A penas dos años antes de esta CHACAL DE NAHUELTORO, Richard Brooks firma su alegato contra la pena de muerte de forma sublime, dibujando un perfecto paralelismo entre la frialdad (de ahí el título) de los asesinos con sus víctimas, y la otra frialdad igualmente aterradora que ejerce el estado con dos de sus (como lo llamarían en EL EXPRESO DE MEDIANOCHE) "máquinas defectuosas".

'¡Eh, tío, no estamos aquí para hablar de A SANGRE FRíA!' Vale, vale, perdón por la comparación, pero es que era muy obvio. La película se desarrolla con coherencia, con interpretaciones muy buenas y con una historia atrayente. Pero el mensaje final resulta forzado... (spoiler)

Se lamentaba el infeliz, convenciéndose a sí mismo de lo lícito de la barbaridad que se propone perpetrar. Esto es un planteamiento demasiado simple para tener algo de razón: como me están jodiendo, me endoso una bomba en el torso y me llevo a todos los que pueda por delante. No, no lo comparto, y dudo que ningún espectador lo haga.
Pero otra cosa muy distinta es concederle a su discurso el crédito que se merece, porque en efecto, como muy acertadamente señala el guionista, los judíos llevan haciendo bandera de un victimismo rancio desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que les ha dado, al parecer, carta blanca para un sinfín de tropelías cuyas principales víctimas (palabra peligrosa, por cierto) han sido, al menos en los últimos años, los palestinos. Y claro, alguno por ahí señala que la película "es demasiado neutral", sin pararse a pensar que de no serlo, estaría justificando o bien el asesinato y el terrorismo de unos, o bien la barbarie y la tiranía de otros. Y no es plan.
Estamos aquí, pienso yo, para contar lo que pasa, para retratar lo que hay. Que esté bien o mal, o el millón de soluciones fáciles que se nos ocurren a todos para un problema tan increíblemente complejo, eso es ya otro cantar.

Está claro que algo funciona mal en todo ese berenjenal. Y si combinamos ignorancia y vulnerabilidad emocional (gente joven, vamos), desarraigo familiar, pobreza y encima opresión militar, con algunos muertos de vez en cuando, pues terrorista suicida que nos sale. Especialmente, si hay (que siempre los hay) unos listos que se quedan en la retaguardia rezando por las almas de los mártires caídos y convenciéndoles de hacer cualquier locura que ellos jamás harían (puesto que no son ni tan ignorantes, ni tan vulnerables, ni tan pobres, claro).

Lo que más admiro del film es que en menos de hora y media constata todas estas tribulaciones con una tensión y una veracidad con la que soñarían últimamente en Hollywood, que necesitan más de horas para decir namás que gilipolleces. PARADISE NOW puede que se convierta en un clásico del cine 'alternativo' por méritos de osadía, eficacia narrativa y buenas interpretaciones.

Y el título de la crítica vale tanto para el documental como para toda la lucha libre en general. Este docu está estupendamente bien hecho (sigo preguntándome cómo coño lo hicieron), es entretenidísimo y tiene la rara facultad de dejarte con el ojete roto una semana, y a cuadros, y boquiabierto, y blow-my-mind.

Tiene gracia que dos años antes del estreno de esta especie de capítulo largo de un reality, yo escribiera en Filmaffinity una crítica (la única que hay, vaya) de READY TO RUMBLE, que es precisamente la película que David Arquette publicitó metiéndose en eso del ‘wrestling’, y por consiguiente, la que de manera indirecta afectó tan penosamente a su carrera como actor... y como persona.

El mentado David no está bien de la cabeza (desconozco si es buena o mala gente). Pero el hecho de que él se propusiera, en sus surrealistas circunstancias personales, tomar las riendas de una vida hecha polvo, recuperar la salud y la forma física, y saldar una deuda que tenía acumulada con el mundo de la lucha desde hacía 20 años... me parece admirable como mínimo.

Es algo así como un retrato del lado más desquiciado e inconsciente de los Estados Unidos. Pero no por increíble (en el sentido de difícil de creer) es menos real. Y sí, considero que todo lo que rodea al cojonudo espectáculo del “Pressing Catch” es muyyyy real. Y es obvio que los luchadores de wrestling, tanto amateurs como profesionales, se destrozan de verdad. Y el documental lo refleja muy bien.

No os lo perdáis, está en Filmin. Ahora eso sí, es muy explícito y no se anda con chiquitas; abstenerse impresionables.

Técnicamente, no sería descabellado ponerla en el grupo de cine 'gore' o incluso pornográfico, pues al igual que en esos dos géneros, se recurre al exceso y a la exageración. Peliculilla de adolescentes con moralina de tercera de regalo, consigue su propósito de desagradar e incomodar, siendo además tramposa, inverosímil, falsísima e incongruente. Cansinea que te cagas y hasta que las mismas cosas no se repiten veinticinco veces, no deja de martillearte con ellas, como si el espectador fuera tan imbécil como para no haberse enterado a la primera o como mucho a la segunda... Aunque parece ser, según veo las críticas, que efectivamente lo es.
Luego además, para parecer más serio, o más brillante o más digno de tener en cuenta, ponemos a personas llorando desconsoladamente sin venir a cuento, o algún desnudo integral, que eso siempre da caché... aunque tampoco venga a cuento.

Recordad lo que dijo Gandalf acerca de Gollum (además la comparación le viene que ni pintada): puede que todavía el señor Boll tenga que jugar un papel importante antes de que acabe esta historia, para bien o para mal... La pregunta es cuál.
Bueno, a mí se me acaba de ocurrir que quizá haga esas películas sobre videojuegos tan horrorosas en protesta a las primeras que salieron: SUPER MARIO BROS., DOUBLE DRAGON, etc. Pero claro, comparando, estas últimas son LAWRENCE DE ARABIA y CASABLANCA al lado de las de nuestro (ya sí) amigo germano.
En realidad me parece que es puro exhibicionismo infantil, como cuando tu sobrino de cinco años se llena el cuerpo entero de mierda y se pone a chillar sólo para llamar la atención. La diferencia es que este tipo tiene millones de dólares en su cuenta, con lo cual, la cantidad de mierda untada es mucho mayor, y con cada peli que saca, más gigantesca cada vez. Que a propósito, ¿cuántas es capaz de hacer al año? Le cunde al tío, sí señor.
El dilema filosófico es el de siempre: ¿hay que alentar esta bazofia innombrable y resaltar una y otra vez lo que todos saben ya, que sus "películas" son las peores jamás filmadas? ¿O quizás lo correcto sea ignorarle por completo y no reírle más la gracia? Porque cada vez que alguien pone el grito en el cielo cuando ve estos despropósitos, ese miserable se frota las manos en su casa (y su bolsillo crece de tamaño).
En fin, lo que más merece la pena de sus... voy a llamarlo a partir de ahora 'vídeos', es que dan lugar a un increíblemente imaginativo aluvión de críticas que al leerlas hace que se me salten las lágrimas de la risa.
Y para finalizar, mensaje personal al cabeza hueca de Uwe:
Has propuesto el reto ese de boxear contra ti para aquel que esté en desacuerdo con tu forma de hacer cin... de rodar cosas, ¿correcto? Pues no lo veo bien dado que tú eres antiguo boxeador (supongo que eso lo explica) y tienes ventaja. Lo más justo, creo yo, es que cojamos todas y cada una de tus víctimas (se cuentan por millones, siéntete orgulloso), te atemos boca abajo e introduzcamos por donde ya sabes cada uno una copia de HOUSE OF THE DEAD para más tarde licuar tantas copias de ALONE IN THE DARK (digo estas dos porque son tus obras maestras) como gente inocente la haya sufrido y obligarte a beber el jugo resultante, el cual me imagino ha de ser menos indigesto que el contenido de dichos DVDs. Una vez hayamos terminado y si sobrevives, te dejaremos marchar no sin el juramento escrito, por supuesto, de que jamás volverás a sostener una cámara en tus manos (te las amputaremos por precaución) ni ordenar a otro que lo haga por ti (te cortaremos la lengua, eso por diversión).
Evidentemente, ninguna autoridad ni estatal ni religiosa se opondría.
Por tu culpa Ed Wood se está revolviendo en su tumba el pobre. Quizá se convierta en un zombi y te devore el cereb... oh, perdona, lo olvidaba.