Planteamiento prometedor desaprovechado hasta la decepción.

Para disfrutar del cine hay que conocer bien cada género y sobre todo entender la propuesta.
Esta película quiere hacernos reír a través del gore, del humor negro y de la sátira. Si no te gusta el gore no tiene sentido verla ni mucho menos juzgarla. ¿Quién se pediría un plato de sepia (o piraña) a la plancha si no te gusta la sepia?

Tiene momentos bien interpretados y escenas emotivas, pero también tiene momentos mal interpretados y escenas excesivamente almibaradas.
El problema lo veo en el guion muchas veces lleno de frases de libro de autoayuda y en la dirección de los actores que no corrige numerosos momentos de afectación o de actuaciones impostadas en el joven reparto. Quizás si hubiera algo más de humor o de puntos de vista de los propios personajes, se suavizaría esa sensación artificial de amabilidad con mensaje. Es una lástima porque sí tiene buenos momentos, pero peca de meliflua, de querer ser dramática o forzadamente emotiva. Tal vez por el uso de la música o de recursos visuales muy manidos (el espejo roto, la fusión del personaje con el actor, la profesora y su sabiduría de tercera...). Falta madurez en el guion, en la dirección y en las actuaciones del reparto juvenil. Como obra nóvel está bien, pero tiene cierto aire de prácticas...
Al final la sensación es de peli amable con personajes simpáticos, lo cual se agradece.
La actriz que hace de profesora es lo mejor de todo (no tanto sus frases).
Y por supuesto valorar que se cuente la historia de un chico trans de una manera cercana y sin dramas excesivos.
De los actores jóvenes destacan la chica rubia, que resulta natural de verdad y Ona, que desprende algo genuino aunque no termina de estar bien dirigida cuando llora. Tal vez se nota que quiere llorar, con lo que vemos más a la actriz que al personaje.
La madre de Joel tiene una escena muy buena: la comida con la abuela. Quizás la mejor escena de todas pues la actriz que hace de abuela también lo hace muy bien.
Por eso digo que va y viene. A veces vemos escenas muy buenas, otras vemos buenas intenciones que no terminan de alcanzar su objetivo.
Aún así, felicidades por la propuesta, necesaria y muy útil hoy en día.

No se salva nada.
Incluso buenos actores como George McKay y Bonneville están sobreactuados y da pena verlos tan perdidos y tan mal dirigidos.

No es la mejor peli de Woody Allen pero con ver la trama de Benigni y la del cantante de ópera ya merece la pena todo el film. Allen demuestra su gran talento para el absurdo. Son dos ideas geniales.
Si además te gusta Roma, disfrutarás de sus calles, plazas y monumentos.
Mención aparte el personaje de Judy Davis. Si ella ya es graciosa de por sí, su papel de psiquiatra es tronchante.
La trama más floja es la de los americanos, pues Allen ya la ha usado de manera muy similar en otras de sus películas.
Muy divertidas las tramas restantes de la pareja de jovencitos inexpertos.
Aunque no sea la mejor, cualquier película de Woody Allen siempre tiene momentos de genialidad y frases desternillantes.