“Source Code” es un ingenioso thriller de ciencia ficción cuyo principal mérito es la originalidad en la confección del guión, mientras que lo peor es que la trama al final presenta algunos baches ilógicos que dan la sensación de argumento no del todo redondo.

Es de agradecer que los guionistas traigan aires frescos a la ciencia ficción, pues hay que reconocer que el guión tiene bastante elaboración, que no resulta simplista y resultón, que nos hace pensar y que nos ofrece bastantes situaciones intrigantes que vienen de la mano de una investigación sobre la identidad de un terrorista, de viajes en el tiempo, de arriesgados experimentos gubernamentales con seres humanos y de situaciones con realidades virtuales y universos paralelos que violan las leyes del espacio y del tiempo.

Eso sí, si bien la creatividad y la originalidad general del libreto cinematográfico es para encomiar, también en el mismo lamentablemente aparecen ciertos pasajes en donde las circunstancias se tornan bastante rebuscadas, hasta llegar a algunos límites donde la propuesta se torna demasiado licenciosa y hasta un pelín absurda.

Es para disfrutar la saludable puesta en escena y algunas ideas lúcidas que van conformando al guión, pero lamentablemente el filme no llega a ser lo impactante que pretende ser porque termina excediéndose en las licencias que se toma y culmina siendo bastante inverosímil. Además los toques románticos que aparecen en la trama están demás.

Otra característica importante a mencionar: es una película que se aboca más a la acción trepidante y a los giros sorpresas del guión que al minucioso desarrollo de personajes.

También hay que decir que la cinta no se ocupa de desplegar muchos efectos digitales, pues se dedica más a intentar desarrollar ideas novedosas en el texto narrativo, y ello es bueno.

En fin, es un thriller de ficción lo suficientemente ingenioso como para mantenerte enganchado a la pantalla, pero no termina siendo lo inteligente que pretende demostrar ser debido a ciertos problemas que el argumento posee con la lógica y a ciertos momentos sensibleros que evidentemente sobran.

Le va un 6, pues a pesar de sus lagunas argumentales y sus excesos en las licencias narrativas logra entretener y se destaca de la mediocridad imperante en estos tiempos que corren, ya que al menos es un producto pensado y con pretensiones de resultar distinto y audaz.