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Críticas de Luis Guillermo Cardona
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Críticas 3.371
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
30 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras casi una docena de películas y ya con grandes éxitos en su haber como: “Out of the Past”, “Champion”, “Young Man with a Horn” y otros, Kirk Douglas aceptó protagonizar su primer western y lo hizo de la mano del director, Raoul Walsh, a quien encargaron un guion de, Walter Doniger y Lewis Meltzer, con el cual se pretendía exaltar el ejercicio del deber.

Acusado del robo de algunas reses y de haber asesinado a, Ed, el hijo menor de Mr. Roden, cuando está a punto de ser ahorcado por los hombres del duro ganadero, el anciano Timothy ‘Pop’ Keith, es rescatado por el sheriff, Len Merrick, el cual cree que es su deber llevarlo ante un tribunal en Santa Loma, donde sea debidamente juzgado. Pero, Mr. Roden es un hombre bastante obstinado y, dispuesto a hacer justicia por su propia mano, se dispone son sus hombres a perseguir a, ‘Pop’ dispuesto a eliminarlo a como dé lugar, dando la impresión de que no cree para nada en la justicia del Estado. Curiosamente, ‘Pop’ también piensa lo mismo, y durante el largo trayecto hasta Santa Loma, su único pensamiento será huir a la primera oportunidad que le brinde Merrick. Pero nos surge una pregunta que tardará en alcanzar respuesta: ¿’Pop’ quiere huir porque no cree en la justicia o porque realmente es culpable y sabe que lo que le espera es la horca?

La trama en esta suerte de road movie, resulta interesante y los personajes protagónicos van tomando llamativos matices a medida que la historia avanza. Al trío de oficiales que se ocupan del prisionero, se sumará Ann, la incondicional hija de este ambiguo hombre y luego entrará a engrosar el grupo otro personaje que mantendrá nuestro interés.

Walsh, consigue ambientar muy bien la historia de, <<CAMINO A LA HORCA>>, y los sets en Estudio resultan bastante creíbles gracias a la acertada iluminación y a la concentración que nos imponen las eficaces actuaciones de Douglas, Walter Brennan (impecable como ‘Pop’), Virginia Mayo, John Agar, Morris Ankrun y el resto del reparto.

Aunque un tanto predecible, la trama funciona bien como alegato contra el linchamiento, al tiempo que cuestiona la ligereza con que, en ocasiones, actúa la justicia. También hace encomio de aquellos hombres de ley que asumen su deber como algo indefectible… y de paso nos endulza demostrando que, el amor puede surgir entre aquellos seres que parecieran harto disímiles.

Un evidente error de continuidad cuando, Ann, está descalza en el río y, al subirla Merrick al caballo, ya está calzada con esos horribles zapatos de hombre que usa toda la película; y algún otro errorcillo que podemos pasar haciendo la vista gorda, poco empañan una trama con interesantes matices psicológicos que vale la pena observar.

Curiosamente, en una entrevista televisada con David Letterman (1986), Kirk Douglas confesó que, “Along the Great Divide” y “The Big Trees” (1952), son las dos películas de su filmografía que se pueden omitir. Entre gustos…

Título para Latinoamérica: <<LOS VIAJEROS>>
Luis Guillermo Cardona
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6
22 de agosto de 2024
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Filmada primero, en 1982, bajo la dirección del italiano, Emidio Greco, “Ehrengard”, fue una película que tomó su base argumental de la novela homónima de, Isak Denisen (Karen Blixen), que se publicara de manera póstuma, en 1963. Pero quizás fue la escasa acogida que tuvo esta versión protagonizada por, Jean-Pierre Cassel, Audrey Matson y Lea Padovani, lo que animó al director danés, Bille August, para hacer una nueva versión de cuya adaptación a guion encargó a su hijo, Anders Frithiof August.

De la escritora, Karen Blixen, ya se habían adaptado con éxito: “Histoire immortelle” (Orson Welles, 1968), “Out of Africa” (Sydney Pollack, 1985) y “Babettes gæstebud” (Gabriel Axel, 1987) y Bille August se propuso sumar otro éxito a su exitoso historial… pero ¿lo logró?

La historia nos cuenta las peripecias por las que tiene que pasar un joven y vivaracho pintor llamado, Cazotte, cuando queda prendado de una reservada, pero interesante muchacha llamada Ehrengard, cuyo padre la protege con marcadas reservas, y cuya primera noche el pintor se propone alcanzar sin antes tocarle un solo dedo.

Interesada en llevar a su lecho a Cazotte, la Gran Duquesa, apuesta su condescendencia a cambio de ayudarle a tener a su lado a Ehrengard; mientras que el pintor deberá ayudar al heredero al trono a que se interese por las mujeres y se case, pues, solamente de esta manera podrá obtener tal honor.

La historia hace eco de las picardías que abundan en ciertos palacios, y August logra lucirse con una aceptable ambientación; una calificada fotografía de Jan Pallesen; una estimulante banda sonora que incluye temas de Mozart, Schubert, Beethoven y Hayden… y un elegante vestuario que fue galardonado con uno de los premios del cine danés. En conjunto, <<EHRENGARD>>, resulta un filme visual y sonoramente muy agradable, pero, necesario es decir que, a la trama le falta dramatismo, una dosis de humor con mayor vuelo… y quizás, una alta dosis de picardía, pues, la historia bien que daba para todo esto.

En las interpretaciones, la única que sobresale es, Sidse Babett Knudsen, quien encaja estupendamente como la Gran Duquesa; pero, el resto del reparto cumple con lo suyo sin mayores exigencias.

La historia transcurre en Babenhausen, Alemania, a comienzos del siglo XIX… y siempre es divertido ver la suerte de líos que se arma la “nobleza”, con tal de hacerse con el poder o conseguir mantenerlo.

A la edad de 65 años, Bille August, sigue dispuesto a mantenerse en activo.
Luis Guillermo Cardona
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8
22 de agosto de 2024
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" 'Al que tiene le será dado'. Estas palabras del Libro de la Sabiduría las puede corroborar cualquier escritor en el sentido de que «a quien mucho ha narrado, le será narrado». Nada más engañoso que la idea demasiado deferente de que, en el escritor, se activa ininterrumpidamente la fantasía con la que crea hechos e historias a partir de un acopio inagotable y sin pausa. En realidad, en vez de inventar, el novelista sólo necesita dejarse encontrar por los personajes y los acontecimientos, los cuales -siempre que haya conservado una elevada capacidad de ver y escuchar- lo buscan sin cesar para que los refiera; a quien a menudo ha intentado explicar destinos, muchos le cuentan el suyo. También el suceso que voy a reproducir aquí, me fue confiado casi en su totalidad y, justo es decir, de una manera completamente inesperada”.

En este fragmento de la introducción que hace el escritor austriaco, Stefan Zweig, a su novela “Ungeduld des Herzens” (La Impaciencia del Corazón, 1939), deja muy bien plasmado algo que es casi inevitable en la literatura (cuento, novela, poesía…): se nutre o se complementa con hechos vivenciales propios o ajenos. En tal sentido, leer o ver adaptada al cine una novela, es conectarse con una experiencia de vida que, un hombre con marcado talento llamado escritor, ha elegido porque en ella ha encontrado valores que merecen la trascendencia: su significado, su recuento histórico, su relevancia moral y otros tantos méritos.

El director de cine toma luego esta historia, hace su propia interpretación (o parte de la que tuvo un guionista)… y entonces decide si ser esencialmente fiel al original o asumir aquellas modificaciones que considera necesarias, sobre todo para darle un cierto sello personal.

Esta es la quinta vez que la novela de, Zweig, ha sido adaptada al cine. Las anteriores versiones las hicieron los directores: Maurice Elvey (“Ungeduld des Herzens”, 1946); Bilge Olgaç (“Merhamet”,1970); Édouard Molinaro (“La Pitié Dangereuse”, 1979); y Sergei Ashkenazi (“Lyubov za Lyubov”, 2013); y es ahora el director danés, Bille August -autor del guion junto a Greg Latter-, quien nos trae esta emotiva versión que, además de estar muy bien ambientada, consigue unas caracterizaciones bastante precisas.

La suerte de complejas situaciones que pueden derivarse de un sentido acto de piedad o compasión, están tan bien definidas como en la novela… y uno siente que tanto, Edith como Anton, lo ponen entre la espada y la pared, no siendo nada fácil definir qué haríamos ante una vivencia semejante. En este conflicto, hay espacio para la amistad, la solidaridad, el afecto… pero también pueden caber el orgullo, las ilusiones, la frustración… y entre todo esto, cobra sentido la acertada frase que, el Dr. Faber, le dice al subteniente, Anton, en uno de sus encuentros: “Sólo viendo más allá de uno mismo y de las necesidades propias, es como se puede ayudar a otra persona”.

<<LA IMPACIENCIA DEL CORAZÓN>>, es un filme pensado para tocar, y quizás impactar, nuestra sensibilidad; la historia contiene la permanencia de las olas del mar, pues, se ha dado, se da en nuestros días… y seguirá replicándose en un mundo donde las desigualdades generan encuentros que no es nada fácil mantener en sintonía.
Luis Guillermo Cardona
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9
22 de agosto de 2024
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Intentando sacar adelante una empresa de café, Karen Blixen, casi deja su vida en Kenia, África, donde pasó largos y fructíferos años (1914 a 1931). Pero, esta aristocrática dama danesa, -opcionada al Premio Nobel de Literatura 1962-, sería conocida alrededor del mundo cuando, en 1937, al fin publica, “Den afrikanske Farm” (Memorias de África), usando el seudónimo, Isak Denisen, por aquello de los prejuicios contra las mujeres. A partir de entonces, sus obras posteriores, en lengua inglesa las firmaría con este seudónimo, y las escribiría en su granja de Rungstedlund, donde pasaría el resto de su vida, pero, añorando siempre sus tiempos en aquellas verdes sabanas africanas, con gente que la apreciaba de veras, y con animales a los que consideraba los dueños de aquel continente.

En la década del 40’, Karen Blixen llegó a tener entre sus planes vender la granja en la que vivía, pero, entonces comenzó a atraer a jóvenes intelectuales que no sólo quedaban impactados por su ilustre ocupante sino por el magnetismo de aquel terruño, y entonces, eran invitados a ocupar aquel espacio como una suerte de salón literario que resultaba una invitación a escribir. Entre estos noveles escritores estuvieron: Frank Jæger, Erling Schroeder y Thorkild Bjørnvig, un apreciado poeta que sostuvo una muy estrecha relación con la escritora.

“Karen Blixen no dudaba en sentarse en el lugar de Dios cuando sentía que debía hacerlo”. Fue esta una frase que escribió Bjørnvig, en su libro de memorias, “Pagten” (El Pacto, 1974), en el que relata sus experiencias con la baronesa, Tanne Von Blixen-Finecke, quien no es nadie más que, Karen Blixen.

Bjørnvig, de 30 años entonces, estaba casado con una bibliotecaria llamada, Grete Damgaard, y con ella tenía un hijo de nombre, Bo. La escritora bordaba los 60 años y cada día perdía más peso afectada por la sífilis que le transmitió su marido (el barón Bror Blixen-Finecke) en Kenia, debido a que llevaba una vida bastante promiscua.

Cuál es ese pacto y qué es lo que sucede entre ellos, es lo que, con marcada eficacia, nos cuenta el director danés, Bille August, en esta notable adaptación que hizo Christian Torpe, basado en la memorias de Bjørnvig y en la novela, “Benedicte” de Niels Barfoed. Los hechos que presenciaremos, pero, sobre todo los fuertes diálogos, son un poderoso llamado a la reflexión, pues, la escritora defiende a capa y espada la libertad del ser humano y su derecho a desarrollar su talento innato. “Te he dado una vida en la que la única responsabilidad es tu vocación”, le dice en algún momento a su pupilo; y en otro instante sostiene: “¿Cómo quieres lograr algo esencial si estás atado a una persona que quiere lo contrario?”

La trama de, <<EL PACTO>>, nos sacude desde muy adentro, pues, la señora Blixen es una suerte de Nietzsche, decidida a romper con cuanta idea y tradición se haya asentado en nuestra sociedad… y puedes estar o no de acuerdo con ella, pero vas a sentir que, sin lugar a dudas, hay mucho de razón -y de coraje- en sus proposiciones.

El calificado reparto lo encabezan: Birthe Neumann (Karen Blixen), Simon Bennebjerg (Thorkild Bjørnvig), Nanna Scaarupvoss (Grete) y Asta Kamma August -la hija del director- como la joven Benedicte.
Luis Guillermo Cardona
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7
14 de agosto de 2024
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La guerra civil ha terminado y algunos oportunistas soldados de la Unión, buscan hacerse con las propiedades de los derrotados hombres del sur (Confederados). El comisionado del distrito, Harrison, y su asistente Cable, están muy interesados en el Rancho S (de Stabborn), pero su actual propietario (el capitán confederado, Colt Saunders), es un hombre recio dispuesto a defender lo que le pertenece.

En el pueblo texano, Saunders conoce a una bella chica llamada, Lorna Hunter (puede advertirse las pistas que van dando los nombres y apellidos de algunos personajes) y desconociendo por completo su turbio pasado, se enamora a primera vista… y se casa con ella a segunda vista, pues, Lorna no se resiste a tener lo que nunca tuvo y a ser lo que nunca fue.

Comienza así un curioso western que tiene más de historia de amor que de película de acción, pero que consigue involucrar varios interesantes temas, debidamente tratados. De un lado, comprobamos la falta de escrúpulos y la mala fe que suele emanar entre algunos vencedores de toda guerra, y en este caso, en la llamada Guerra de Secesión. También se desenvuelve una admirable relación de amistad y lealtad entre, Innocencio Ortega, el capataz del Rancho S, y su propietario Colt Saunders. La hermandad es vista desde esos puntos extremos a que a veces puede llegar; e impresiona también la capacidad de redención y de integridad que puede caber en una mujer que decide rehacer su vida.

Partiendo de una historia escrita por, Leonard Praskins y Barney Slater, convertida a guion por el acreditado, James Edward Grant (“The Proud Rebel”, “The Sheepman”, “Hondo”…), el director Rudolph Maté, tiene aquí otro afortunado western donde, como es habitual en él, de nuevo acierta con su cuidada puesta en escena y su efectiva fotografía.

Tras haber terminado el rodaje de, “Los Diez Mandamientos” (Cecil B. DeMille, 1956), de inmediato, Charlton Heston y Anne Baxter, fueron reunidos de nuevo, y volvieron a atinar con ese choque de caracteres que termina atrayéndose irremediablemente. Colt Saunders, es una suerte de niño grande capaz de transformarse en un hombre recio de fuerte carácter; y Lorna Hunter es una chica de vida alegre dispuesta a convertirse en la más íntegra de las damas… dependiendo de a quien tenga a su lado.

Gilbert Roland (Innocencio), es muy carismático como el capataz-poeta dispuesto a estar siempre en el lado correcto de las cosas y, Bruce Bennett, es el comisionado yanqui… de esos que sólo están para empañar a las instituciones. Mención para el joven, Robert Blake (Rafael Ortega), una década antes de que se hiciera mundialmente famoso como protagonista de los títulos: “In Cold Blood” y “Tell them Willie Boy is Here”, dos verdaderos clásicos del cine.

Nos queda una pregunta que quizás valga la pena responder: ¿Quiénes son las “Three Violent People” (Tres personas violentas) a las que alude el título original?

Título para Latinoamérica: LOS VIOLENTOS
Luis Guillermo Cardona
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