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Érase una vez en América

Drama Principios del siglo XX. David Aaronson, un pobre chaval judío, conoce en los suburbios de Manhattan a Max, otro joven de origen hebreo dispuesto a llegar lejos por cualquier método. Entre ellos nace una gran amistad y, con otros colegas, forman una banda que prospera rápidamente, llegando a convertirse, en los tiempos de la Ley Seca (1920-1933), en unos importantes mafiosos. (FILMAFFINITY)
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Críticas 289
Críticas ordenadas por utilidad
28 de marzo de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es verdad que la película se deja ver, y a pesar de su larga duración no se atraganta, es buen cine, y a los amantes del género les agradará por su puesta en escena y sus soberbias interpretaciones, que en nada desmerecen al guion bien desenvuelto, aunque a veces tortuosos y difícil de seguir por sus continuos flashbacks. La estética es muy buena, con planos muy bien trabajados y una banda sonora magnífica. Tiene detalles en forma de anécdotas que se te quedan en la retina por su gran acierto.
No obstante, el lado "tierno" que todo buen filme americano de la mafia pretende asumir también como propio, deja bastante que desear. Resulta difícil congeniar con una gente del hampa cuyos principios morales en nada deslucen desde luego a los de la propia sociedad en general, pero que no por ello son precisamente un dechado de virtudes morales. Más bien es un sálvese quien pueda. Partiendo de la base que el cine es arte, y tiene que conmover y emocionar, a la vez que entretener y formar, no podemos dejar de lado el mensaje final, y en este caso no acabo de saber bien qué pretende decirnos el director de la película.
Así que como conjunto hay que decir que está bien, pero no esperemos sacar conclusiones excelentes para una película ajustada a lo que se espera del cine negro.
Chakik
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23 de julio de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dudo que se pueda decir más de lo que ya se ha dicho sobre "Érase una Vez en América". 34 años después de su estreno aún continúa suscitando fascinación y admiración, por su complejidad, sus temas, sus casi cuatro horas de duración en su versión íntegra.
Se menciona "El Padrino" como el film de gangsters más grande de la Historia del cine, pero la obra de Sergio Leone posee suficientes cualidades como para ponerse a la altura de la de Coppola...y hasta para superarla.

El director italiano había dedicado siete años de su vida a un género del que acabó haciéndose pionero, el "spaghetti western", destacando títulos ya emblemáticos como "El Bueno, el Feo y el Malo" o "Hasta que Llegó su Hora". En 1.971 dio carpetazo a esto con "¡Agáchate, Maldito!", un film que tenía intención de producir dejando la dirección en manos de Peter Bogdanovich, aunque sus diferencias le llevaron a reemplazarle. Entonces decidió hacer realidad su sueño de trasladar a la gran pantalla la novela "The Hoods", escrita por Harry Grey (en realidad Harry Goldberg), que descubrió a mitad de los '60 y que le dejó completamente maravillado.
Esa fue la causa por la que no aceptase la oferta de Paramount Pictures de dirigir "El Padrino" (que cosas tiene la vida), porque estaba inmerso en conseguir los derechos de autor del libro, escribir la adaptación, lo que hizo en colaboración con otros seis guionistas (entre los que se encontraban los grandes Leonardo Benvenuti y Piero de Bernardi), y preparar la producción del film. Todo ello abarcó más de diez años de planificación; Leone ya podía empezar a cimentar la que sería su obra maestra por antonomasia.

"Érase una Vez en América" nos lleva a través de tres décadas claves para la historia el país, los '20, los '30 y los '60, en eso que explora el ascenso y la caída de cinco jóvenes unidos por una profunda amistad que escogieron la vida criminal en una Norteamérica que comenzaba a levantarse gracias a la corrupción, la violencia, la codicia, la traición y, sobre todo, el dinero. Si Sergio Leone consiguió hacer historia con sus desmitificadores "westerns" que rompían con el estilo clásico y seguían una línea crepuscular, en esta ocasión se centra no sólo en rendir tributo de la manera más honesta y solemne al cine negro y de gangsters de toda la vida, sino que lo hace, al mismo tiempo, desnudándolo de su encanto.
Como si su cámara fuera un puñado de papel de lija, se dispone a escarbar en lo más profundo del cínico, descorazonador, peligroso, misógino y romántico mundo criminal, revelando tanto lo más fascinante como lo más repugnante, en el que nos metemos de forma trepidante y brutal desde el mismísimo comienzo. Pero la aventura épica de "Érase una Vez en América" se apoya en la visión tan trágica y poética que sostiene el director, enfrentando de manera constante, y a lo largo de toda la película, humor y drama, amistad y traición, lealtad e hipocresía, violencia y amor.

Leone usa esto sirviéndose de la estructura no lineal de la trama, vista a través de los ojos de "Noodles": vamos hacia adelante y la sensación es de melancolía y soledad, regresamos a los tiempos de juventud del protagonista (lo que evoca a la secuela de "El Padrino", cuando se nos narraban los comienzos de Vito Corleone) y predomina la nostalgia, el humor y la pérdida de la inocencia. El director no deja de lado su humor retorcido, sus recursos tanto técnicos como estilísticos ya clásicos (esos movimientos y "zooms" de cámara son sólo suyos) y su empeño en ofrecer una riqueza visual abrumadoramente bella y precisa hasta el extremo, ensalzada por la magistral banda sonora de Morricone.
Pero el film se diferencia de otros del mismo género por ese truco que lo impregna de extrañeza y misterio: ¿es el final un "flashback" donde "Noodles" recuerda que vivió tiempos mejores y más dichosos o quizá viene a indicar que todos los hechos sucedidos desde los años '30 en adelante son producto de una alucinación provocada por el opio? La incógnita aún se mantiene.

Memorable el reparto del que goza la película, con unos soberbios Robert DeNiro, James Woods, Elizabeth McGovern, Tuesday Weld, Larry Rapp y James Hayden, seguidos de los conocidos Joe Pesci, Burt Young y Treat Williams; increíble también la labor de los jóvenes Scott Tiler, Rusty Jacobs, Adrian Curran, Brian Bloom y una preciosa Jennifer Connelly que daba sus primeros pasos en el mundo del cine.
Desgraciadamente, como ocurriera con "Blade Runner" o "Dune", el film de Leone sufrió una serie de tijeretazos y modificaciones para su estreno en EE.UU. que acabaron desgraciándola por completo, provocando un fracaso de taquilla que hundió en la frustración a su director. Gracias a Dios hoy en día podemos disfrutar de ella en su versión original. El tiempo transcurre, pero "Érase una Vez en América" no envejecerá. Y es que es tan grande, tan épica, tan descorazonadora, tan abrasiva, tan elegante, tan completa en todos los sentidos que se hace irresistible para cualquier amante del cine en general.

Leone nos dejaría a los 60 años a causa de un infarto, pero su legado sigue estando muy presente, sobre todo el que dejó su última película, una obra maestra absoluta del celuloide, y en mi opinión, con mis disculpas a Coppola, la mejor película de gángsters jamás realizada.
Chris Jiménez
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26 de febrero de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Me encanta la peste de las calles. Me hace sentir bien. Me gusta su olor. Me abre los pulmones."

Sergio Leone volvía a las pantallas tras 12 años de ausencia para cerrar su "Trilogía de América", formada por 'Hasta que llegó su hora' (1969), 'Agáchate, maldito! (1971) y 'Érase una vez en América' (1983), de casi cuatro horas de duración, siendo esta la más larga y lánguida de las películas del director italiano.

Quizás careciera de la fuerza y la creatividad de sus viscerales y estilizados Spaguetti Westerns pero su cambio del desierto por el Lower East Side neoyorquino de principios de siglo y su homenaje a las historias de gánsteres es una auténtica obra de arte cinematográfica. La historia transcurre en tres épocas específicas - 1921, 1933 y 1968 - acompañando a varias generaciones de mafiosos judíos, sus amores, traiciones y desencuentros. No glorifica en ningún momento a los protagonistas, no hace de ellos héroes, muestra claramente el alto precio que han tenido que pagar por su estilo de vida.

Técnicamente es una película sobresaliente. Una ambientación fría y plomiza, ominosa por momentos, a través de la fotografía de Delli Colli y la marcada música nostálgica y melancólica de Morricone. La maestría narrativa de Leone ofrece al espectador un puzle obsesivo, un virtuoso montaje de tomas retrospectivas. Una película de gánsteres ambiciosa, de estructura dispersa, penetrante, frustrante y provocadora. También una investigación cinemática del tiempo, cómo pasa, cómo se recuerda y cómo se percibe el futuro.
Paco Garrido
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13 de abril de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película cuenta la vida de "Noodles" y sus amigos, unos chavales pobres que terminan convirtiéndose en unos de los grandes mafiosos de Nueva York gracias a la "ley seca".

Es una de esas películas que requieren de un revisionado: la primera vez dejándose llevar y disfrutar escena por escena y pasándolo bomba, el problema es que, si eres tan tiquismiquis como yo, habrán cosas que te chirriarán y puede que te terminen sacando de la película; la segunda revisión de manera más analítica, fijándose en los detalles, dándose cuenta de las incoherencias que se nos pasaron la primera vez y comprendiendo la realidad...

Me he leído un montón de críticas aquí y me atrevería a decir que más del 90% de la gente no ha pillado de qué va la película. Sin duda es debido a la gran cantidad de flashbacks y flashforwards de los que el director termina abusando. Comento en Spoiler porque realmente el guión es muy sencillo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mazaldeck
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6 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay que comentar sobre esta "monumental" pieza del séptimo arte, entonces nos referiremos a la versión original, extendida, sin cortes, que dura 3 horas 49 minutos para ser exactos.

Leone y Morricone juntos de nuevo. Ésta vez sumergidos en la norteamérica.

Basada en la novela "The Hoods" de Richard Grey, ésta película de gangsters de Sergio Leone, es concebida por muchos como una obra maestra. No la considero así, pero se a ciencia cierta que se trata no solo de una buena película sino además de una muy buena. Creo que tiene problemas de narración que debieron haber sido cubiertos en esas casi cuatro horas de runtime.
De Niro y Woods estaban en su cúspide ya por esos mediados de los 80 así que no hacen más que darnos una clase de como se debe actuar. Y si tienen buen ojo, reconocerán nada más y nada menos que los primeros pasos de una Jennifer Conelly que ya daba muestras de su belleza y de su protagonismo en el mundo del cine.

Lección de dirección y montaje, puntos fuertes por defecto siempre que hablemos de Leone. Problemas de secuencia en el guión. Cinematografía excelsa y con paleta de colores que nos recuerdan a la segunda parte de la trilogía de "El Padrino", y banda sonora inolvidable compuesta por Morricone.

De las mejores películas de amistad y de gangsters que hay en stock.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Arkansus
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