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España España · Segovia
Voto de Bobby:
10
Serie de TV. Comedia Miniserie de TV (2018). 8 episodios. Esta vez Peter y Sam investigan un nuevo crimen en un colegio católico privado, en concreto, una intoxicación en la cafetería producida por el vertido de unos laxantes en la limonada. (FILMAFFINITY)
10 de diciembre de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca una serie protagonizada por adolescentes se había tomado tan en serio a sí misma. Y ya era hora. Las series con temática adolescente suelen dejar claro que su target es únicamente ese, y las tramas suelen ser previsibles, facilonas y estúpidas (véanse los primeros quince minutos de "Élite").

Es un falso documental que continúa la estela de la primera parte, la de las pollas con spray. Esta vez, Pete y Sam son llamados por Netflix para investigar y rodar un nuevo documental sobre un misterioso villano que aterroriza a todo un colegio católico privado de Washington. ¿Cómo? Con caca. Las dos temporadas tienen una presentación digna de elogio.

Todo es adolescente, pero nada es previsible. Los personajes te sorprenden de primeras no solo al no ser idiotas (de nuevo, pagamos el precio de haber crecido con "Física o Química") sino al ser súper poliédricos y carismáticos. Esto no suele suceder. El adolescente en ficción tiene dos personalidades: el estúpido que solo sirve para dar problemas, o el incomprendido más sabio y triste que el mundo que le rodea. Este retrato podría haber funcionado hace años, pero hay que ser realmente tonto para mirar a tu alrededor y pensar que estas generaciones no tienen hoy muchísimo que decir. Y eso hace "American Vandal II".

Los personajes no son autoindulgentes ni caprichosos. Simplemente, están bien construidos. Además, para evitar juicios, renuncian conscientemente a dotar a los personajes adultos de cualquier rastro de protagonismo y se les ventilan en cuanto pueden; pasa por encima de las típicas tramas de novios, fiesta o drogas, y es valiente con lo escatológico, como si todo el código fuera un alegato de rebeldía que es la proclama de la serie en sí misma.

Es un gran acierto: es creativa, es divertida (¡los cliffhangers están súper bien hechos!) y estoy segura de que los creadores se lo han pasado bomba escribiéndola, rodándola e incluso editándola. Las secuencias interlúdicas a modo de documental yanki son lo más. Le pongo un diez porque es que esta idea no se puede llevar mejor.
Bobby
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