Película cruda y sincera sobre otro de esos episodios vergonzosos en el continente africano de los cuales apenas llegamos a oír. Dirección sencilla y sólida, para que Don Cheadle despliegue todo su abanico dramático. Interesante y emotiva, sin caer en lo que suelen caer otros filmes del estilo (sentimentalismo, panfletarismo, efectismo, etc.). Buen trabajo.

300 es un claro ejemplo de cómo la forma puede serlo todo. Visualmente, es un prodigio, una maravilla, una auténtica gozada. Su cuidada estética y su respeto escrupuloso por el cómic en que se basa dan como resultado una película fascinante y espectacular en sus imágenes. Por momentos, incluso es un film bello (a su manera, claro), de una indiscutible y arrebatadora fuerza.
¿Por qué no le doy el 10? Por dos razones básicamente:
1- Su espectacularidad se torna en varios momentos de la cinta en pomposidad, en recargamiento innecesario, en una excesividad que puede llegar a cansar. A veces da la impresión de que la película se está diciendo "Oh, Dios, cómo me gusto". Cuánto abuso de la cámara lenta.
2- En ningún momento 300 me conmovió. Es una película sin espíritu. No me termina de llegar, de tocar el corazón o las entrañas. No es capaz de darme una razón por la cual recordarla. Es un espectáculo que asombra, pero que no perdura en mi memoria cinéfila.
Pese a todo, 300 merece la pena. Es una película que, ante todo, entretiene. Es un canto a la épica más clásica desde un medio tan moderno como el cómic (los fans enloquecerán), y que tiene su mayor baza en su poderío visual. Lástima que no sea el peliculón de 10 que esperaba.

Entiendo el revuelo que causó El imperio de los sentidos en su momento. Sus escenas de sexo explícito y su espinoso tema (la pasión desmedida que se torna obsesión y locura) son carne de cañón para la controversia. Ahora puede que no nos escandalice tanto, pero sin duda llama la atención. A pesar de todo, el desarrollo es lento, repetitivo y finalmente aburrido. El único interés que tiene es verla pensando que tiene más de treinta años, y así podremos apreciar su atrevimiento.

Estimulante y tensa película sobre un experimento tan interesante como peligroso: simular una cárcel, donde un grupo de personas harán de presos y otro de guardias. Pero lo que puede parecer una manera fácil de ganar dinero y vivir una experiencia diferente, se convertirá en un infierno a medida que los participantes asumen con más convicción de la debida el rol que se les ha asignado.
El punto de partida es muy interesante, y, a diferencia de lo que suele ocurrir con la mayoría de las películas, el film sabe conducir la situación y manejar efectivamente a los personajes. Aunque a veces pueda parecer que se rozan los límites de la verosimilitud, la reflexión que plantea la cinta es certera y precisa: el hombre, en una situación límite, puede reaccionar de maneras imprevisibles. El experimento se interroga sobre el nivel de crueldad y violencia que un hombre puede infligir sobre otro hombre, y las conclusiones no son muy halagüeñas.
El film, no obstante, tiene sus peros, pero no desmerecen demasiado el resultado final. Sobre todo, me parece que el papel de la protagonista femenina es inconsistente, y su relación con el protagonista no está muy bien delineada. A cambio, la dirección es dinámica, los actores saben dar credibilidad a sus personajes en una situación tan hostil y el ambiente de claustrofobia y opresión está muy bien conseguido. Recomiendo vivamente esta película, seguro que será una sorpresa para muchos.

Bella película, preciosista, una delicia visual esta Casa de las Dagas Voladoras. La trama puede resultar simple, irregular y poco sorprendente, pero su estética visual salva todos los peros que se le puedan achacar a esta cinta. Sus espectaculares peleas (por supuesto, siempre con gravedad cero) y su magnífica ambientación son una maravilla para los sentidos. Un film para abandonarse a su belleza y sumergirse en otro mundo.