El padre vive solo con sus hijos, de la madre nada se sabe. Un día, esta se presenta en casa y le suplica a su marido que la deje volver. Se produce una escena patética en la que la joven se tira de rodillas al suelo y suplica volver con sus hijos, a los que no venía en años. Me produjo tal vergüenza ajena que pensé que aquello no era real, que era una bufonada. Vamos a ver: esta escena encaja en una película de hace cuarenta años, cuando una señora que abandonaba a su familia e hijos perdía todos sus derechos y era señalada por la calle. El director/actor parece olvidar que actualmente las cosas han cambiado mucho; que hombres y mujeres se separan y divorcian con normalidad y que un juez les señala un régimen de visitas a los hijos, que la señora no tiene que pedir permiso de rodillas al padre para volver a verlos. Para que esta estúpida escena encaje en la película hay que dejar al espectador in albis sobre las causas de la misma y por eso en ningún momento se explica por qué la madre abandonó la familia (bueno, el padre dice a grito pelado delante de los niños que la madre se iba por ahí a f*ll*r con otros, como si eso fuera una explicación) y por qué vuelve ahora. Señor director, aun siendo verdad que la madre es una "golfa", actualmente eso no es causa de que no le dejen ver a sus hijos: esta mujer no se habría comportado como una "perdida" que se arrastra por los suelos, habría ido a ver a un juez para separarse, incluso siendo una persona inestable psicológicamente, como se quiere dar a entender todo el rato. Ya solo por querer meter de con calzador una escena absurda de italianada machista viejuna en una película supuestamente actual hace que le baje mucho la nota.

Encima, el remate final es que la madre vuelve a abandonar a la familia y le deja una nota al hijo explicándole que tiene graves problemas y conflictos que él solo entenderá cuando sea mayor. Vale. O sea que visitar a un psiquiatra y poner nombre y tratamiento al supuesto trastorno que padece es también una opción demasiado razonable y actual, mejor hacer parecer a la madre una golfa loca al estilo del cine más rancio.