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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
6
Comedia Wendell Armbruster (Jack Lemmon) es un hombre de negocios americano que se ve obligado a viajar a Italia, donde su padre ha muerto en un accidente de coche. A pesar de que tratan de ocultárselo, se entera de que su padre tenía una amante, que lo acompañaba en el momento del accidente. Cuando entra en escena la hija de la amante (Juliet Mills), la animadversión entre ellos es instantánea, pero la embarazosa situación se complica todavía ... [+]
6 de febrero de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que se me ocurre destacar en primer lugar es la capacidad de Wilder para realizar un largometraje solvente con las ideas de base que fueran, allá donde sea y como sea, este director sabía poner su humor en la pantalla de forma ejemplar. Hay ciertas excepciones en su filmografía (en lo referente a la comedia) pero no es aquí donde me toca hablar en negativo del genial director, y además, son muy pocas veces las que ocurrió. Por ello quiero dejar claro desde este momento que mi mayor elogio se dirige a un hombre que supo ofrecer una gran cantidad de títulos de humor, la mayoría de ellos más que correctos, sin apenas tropiezos. En este caso con "Avanti!" (me niego a mencionar la película con su inacabable y penoso título en castellano) Wilder echa mano de un Jack Lemmon siempre eficiente a través de lo que es en apariencia una sencilla historia de amor.

He echado de menos a Walter Matthau, como director de ese hotel hubiera quedado estupendo aunque ciertamente Clive Revill brilla a tanta altura como los dos protagonistas. De hecho, ese personaje es el que me ha maravillado desde el inicio, se le pregunta cuándo duerme y él contesta que lo hace en invierno, se le pide que realice gestiones de todo tipo y resulta ser espectacularmente eficiente, aunque tenga que echar mano de contactos diversos, familias, amigos o lo que haga falta. Los embrollos dentro y fuera de ese hotel dan para mucho, puede que sus más de dos horas pesen, no lo negaré, pero son una cantidad de minutos repletos de buenas ideas y buen cine.

Detrás de todo ello hay una pareja que se va enamorando poco a poco, que pasan de la indiferencia absoluta y cierto desdén a compartir habitación, aunque haya un matrimonio por en medio y los cuerpos de sus padres aún no han recibido sagrada sepultura. Me ha convencido la historia por la estampa soleada del sur de Italia, por la capacidad ya mencionada de Wilder de desdramatizar lo justo y profundizar sin complejos si hace falta con la cuestión de la infidelidad, porque de sentimientos sinceros estaban repletos los padres fallecidos, de manera que el matrimonio es objeto de una crítica maravillosa. Me gusta que se vayan a la cama, cómo lo hacen, después de todo lo que pasan... Aunque puede que ese final precipitado con el diplomático estadounidense que lo resuelve todo con una rapidez tremenda no sea el más razonable, ellos, los dos recién enamorados, merecían una mejor despedida.

Pese a todo, más de dos horas de buen humor, no se trata de una película menor de Wilder, es un título que entretiene hoy lo mismo que hace cuarenta castañas, hablamos de un humor raro porque es imperecedero, un humor cuyo máximo exponente lo personifica el director del hotel, todo un lujo de secundario.
Luisito
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