la trilogía del anillo, era la vinculación emocional que llegabas a tener con muchos de los personajes. Algo que a tanta velocidad es difícil de conseguir.
La primera hora de esta segunda parte es extraordinaria, teniendo hueco incluso para una prodigiosa escena (la de los barriles) digna del mejor “slapstick” y heredada en parte a lo ya visto en “El secreto del Unicornio”.
La llegada del grupo a ese extraordinario escenario de la ciudad sobre el lago, hace que la trama se estanque, para luego retomarla con igual o mayor fuerza cuando nos adentramos en el interior de la montaña. Un clímax más que alargado, pero que sabe mantener la atención en todo momento.
Martin Freeman, que adquiere un menor protagonismo ante tanto reparto coral, se desenvuelve mucho mejor en el papel de Bilbo, mostrando sus verdaderas armas interpretativas en la escena arácnida y en el enfrentamiento con Smaug, que irónicamente le pone la voz (y la gesticulación) su compañero de reparto en la serie “Sherlock”.
No voy a entrar en aspectos de si se parece o no a la obra original, lo que sí que está claro, es que Jackson adora el universo de Tolkien, y en su desmesurado afán, está intentado enlazar con bastante perfección ambas trilogías, algo que la novela primigenia no lograba, al tener un tono muy diferente a la de la trilogía del anillo.
Si se inventa o no personajes o situaciones por el camino, me es bastante indiferente, siempre he dicho que la Tierra Media y sus aventuras se podrían continuar sin tener como base una novela. Y es posible que con el tiempo ocurra.
El entretenimiento está servido, es una gran película de aventuras, pero con excesivo desapego emocional. Pero si me quejaba hace unas semanas del final abrupto de “Los juegos del hambre”, más de uno, arrancará la butaca de enfrente cuando aparezcan los títulos de crédito en la pantalla.
Ahora solo toca esperar un año más.
Francisco Javier Millan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
17 de octubre de 2014
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lasse Hallström es de esos directores que consigue una empatía especial con los espectadores. Un artesano del drama sentimental que tras probar suerte en el thriller nórdico con “El hipnotista” y con la nada desdeñable adaptación del universo de Nicholas Sparks en “Un lugar donde refugiarse”, regresa al cine que tantos éxitos le ha cosechado. Una marca tan especial que provoca que cualquier tipo de conflicto entre personajes termine siendo solucionado de la manera más mágica posible. No es descabellado afirmar que Hallström está muy cercano al estilo de Frank Capra.
Se hacía esperar una colaboración entre el director sueco y Steven Spielberg, que aquí actúa como productor ejecutivo. Ambos comparten una visión muy similar del mundo y del cine. Además de ser grandes soñadores y defensores de las emociones y el lado bueno de las cosas en tiempos complicados.
En esta ocasión muchos encontrarán una relación temática con “Chocolat”, aunque desprovista de esa marcada sensación onírica que dominaba el relato. Y eso que el pueblo francés está fotografiado con una dulzura que te abraza desde los primeros fotogramas en los que aparece. Aquellos que os hayáis perdido por los pueblos interiores de Francia vais a reconocer sensaciones desde el primer momento.
La película resulta un choque entre la cultura culinaria francesa (obsesionada por el diseño en detrimento del apetito) y la cocina hindú (provista de una explosión de olores y sabores). De todo ello radica el conflicto entre dos actores de sobrada eficacia como son Helen Mirren y Om Puri.
La trama discurre por derroteros comunes pero bien ensamblados, teniendo como protagonista de la misma a un inesperado joven con unas capacidades extraordinarias como chef. Es una película para degustar tranquilamente, con una moraleja final que nos habla de nuestros éxitos y fracasos y del reencuentro con nuestros orígenes.
Y a destacar la banda sonora de A.R. Rahman, con una partitura indispensable para todos aquellos que gusten de la buena música como canalizadora de sentimientos.
Francisco Javier Millan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 53 >>
Más sobre Francisco Javier Millan
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow