Media votos
5,2
Votos
4.600
Críticas
152
Listas
31
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de I m feeling good:
9
6,8
181.873
Romance. Drama. Aventuras
Jack (DiCaprio), un joven artista, gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el transatlántico más grande y seguro jamás construido. A bordo conoce a Rose (Kate Winslet), una joven de una buena familia venida a menos que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quien sólo interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose se enamoran, pero el ... [+]
7 de noviembre de 2008
62 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora parece que hay que volver a defender esta obra maestra de los 90, como hubo que defenderla en su época, cuando los machitos de mi clase acusaban a la trama de “mariconada de amor” y a Leo diCaprio como “maricón mayor del reino”, pues vale, otra vez lo mismo. La cuestión no es intentar cambiar la opinión de quién la detesta públicamente, pese a que reconocen haberla vista varias veces a lo largo de su vida, aunque siempre argumentan lo mismo: “tenía que comprobar si era la misma mierda de siempre”. La cuestión es hacer ver que con esta película se revelan los fantasmas de inmadurez y contra corrientes sin datos con la que nos aburríamos hace diez años, porque no renuevan el discurso, aunque si ostentan más pelos donde la espalda pierde su nombre y gana vergüenza.
Voy a volver a intentarlo:
La historia es, sencillamente, perfecta. Me suelo partir el culo dos de cada tres veces que se dice que es una mierda. La única vez que no me parto el culo es cuando, por razones del duro día a día, tengo bajo mínimos la autoestima, por lo que no siento la autoridad de mis palabras, usadas, dos de cada tres veces, para cuestionar los planteamientos del resto.
De la “mierda” de historia del Titanic hay que puntualizar tres aspectos:
-1º) Lo real, sobre cómo el barco más famoso de la época se hunde en su primer viaje interoceánico.
-2º) Lo ficticio, sobre como una joven y atractiva pareja se enamora, casualmente, dentro del barco, con lo que su destino está subyugado al fin del navío.
-3º) Como lo ficticio y lo real acaban vinculados en diversos aspectos de la historia, en donde se destaca la discriminación de clase propia de la época, perfecto argumento que promueve diversos detalles dentro de lo simulado y lo histórico.
La calidad del primer aspecto es indudable, todo lo relacionado con la “Historia” está tratado magistralmente, por su fidelidad y pasión, el buen uso del ritmo y la profusión de detalles e información. Supone una hora del film, más o menos, en donde sobresalen el capitán del barco y demás tripulación, junto con los efectos especiales que se utilizaron para montar y hundir el barco. Mejor no se podía haber hecho, esto es innegable, quién crea que puede mejorar lo ya hecho, que de un paso al frente con una nariz de payaso. Tres puntos.
El segundo aspecto es el que ha generado, y generará, mayor polvareda. La historia de amor entre Leo y Kate centra esta película, apoyados dramáticamente por la madre y prometido de ella, el amigo de él, más otros viajeros de importancia, principalmente, la gorda venida a rica.
El AMOR, en este caso con mayúsculas, es creíble y humano, porque se muestra complejo y aristado, ni superficial, ni fácil, cocido a fuego lento para que se solidifique a través de las generaciones.
Vemos un enamoramiento lógico entre un chico pobre asombrado por la elegancia de ella, y una chica rica desvencijada por la vitalidad y espontaneidad de él, tan impropia en el encorsetamiento de su clase.
Voy a volver a intentarlo:
La historia es, sencillamente, perfecta. Me suelo partir el culo dos de cada tres veces que se dice que es una mierda. La única vez que no me parto el culo es cuando, por razones del duro día a día, tengo bajo mínimos la autoestima, por lo que no siento la autoridad de mis palabras, usadas, dos de cada tres veces, para cuestionar los planteamientos del resto.
De la “mierda” de historia del Titanic hay que puntualizar tres aspectos:
-1º) Lo real, sobre cómo el barco más famoso de la época se hunde en su primer viaje interoceánico.
-2º) Lo ficticio, sobre como una joven y atractiva pareja se enamora, casualmente, dentro del barco, con lo que su destino está subyugado al fin del navío.
-3º) Como lo ficticio y lo real acaban vinculados en diversos aspectos de la historia, en donde se destaca la discriminación de clase propia de la época, perfecto argumento que promueve diversos detalles dentro de lo simulado y lo histórico.
La calidad del primer aspecto es indudable, todo lo relacionado con la “Historia” está tratado magistralmente, por su fidelidad y pasión, el buen uso del ritmo y la profusión de detalles e información. Supone una hora del film, más o menos, en donde sobresalen el capitán del barco y demás tripulación, junto con los efectos especiales que se utilizaron para montar y hundir el barco. Mejor no se podía haber hecho, esto es innegable, quién crea que puede mejorar lo ya hecho, que de un paso al frente con una nariz de payaso. Tres puntos.
El segundo aspecto es el que ha generado, y generará, mayor polvareda. La historia de amor entre Leo y Kate centra esta película, apoyados dramáticamente por la madre y prometido de ella, el amigo de él, más otros viajeros de importancia, principalmente, la gorda venida a rica.
El AMOR, en este caso con mayúsculas, es creíble y humano, porque se muestra complejo y aristado, ni superficial, ni fácil, cocido a fuego lento para que se solidifique a través de las generaciones.
Vemos un enamoramiento lógico entre un chico pobre asombrado por la elegancia de ella, y una chica rica desvencijada por la vitalidad y espontaneidad de él, tan impropia en el encorsetamiento de su clase.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Pese a que el planteamiento es sencillo, encandilan las dudas de ambos por un amor imposible, ya que ella estaba prometida con un buen partido, con lo que esto significaba a principios del siglo pasado, donde las escalas eran insalvables y los padres estaban al acecho para no permitir que estas reglas fuesen corrompidas. Teniendo en cuenta su juventud, la presión de la madre de Kate nos encarcela junto a ella en la clandestinidad, sin embargo, también nos empuja para animarles a mandar al cuerno lo consuetudinario, ya que el mundo se acaba en su barco.
La huída de ambos está trazada con inteligencia y emoción, a la vez que aumentan sus problemas percibimos como también aumenta su predisposición para superarlos pase lo que pase. Su prometido, un cornudo de los de antes con pistola en mano, recoge lo peor del hombre, lo que más débil le hace, aunque nos engaña a veces y saboreamos su bondad solapada. Por esta razón, en cierto sentido, le acompañamos en su odio a todo lo que no sea él mismo.
El final de lo simulado aparta lo tópico, porque la conclusión feliz desaparece entre las aguas del Atlántico, santificando a un joven actor, muerto junto a mil quinientos seres humanos, casi todos con su misma miseria. Lo normal se fusiona con la maestría. 3 puntos.
El tercer aspecto, donde la realidad y la ficción se dan un beso en la mejilla. Como ya destaqué antes, en el Titanic se hace lógica la unión de clases por casualidad, ya que se podían unir debido al reducido espacio que había. Esta unión no provoca que desaparezcan las dificultades lógicas de la época, aquellos problemas que hicieron que muriesen el 90% de los que viajaban en tercera clase, porque no se habían previsto botes suficientes para ellos.
Uno de los puntos positivos de Titanic, el que la hace grande, es que usó esta prerrogativa histórica como centro del guión, por la fuerza demagógica que posee, con lo que no había cabos sueltos que hubiera que atar. Las dificultades en el camino de los personajes tienen una raíz fidedigna irrebatible: el amor es difícil, ser pobre te hacía la vida aún más complicada por las cuestiones discriminatorias insalvables. Una jovencita pierde el sentido y decide descender de clase en un claustrofóbico lugar, en donde su pasado y status le persiguen, mientras el mundo se sigue acabando. 3 puntos.
Como conclusión, esta película posee todos los detalles que se pueden pedir a un producto artístico: humor, elegancia, emoción, un pedazo de Historia, amor sin barreras, crítica social, carcasa perfecta a base de efectos especiales sin la que esta película sería cuestión de maquetas de cartón piedra. Seguid opinando lo que queráis, pero lo visceral de vuestra crítica sólo responde a una lógica repugnante: la pérdida de santo criterio por asuntos exteriores a los puramente cinéfilos.
La huída de ambos está trazada con inteligencia y emoción, a la vez que aumentan sus problemas percibimos como también aumenta su predisposición para superarlos pase lo que pase. Su prometido, un cornudo de los de antes con pistola en mano, recoge lo peor del hombre, lo que más débil le hace, aunque nos engaña a veces y saboreamos su bondad solapada. Por esta razón, en cierto sentido, le acompañamos en su odio a todo lo que no sea él mismo.
El final de lo simulado aparta lo tópico, porque la conclusión feliz desaparece entre las aguas del Atlántico, santificando a un joven actor, muerto junto a mil quinientos seres humanos, casi todos con su misma miseria. Lo normal se fusiona con la maestría. 3 puntos.
El tercer aspecto, donde la realidad y la ficción se dan un beso en la mejilla. Como ya destaqué antes, en el Titanic se hace lógica la unión de clases por casualidad, ya que se podían unir debido al reducido espacio que había. Esta unión no provoca que desaparezcan las dificultades lógicas de la época, aquellos problemas que hicieron que muriesen el 90% de los que viajaban en tercera clase, porque no se habían previsto botes suficientes para ellos.
Uno de los puntos positivos de Titanic, el que la hace grande, es que usó esta prerrogativa histórica como centro del guión, por la fuerza demagógica que posee, con lo que no había cabos sueltos que hubiera que atar. Las dificultades en el camino de los personajes tienen una raíz fidedigna irrebatible: el amor es difícil, ser pobre te hacía la vida aún más complicada por las cuestiones discriminatorias insalvables. Una jovencita pierde el sentido y decide descender de clase en un claustrofóbico lugar, en donde su pasado y status le persiguen, mientras el mundo se sigue acabando. 3 puntos.
Como conclusión, esta película posee todos los detalles que se pueden pedir a un producto artístico: humor, elegancia, emoción, un pedazo de Historia, amor sin barreras, crítica social, carcasa perfecta a base de efectos especiales sin la que esta película sería cuestión de maquetas de cartón piedra. Seguid opinando lo que queráis, pero lo visceral de vuestra crítica sólo responde a una lógica repugnante: la pérdida de santo criterio por asuntos exteriores a los puramente cinéfilos.