Animación que nos presenta la evolución de la música americana, a la par del crecimiento socio-económico-cultural, desde principio de siglo hasta los ochenta, de la mano de 4 generaciones.

La película es memorable, ya que vemos la evolución de una América, pero siempre a ritmo de música, y como con el paso de los años esa música ha evolucionado, dejándonos un abanico amplio de bailes, pasos y cantantes, que marcaron una época, y que son en cierta forma abanderados de las mismas.

La calidad de la animación, viendo la que disponemos hoy en día, es de segunda clase, pero realmente, en este film, la calidad es lo de menos, lo que importa en el mensaje que quiere transmitir, algo que consigue perfectamente.

Es un deleite para los oídos y la vista, y eso es lo importante, así que sí son amantes de la música, no dejen de verla, disfrutarán.

Paradójica película que nos Dreamsworks, con dos elementos claramente marcados, uno el aprovechar el tirón “Vampiro” y otro, dar papeles a las estrellas “en nómina” que no consiguen la gracia de los grandes directores.

La película nos presenta una pequeña urbanización de Las Vegas, donde se ha trasladado a vivir un vecino muy especial, un vampiro, el cual “chupacuellos” a diestro y siniestro, hasta que el joven Brewster se da cuenta e intentará matarlo.

El guión es un remake de de la obra de Tom Holland del mismo nombre (1985), y destinada completamente al público juvenil, adaptada al momento y la época de forma correcta, pero con un desarrollo flojo, donde existen momentos de auténtico aturdimiento seductivo, siendo repelente y desidioso, mezclados con otros de interés y fascinación, contradicciones que no ayudan a mantener la tensión, y rebaja su calidad.

En cuanto actuaciones, interesantes las más jóvenes, Yelchin y Poots, están en la “onda” pero irreconocibles e incomprensibles las de dos “carcas”, Collette y Farrell, sobre todo este segundo, desde que Alejandro Magno fue encarcelado por excesos, ha perdido su imperio y su séquito, y ahora en su intento por volver a reinar, no le importa el trabajo que le manden, si con eso alcanza su objetivo.

En el aspecto técnico, efectos, vestuario y demás, están muy logrados, llamativos y muy por encima de la calidad de la película.

Por todo lo dicho, es la contradicción en sí, la paradoja, algunos aspectos buenos, otros terribles, que hacen que el espectador, no sienta si lo que ve, es algo digno o algo solo de segunda clase.

Andrew Niccol nos presenta un futuro, con separación de clases bien diferenciado, donde los poderosos viven, eternamente, a costa de la sudor de los pobres, pero la moneda de intercambio, es el tiempo, y un segundo puede marcar la diferencia entre vivir y morir.

Con esa idea, Niccol, nos presenta un marco tremendo, atractivo para los amantes de la ciencia ficción, y del cine. Luego con el desarrollo de la misma, cargado de acción, emoción y sentimentalismo, manteniendo todo orden e impactando, consigue lo que muchas veces se pide, deleite novedoso y refrescante.

Respecto a las actuaciones, Seyfried no ha llenado la pantalla, mediocre calificaría su actuación, en cambio, Timberlake, es otro cantar, papel que encaja perfectamente, y que ha sabido expresar perfectamente, y no es de oscar, pero si para hacer fans.

Otro punto, al ser una historia futurista, se espera que vestuarios y de más objetos futuristas, pero en esta película no aparecen, algo que va en contradicción de una medicina donde te mantiene eternamente joven, no se hayan desarrollado otros campos, pero se perdona, ya que la perfección no existe y si alguna vez existió, desapareció, y es que la agradable distracción que consigue, con eso, basta para disfrutarla. ¡Recomendada!

La quinta parte, volviendo a los orígenes en dos aspectos, consiguiendo reenganchar al espectador nuevamente, y dándole la importancia que tiene a esta genial saga.

La película nos presenta un grupo de empresa que emprende un viaje de trabajo, durante ese viaje uno de los pasajeros tendrá una visión, una premonición nefasta próxima, y adelantándose a los hechos conseguirá salvar a varios de sus compañeros, pero la felicidad de sobrevivir se volverá una angustia por la supervivencia, y el enemigo será la Muerte.

Esta quinta entrega es una vuelta a los orígenes, utiliza la técnica que se utilizo en la primera película que tanto éxito le dió, la de una premonición, escenas impactantes e impresionables, creando conmoción en el espectador, junto con un desarrollo lineal, sin saltos temporales ni flashbacks, manteniendo el orden y la tensión.

Respecto a los actores, todos jóvenes, de segunda clase, los típicos de estas películas, que sí lo hacen bien, pueden conseguir mejores papeles, y aunque no son muy atractivos a las cámaras, cumplen perfectamente, creando la sensación de temor e histeria.

La segunda vuelta a los orígenes, no la comenta, dejo que la descubráis vosotros mismos, interesante para mí gusto, así que sí aquellos que dejasteis de ver Destino Final, continuarlo, la película se lo merece y los que no la conozcan, se están perdiendo una saga tremenda.

Admirable película realizada por Soderbergh, junto a un gran elenco de actores de primera línea, consiguen contagiar al público, el miedo interno, de una pandemia mundial.

La película nos presenta un marco sencillo, un virus mortal aparece en la escena mundial, su contagio a escala mundial, junto al hacer de los diferentes países y organismos, marcan el desarrollo de la misma, pero siempre haciéndolo desde un punto de vista más personal, desde varios individuos, que son los que marcaran el ritmo dramático de la película.

Soderbergh, casi, consigue la perfección, el desarrollo técnico del virus y su contagio, junto a la respuesta de los diferentes organismos, es excelente, se nota que lo ha trabajado y además el nutrido grupo de actores de primera línea consiguen dar ese punto faltante emotividad y conmoción que requiere la película.

Cabe destacar, fotografía, esas imágenes, algunas impactantes, auque podrían haber sido incluso más crueles, de la enfermedad y sus estragos, del miedo a lo desconocido, el desierto urbano y muchas más.

Soderbergh ha hecho una gran película, realista y algo alarmista, pero aún así, ha marcado perfectamente el ritmo y el orden, siendo de esas películas que más que pasen los años se seguirán viendo por el mensaje que manda,... miedo.