Licorice Pizza me gustó, aunque no demasiado.
La olvidaré, ne temo. Me pareció errática en cuanto al guión.
Aunque tiene ese punto tipo Érase una vez en...Hollywood, que la hace entretenida, no llega ni de lejos a su nivel.
P.T. Anderson sigue sin encontrar el camino de regreso a casa. Y las "magnolias" del jardín se le están secando.

Tan aburrida como agotadoramente pasada de metraje. Mucha violencia y poco propósito. Cero empatía con los personajes. Reiterativa y abusando continuamente de esos tintes de folclore/leyenda nórdica que, lejos de ayudar a la trama, la ralentizan, la hacen claustrofóbica (toda la peli sucede en un poblado) e interrumpen.
Robert Eggers parece confirmarse como un director de una óptica interesante pero que no sabe rematar, por no estar bien escritos y conclusos, sus guiones. Se les quedan cortos cuando él quiere hacer películas, como esta, de largo metraje.

Hay mucho y buen cine en estos 13 minutos. Emocionante viaje en tranvía que pone el foco en quien vive en la oscuridad. En un colectivo estigmatizado y olvidado por una sociedad excluyente y superficial. Pero también ofrece un rayo de luz, esperanza y calidez encarnadas en María (estupenda Ana Villa). Buen oficio al servicio de una historia que te agarra el corazón, como a los pasajeros/as.de ese vagón, y no te lo suelta hasta los créditos finales (que tampoco tienen desperdicio).

Por más que digan algunas reseñas de críticos, aparte de la fotografía y el niño, poco o nada puede aportar esta película que no te ofreciera (y con creces) Cinema Paradiso.
El argumento es bastante similar, de hecho.
Y luego tiene ese toque entre naif y sensiblero que tanto se da en el cine Indio a la hora de abordar los aspectos dramáticos de la trama así como recalcar lo que es evidente.
Prescindible, la verdad. Y le sobra cerca de la media hora, además.

Acabo de salir de la sala de cine de pasar dos horas estupendas gracias a esta gran película en la que todo, absolutamente todo, me gusta. El guión sobrecogedor, los imponentes paisajes de una Jaén bellísima, la esmerada fotografía, la estupenda música, el sobrio y efectivo montaje y un elenco de actores/actrices que transmiten a la perfección las diferentes fases que los personajes van atravesando en esta película llena de momentos de tensión y cine de verdad.
Enhorabuena porque si no llegase a triunfar en taquilla es porque no merecemos ver más que lo que su joven protagonista ve en algunas de las escenas de este magnífico título (no quiero hacer spoiler).
Muy muy recomendable.