Un satélite de los Estados Unidos cae en un apartado pueblo de Nuevo Méjico, trayendo algo del espacio exterior que ha matado a prácticamente la totalidad del pueblo. Es labor de los científicos del proyecto Wild Fire, encontrar las causas, contener esta situación, encontrar una cura a ser posible y eliminar la amenaza. El proyecto Wild Fire es un grupo de científicos, eminencias en su campo, que son llevados a unas instalaciones subterráneas, con enormes medidas de seguridad.
Esta película de ciencia ficción pone el acento en la ciencia, cuando lo habitual suele ser que se ponga en la ficción. Se hace mucho hincapié en los procedimientos, en las medidas de seguridad, en las pruebas. Es en ello donde creo que radica la fascinación que siento por ella. No hay viajes entre galaxias distantes. No hay hombrecitos verdes tratando de destruir la Tierra. Solo un grupo de científicos intentando entender que es lo que pasa. Las interpretaciones de los actores están a la altura de este clásico. Sin embargo la música electrónica que acompaña la cinta siento que es un poco irritable.
La película sufre por el tiempo pasado. Trata de ser realista. Con tantos años ya a sus espaldas, y por muy avanzada que sea la tecnología usada, hace que todo el equipo que podemos ver parezca antiguo.