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España España · L'Olleria ( Valencia )
Críticas de Grijander
Críticas 1.060
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
9 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El diario de los muertos es un falso documental que inventa otro inicio para la célebre saga creada como continuación para La noche de los muertos vivientes.

George A. Romero dirige, no podía ser de otra forma. El director más prolífico del cine zombi monta un falso documental en el que se ve el nacimiento del apocalipsis zombi. Junto a unos estudiantes de cine, uno de los cuales vive cámara en mano, Romero nos presenta los acontecimientos con la máxima credibilidad posible, enfrascándolos en un mundo más actual y tirando de cámaras como las de tráfico, de seguridad o imágenes de televisión para dar una mayor perspectiva sumándolas a las que lleva consigo el grupo protagonista. La ambientación está conseguida y Romero lo convierte todo en documental gracias a la voz en off, ya que muchas escenas podrían considerarse totalmente cinematográficas y cobran sentido en el ambiente que las define gracias a la narración de una de las integrantes del grupo. El gore es una maravilla y la capacidad de los protagonistas para adaptarse a las nuevas circunstancias está llevada con bastante realismo. Sin embargo, lo realmente sorprendente y uno de los mejores puntos de la película es la habilidad de Romero para explicar la inmunidad que se adhiere a los personajes a la hora de hacer lo que hacen, así como su capacidad para seguir adelante sin apenas recordar a los que han quedado por el camino.

Joshua Close interpreta al personaje que lleva toda la película la cámara al hombro y, aunque apenas le vemos aparecer en pantalla y nos guiamos más por su tono de voz, hay que decir que tenemos bastante para valorar su trabajo de forma positiva. Michelle Morgan interpreta a la que probablemente podríamos definir como protagonista de la película y, salvo un par de momentos en los que exagera un poco sus gestos, hace una buena labor. En el reparto, dentro del grupo principal, quedan nombres como los de Amy Lalonde, bastante irregular, Shawn Roberts, ligeramente robótico, Joe Dinicol, un poco soso pero correcto o Scott Wentworth, cuyo trabajo se deja notar gracias a una sencillez potente.

Resumiendo: El diario de los muertos es un interesante viaje con notable ambientación y desarrollo y nos llega en forma de road movie y en formato documental que nos da una versión alternativa a los hechos que su director, George A. Romero, nos contó hace ya casi 50 años.
Grijander
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3
2 de noviembre de 2015
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Creep es una película de terror británica que nos lleva al interior de los túneles que conectan las estaciones de metro. Una historia de terror mezclado con misterio que no acaba de decantarse por ninguna de sus vertientes.

Christopher Smith escribe y dirige Creep. Tras un par de cortometrajes, el director de Bristol se lanza a por su primer trabajo de larga duración y lo hace con las ideas claras pero con las formas todavía bastante verdes. Creep no acaba de arrancar en ningún momento y no se vuelve emocionante ni cuando se descubre el pastel. El misterio de diluye rápido con la aparición de la verdad, pero para el espectador es demasiado tarde puesto que el aburrimiento previo ha hecho mella y nos ha apartado ya de lo que pasa en la pantalla. El personaje principal, más que acercarse al espectador, lo que hace es incordiar, insultar la inteligencia de todo aquel que está mirando la película y tratando de tomarle cariño y eso se debe a su incapacidad para mostrar una lógica mínima que encaje con su personalidad, aunque sea, como es el caso, una personalidad aberrante y sin matices. El terror no aparece en ningún momento y los flojos intentos de Smith por crear una atmósfera oscura, sucia y húmeda tienen momentos demasiado infantiles en los que todo se reduce a "el bicho raro que vive en los túneles". El miedo no se palpa y es así porque no se desarrolla y Christopher Smith confía demasiado en que su propuesta consiga, por sí misma, aterrar hasta el punto de hipnotizar sin que el miedo cobre vida o tenga alternativas para mostrarse.

Franka Potente se casca la interpretación más floja que le he visto en su carrera y, eso, en este caso, es decir mucho. Su personaje está estancado desde el minuto uno, pero su trabajo puede que esté todavía por debajo, con una incapacidad para expresarse que la hace prescindible en todo momento. El elenco de secundarios lo forman Vas Blackwood, que es sin duda el más acertado, Jeremy Sheffield con un desempeño desastroso y Paul Rattray con un trabajo que va de más a menos. La criatura está interpretada de una forma un tanto extraña por Sean Harris.

Resumiendo: pese al ímpetu de Christopher Smith por hacer sentir la claustrofobia de los túneles a base de ecos y de cámaras al hombro que persiguen a la protagonista en "planos secuencia" (entrecomillo porque no lo son) un tanto reguleros, Creep se queda en el arsenal de cintas olvidables, de esas del estante del fondo del videoclub. Infantil intento de cine de terror mezcla de psicológico y físico con resultado bastante mediocre.
Grijander
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1
28 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Barridos por la marea es el remake de Insólita aventura de verano, película italiana de 1974 dirigida por Lina Wertmüller.

Guy Ritchie dirige, dicen. Yo digo que aquí quien se la saca es Madonna. Cosas mías, a lo mejor. Madonna dirige la peor película que se le atribuye a la filmografía de su (por entonces) marido y lo hace con una incapacidad para lo que viene siendo todo que no tiene límites. A Madonna se la suda todo, ella es Madonna y si dice que dirige, dirige; y si dice que dirige bien, a ver quién es el chulo que se lo niega. Lo que hace aquí la reina del pop es una calamidad de proporciones épicas. No hay lógica en las situaciones, no hay narración por parte de las cámaras, no hay continuidad ni efecto acción-reacción... ¡Es que no hay nada! Es que cuesta decir algo que no sea eso, de verdad. Es que lo único aceptable que hay son las escenas en la cocina del barco, donde al parecer, Madonna dejó a Guy Ritchie hacer cosas ya que, las cosas como sean (debió admitir ella), era él quien iba a poner su nombre como director en los títulos de crédito.

Madonna protagoniza la película, también. Por si la calamidad de tenerla dirigiendo resultase poca, tenemos que someternos a la tortura de verla actuar. Y lo de actuar es por decir algo, porque podría decir que lo que hace es insultar a los profesionales de la interpretación y no estaría mintiendo en absoluto. Ahora iba a tratar de decir si resulta menos creíble como dictadora ricachona o como desvalida náufraga, pero aunque una cosa parece ir con ella y la otra no, Madonna, como actriz que se sintió, debió intentar meter cosas en ambos lados que, directamente, molestan al espectador. Y mucho. A su lado, Adriano Giannini, que interpreta el mismo papel que interpretó su padre en la película original de 1974, parece el puto Marlon Brando cuando, en realidad, sobreactúa constantemente y escupe al espectador en casi cada palabra.

Resumiendo: puede que Barridos por la marea sea la peor película que he visto jamás. La que tiene las cosas peor hechas desde la primera hasta la última, tal vez. Y me jode. Me jode porque a mí el estilo de Guy Ritchie me gusta y tener esto en tu filmografía es como tener un cáncer que no crece pero no te abandona.
Grijander
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3
26 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Operación Swordfish es un thriller de acción en el que el pirateo informático compite con la espectacularidad de las explosiones por abrirse hueco en la trama.

Dominic Sena, profesional de larga experiencia en la dirección de videoclips, dirige Operación Swordfish. Y se nota, lo de los videoclips, porque el arsenal de cámara lenta que saca a relucir Sena es bastante cutre. El director, que venía de la también videoclipera 60 segundos, se monta aquí un ejercicio en el que la espectacularidad está por encima de la lógica. Su búsqueda de lo efectista parece no tener fin y va desde una escena con un personaje disparando a dos manos desde el coche hasta un sinsentido de ordenador que resulta que es muy potente por el simple hecho de tener muchas pantallas. En ese ordenador, que es la panacea, vemos una de las escenas nacidas del guion de Skip Woods y moldeadas por la infamia de Sena más rocambolescas: un hacker monta un gusano informático haciendo algo como un cubo con forma de gusano. Tócate los huevos, leré lerele lerelerá. La absurdidad de Operación Swordfish parece no tener fin y, cuando nos aproximamos hacia el final de la película, nos preguntamos si realmente alguno de los personajes tiene lógica en su concepción o si hacía falta tanto tomate para un simple par de huevos. Dominic Sena quiere montarse un videoclip a lo bestia y Skip Woods quiere que cada frase sea un golpe de efecto y eso en el cine es una quimera. Pero la ignorancia es muy atrevida y, aquí, uno y otro van sobrados de eso.

Uno de los peores John Travolta que recuerdo protagoniza Operación Swordfish. No hay nada en su interpretación que me haga inquietarme y, lo que es peor, sí hay muchas cosas que me dan bastante risa. Con Hugh Jackman me sucede que está a un nivel tan bajo en esta ocasión que se me hace hasta entrañable su intento por sacar algo positivo de un personaje que se ve envuelto en una situación de vergüenza ajena tras otra (desde la limpieza de sable hasta el bailecito sudoroso). Halle Berry, salvo enseñar chicha, tampoco aporta absolutamente nada positivo y sí trae bastantes cosillas de dudosa calidad. Don Cheadle, que completa el reparto principal, está también lejos de su nivel habitual. Será que un mal guion, escenas de puta risa y un director tan incapacitado para el cine como para aconsejar a los actores resultan ser, al final, losas demasiado grandes incluso para actores bastante correctos.

Resumiendo: Operación Swordfish es una vergüenza de película desde sus pretensiones hasta sus logros. Un montón de pasta tirada a la basura con un elenco de cierto nivel que rinde muy por debajo de su nivel. Dominic Sena no debería seguir puteando al mundo de esta forma.
Grijander
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4
28 de setiembre de 2015
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La visita es el último gran "fenómeno Shyamalan", un producto que ha sabido venderse muy bien en la promoción y que ha despertado la curiosidad del público, logrando convencer a muchos de que iba a ser una gran película de terror.

M. Night Shyamalan, conocido también como Hombre Trampa, dirige La visita. El director nacido en India vuelve a meterse en ese cine que disparó su nombre hacia el estrellato y trata de resarcirse, con ello, de los batacazos que resultaron ser Airbender y After Earth. Shyamalan tiene una capacidad casi ilimitada para inquietar con una imagen e incluso alargar esa sensación hasta conseguir situaciones incómodas. El problema en La visita (y me atrevo a decir que en toda su carrera excepto en El bosque, su mejor película) es que la situación no se convierte nunca en un todo y parece que al final todo lo que propone acaba cayendo en saco roto porque él se preocupa más por el momento que por el global y lo de unir los puntos que definen el dibujo que crea en su mente no se le da demasiado bien. En La visita, Shyamalan tira un poco por el camino del humor en lo que es, sin duda, un homenaje (prefiero pensar eso y no recurrir al término "plagio descarado") a lo que en su momento hizo la saga Scream, incluyendo lo de tener a varios personajes debatiendo sobre conceptos cinematográficos. Craven en Scream daba una lección magistral; Shyamalan, aquí, demuestra que para él solamente existen tres puntos importantes en el cine: imagen, banda sonora y sorpresa final. Son tres puntos importantes, sin duda, pero no los únicos. Hay que contar una historia y hacerlo de forma convincente y cercana al sentido común, entre muchas otras cosas, y ahí Shyamalan patina casi siempre. Pero que sí, que eso no se lo quita nadie: con la imagen es un verdadero genio.

El reparto tiene un resultado demasiado desigual. Esa partida de juegos de mesa que se juega al final y que enfrenta a niños contra viejos no deja ver al vencedor, pero la película deja bien claro que la experiencia es un grado. Por un bando, los jóvenes Olivia DeJonge y Ed Oxenbould nunca llegan a conectar con el espectador, siendo ella la que aguanta el tipo durante bastante tiempo y él, llegando a resultar incómodo. Por los mayores, Deanna Dunagan y Peter McRobbie se prestan a ese terror de situación que propone el director y lo hacen con éxito, con varios grandes momentos de McRobbie y un auténtico recital a todos los niveles de Dunagan. La presencia casi testimonial de Kathryn Hahn se salda con un resultado positivo.

Resumiendo: La visita es otro fracaso de M. Night Shyamalan. El regreso del director a sus orígenes no se traduce en una buena película porque Shyamalan no hacía buenas películas ni al principio, por mucha sorpresa final que haya marcado su carrera. El toque de humor de la película es un pegote que no funciona y la historia se vuelve bastante aburrida y repetitiva. Eso sí: el tipo que monta los trailers de las pelis de Shyamalan tendría que llevarse un Oscar.
Grijander
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