Tras el tremendo fracaso de Batman y Robin (película para olvidar), el anuncio de una nueva película de Batman hizo temblar a los fans del hombre murciélago, pero la mano de Nolan (cuya obra cumbre era por entonces la magnífica "Memento") hacía que al final del túnel se viera un tenue resplandor.

Y, aunque no fue la película definitiva, sí que supuso un gran cambio de perspectiva con respecto a las entregas anteriores, demasiado marcadas por el estilo Burton (malogrado sin pudor), dándole la dosis de realismo, el ritmo trepidante y los efectos especiales que necesitaba para mantener al espectador sentado en la butaca del cine.

Es esa extraña habilidad que posee Nolan, de dar la dosis justa de acción, y cuando piensas que está a punto de acabar, cuando dices "sólo un poco más", te sorprende con que aún queda la media hora justa para que salgas del cine tremendamente satisfecho.

No soy capaz de recordar cuántas veces he podido visionar la película. Una y otra vez, cuando era un niño, pedía a mi madre que me la pusiera. Y una vez he crecido, han sido varias veces las que he visto la película, y en ninguna de ellas me he arrepentido un solo momento. Ni un solo bostezo. Mi mente estaba ocupada cantando junto a Simba las canciones, riendo los chistes de Timón y Pumba y llorando a lágrima viva aquellos momentos que marcaron mi niñez.

Seriamente recomendable disfrutarla como niño y como adulto, y así poder exprimir al máximo todo el potencial que Disney consiguió sacar de esta historia, tan sólo igualada por las maravillas de Pixar.

La buena animación, el ritmo fluido y el humor sencillo, junto a los personajes adorables (Agnes y los Minions) y los guiños extendidos (como el último, a Fiebre del Sábado Noche) se ven deslucidos por un doblaje pésimo que quita gracia a la mayoría de los chistes, en especial, de su protagonista. Una pena.

Destacaría principalmente (habiendo visto hasta ahora "Baelor", pero teniendo perspectiva del final del libro y sabiendo qué es lo que se avecina) las apabullantes interpretaciones de Peter Dinklage (Tyrion Lannister), cuyo personaje ha conseguido exprimir a la perfección, Sean Bean (Lord Eddard Stark), Mark Addy (el Rey Robert Baratheon) y la pequeña Maisie Williams (Arya Stark), la gran sorpresa interpretativa para mi gusto, una niña que dará que hablar en el futuro, un futuro que, tras la serie, tendrá perfectamente asegurado.

También, y tras mi reticencia inicial hacia los gemelos Lannister (Lena Headey como Cersei Lannister y Nicolaj Coster-Waldau como Jaime Lannister), así como la pequeña Sansa, Dany y Joffrey (Sophie Turner, Emilia Clarke y Jack Gleeson respectivamente) han supuesto una mejora notable capítulo a capítulo, así como Michelle Fairley (Catelyn Tully, y una actriz como la copa de un pino) y Harry LLoyd (Viserys Targaryen), cuyos aspectos no me convencían en un primer momento con la imagen que me había hecho de los libros. Y podría ir hablando de cada uno de los actores que componen este impresionante cásting, con sus más y sus menos, pero con una calidad que supera lo esperable.

Y no sólo uno se queda extasiado por la calidad del reparto. La fotografía es alucinante (norte de Irlanda, Marruecos y Malta), los diseños de las fortalezas quitan el hipo, los (mejores) títulos de "opening" (que he visto en televisión) son simplemente espectaculares, por no hablar de la BSO que acompaña cada escena y el grandísimo éxito a la hora de adaptar una novela tan densa y con tanta información a un guión de televisión.

Obviamente, no todo es bueno (aunque no todo se puede pedir). Se echan de menos elementos (ínfimos) que han tenido que ser necesariamente eliminados, aunque cada capítulo está repleto de detalles que los que nos hemos leído los libros reconocemos al instante; y lo peor que puedo decir de la serie es el uso (en ocasiones) abusivo del recurso sexual. Los libros no se cortan, pero lo utilizan sólo cuando es necesario, y los productores de la serie han abusado (a mi gusto) del reclamo, aunque espero que, ya que ha habido numerosas quejas a este respecto, reculen un poco y se ciñan a los libros.

En conclusión, me encuentro viendo una de las mejores adaptaciones literarias (tanto al cine como a la televisión) que he visto en toda mi (ya, lo sé, corta) vida, al nivel de lo mejorcito que ha hecho la oh, Gran HBO.