Vale, me gustó el sexto sentido.
Voy a ver el protegido.
Empieza. Grandioso el accidente de tren, esto pinta muy bien.
Sigue. Me gusta la atmósfera que crea este tío.
Espero... algo pasará ¿no?. Pues no.
Decepción.

Pocas veces sales de una sala de cine con esa sensación.
La sensación de haberte metido en una historia. De haber vivido otra vida, de haber sido otra persona, de haber estado en otro lugar, en otro tiempo. Eso es lo que hace que me guste el cine.
Pero además aquí tuve la sensación de estar ante un talento nuevo, de descubrir otra forma de contar las cosas.
Pero además sentí.

Las críticas que he leído lo dicen todo, son perfectas... pero si eres de los que no la conoce o has visto algún capítulo y no te ha gustado sigue leyendo. No te arrepentirás.

Yo he visto todos los capítulos al menos dos veces y tengo la serie completa en casa... me podría dar igual que la gente la vea o le guste... seguiré disfrutando de ella. Sin embargo, hoy me siento solidario. Ahí va mi consejo para gozar de una vida mejor:

- Compra, pide o piratea la serie.
- Pon la primera temporada. ¿Eres del 25% de fieles o del 75% de no me engancha - no tiene gracia?
- Por favor, confía en mi. Ve la segunda temporada. ¿Ya eres creyente o del 50% de me estás vacilando, me descojoné con algún punto pero no es para tanto?
- Haz un salto de fe, a lo Indiana Jones. Mete la tercera temporada. ¿Ya lo has cogío cuñaaaaaaaaaaao o eres del 25% de sonrío mucho, he cogido cariño a George pero no sé a qué vienen las críticas tan buenas?
- Pon la cuarta temporada. Ahí lo tienes, disfruta de la mejor sitcom jamás creada... no me des las gracias. Dáselas a Seinfeld, o a Larry David. O a Julia Louis-Dreyfus, o a Jason Alexander, o a Michael Richards/Kramer/Cosmo/joder qué tío más bueno. Gracias.

- Bogart es cine.
- Pues yo creo que Laurence Oliver es mejor actor.
- Vale, pero Bogart es cine. Igual que Wayne, igual que Grant.

El tío llega a un pueblo de Florida en plan Acorralado (para ver a la viuda y al padre de un colega muerto en el frente) Allí se encuentra con el malo, un Edward G. Robinson en plan soy el puto amo del cine negro y claro, se lía parda.

Qué calor pasas, qué cargado está el ambiente, qué sudores, qué angustia ahí atrapado... y qué tipo el Bogart, hablando (en v.o. confiad en mi) de medio lado, siendo más cínico que Rick Blaine y pegando más tiros que Sam Spade...

- ¿Lo ves? ¡siempre hacía de lo mismo!
- Primero, eso no es verdad (ver la Reina de África) y segundo: ¡qué más da! Bogart es Bogart y a mi me gusta el cine porque quiero ser como él. Y como Wayne, y como Grant...

Lo que le pasa al Sr. Lucas es que, aparte de ser un pésimo director de cine, no tiene ni la más remota idea de por qué triunfó en el mundo entero con su Star Wars. Cualquiera de los millones de freakis de la saga si lo sabía y hubiese hecho una película mejor.

Star Wars caló en los corazones de medio mundo por la épica, por la lucha entre el bien y el mal, por el viaje iniciático, por la fascinación del más allá, por la aventura, por los ideales, por el amor, por el odio... Bueno, y por Darth Vader y los sables láser. El arte va de eso. ¿O pensabas que todo el planeta era memo y te habían hecho rico por la ocurrencia del peinado de la Leia o los efectos especiales de la estrella de la muerte? Ese fue el error amigo (por cierto, coméntaselo a Peter Jackson a ver si él se entera también)

Yo le estaré eternamente agradecido por parir Star Wars e Indiana Jones. Hay que reconocer que sabe cómo ganar pasta. Él y su colega Spilberg se hicieron de oro, crearon lo del blockbuster, el marketing, el merchandising, el "toma trailer guapo, paga la entrada y tragate este bodrio" y la post-venta (qué bien les ha venido el video y los videojuegos) Ellos (y otros) se han forrado a costa de corromper ¿para siempre? el séptimo arte.

¿Lo bueno? gracias a ello millones de personas aprendimos a amar el cine.
¿Lo malo? miles de capullos les han imitado y claro, ahora no estrenan más que basura destinada a niños, teenagers y analfabetos de la américa profunda.


La crítica:

Efectos digitales para el bicho de las orejas grandes que no sabe hablar pero que garantice vender entradas y juguetes a los niños: un puñado de dólares.
Pagar un casting mal elegido pero que me garantice vender entradas y videojuegos a los quinceañeros: otro porrón de pasta.
Empeñarse en dirigir este bodrio cuando estaba demostrado que otros lo hubieran hecho mejor, eliminar cualquier rastro de humanidad y madurez de la historia consiguiendo que nos la pele que mueran uno o quinientos rebeldes y esperar 16 años para destrozar la ilusión de los que fuimos felices con las aventuras de Skywalker: no tiene precio.. Y ADEMÁS ESTÁ MUY FEO.