Magical Girl

2014 fue un año muy exitoso para el cine español: '8 apellidos vascos', 'La isla mínima', 'El niño'...éxitos de crítica y público, de todos los géneros. Y dentro de ese grupo de películas destacadas se coló una producción de cine de autor que ha conquistado a gran parte del público, los cuales consideran a 'Magical girl' como la joya de la corona en un año tan magnífico para nuestro cine.

La película de Vermut es extraña, es hipnótica y casi siempre fascinante, es muy intrigante (e incluso lo sigue siendo una vez finalizada). Es una película que no es para todo tipo de público, eso está claro, consigue ser desasosegante. Recuerda en algunos momentos al estilo perturbador de Haneke, de 'Canino' y sobre todo al Kubrick de 'Eyes wide shut'.
Un punto de partida de lo más inocente (un padre le quiere hacer un regalo a su hija que está a punto de morir), pero su desesperación y una serie de casualidades darán como resultado una historia de enredos peligrosos.

Bárbara Lennie ganó el Goya por su inquietante interpretación, y también cabe destacar a José Sacristán (este sólo fue nominado) con un personaje más intrigante aún.

Un film completo, y que pasadas 24 horas sigue dando vueltas en nuestra mente. Objetivo cumplido, señor Vermut.

Seré muy breve. Esta película es maniquea, machista, petulante, predecible, tan artificiosa como vacua, estúpidamente pedagógica ("hola, soy un hombre y sé tanto de las mujeres que os voy a contar lo locas que están y lo manipuladoras que son") y juega la carta fácil de la sordidez como recurso: el director (o quien sea el responsable de semejante mamarrachada) se cree que con un par de escenas más o menos desasosegantes (y que en cualquier caso te ves venir desde el minuto 1) me va a impresionar porque nunca he visto nada igual... Pues no, no me impresiona y no le doy ningún valor a esta tomadura de pelo compuesta sólo para epatar a una audiencia pobre e ignorante.

Ya desde el trailer del la película, creía que la desnudez en la puesta en escena como el estatismo de los actores, iba encaminado a homenajear a Aki Kiarostami, pero, una vez vista, lejos de las metáforas cinematográficas del director finés, Carlos Vermut se entretiene intentando contar una historia... y, la verdad, sin dejar de ver algún acierto, como el hecho de utilizar a Sacristán en uno de sus mejores papeles, pues no tiene que hacer de intelectual, a mí me deja la película un poco planchado. Me falta chicha...

No la has comprendido, me podría decir el guionista.

¿Tú crees? Pues será eso.

La película es interesante, pero iba con tantas expectativas que me dejó bastante decepcionado. Además, Bárbara Lennie susurra mucho y la mitad de las veces no entiendo lo que dice, así que una de dos, o alza la voz o se le ponen subtítulos. Tal vez merezca el Goya porque el nivel en el apartado de actriz principal era muy bajo este año, pero vamos, que en otras circunstancias jamás lo habría ganado. No entiendo a los críticos que dicen que la película es intrigante, porque eso no lo vi yo por ningún sitio.

Entiendo que una película pueda ser malísima pero lo que no logro aún comprender es que alguien puntúe en función del "es difícil de asimilar ya que no todo los públicos son capaces de hacerlo".
Es lenta pero incluso las películas lentas tienen su motivo para serlo (las buenas!) en este caso no hay razón porque no deja de ser un cúmulo de situaciones irracionales con un final desgarrador ... desgarrador porque la pena y tristeza que sientes cuando has malgastado dos horas de tu vida para nada (en las que además pagas, que ya puesto es lo de menos!).
Me siento engañado con este siete con tres que vi previo a haberla visto...