Curve: La curva de la muerte

Era el año 2001, cuando un desconocido Ian Softely nos sorprendía con la película K-Pax, en la cual mezclaba de
forma asombrosa ficción y originalidad. Tendríamos que trasladarnos al año 1994 para encontrarnos una más que
interesante Backbeat, una biografía de la exitosa banda The Beatles. A partir de aquí, salvo las nombradas y se
podría rescatar del 2005 La Llave del Mal no encontramos ya nada que merezca la pena destacar de su director. Entrando en materia y juzgando Curve, no he encontrado nada que me haya conmovido. No cabe ni incluir a su
favor la coletilla "para pasar el rato". Todo hace aguas en la historia que nos quiere mostrar, el ya consabido psicópata de turno que malinterpreta Teddy Sears que no es capaz de salvar el naufragio. Se hace torpemente larga y pesada ya que casi tres cuartas partes de la cinta contemplamos al personaje interpretado por Julanne Hough atrapada en su coche volcado y del que no logra salir tras un accidente provocado por el extraño hombre que hacía un rato se había ofrecido a acercarle al pueblo más cercano.
En definitiva otra más del clásico "yo estoy más zumbao que nadie" y hago lo que hago porque no tengo otra cosa
que hacer. La moraleja que desprende su final es la de que el karma curiosamente muchas veces se vuelve en tu
contra. Para semejante tostón sólo puedo darle un 3 y gracias a la voluntad y el empeño que le pone su actriz.

¡No! no es lo que dura la película, ¡menos mal! No se si soy yo o es esta película que trata de agobiarte y de que lo pases mal en determinados momentos, con recursos narrativos efectivos para la causa, pero sin ninguna novedad.
La película arranca como el clásico telefilme que suelen echar, después de comer, los fines de semana en cierto canal al que no nombraré. La acción no tarda mucho en suceder y con ello la falsa sensación de tensión que me hace darle al mando una y otra vez para comprobar cuanto queda de sufrimiento, el mio claro.
Durante la trama de la película, que se sucede con la protagonista dentro del coche, en lo único que pienso es: "que bueno Danny Boyle, con sus 127 horas, ahí si que lo pasé mal". A partir de ese momento no puedo evitar compararla, a pesar de no tener mucho en común, sin embargo, eso es lo que me hace bajarme del suspense que Iain Softley querría haber implantado en el espectador.
Ya llegados al final y a su reveladora última escena, ni siquiera genera en mí una percepción positiva a lo que acabo de ver; percepción positiva que si que me deja el antagonista Teddy Sears, a ver cuando da el salto definitivo a la gran pantalla, creo que los personajes con pasados turbios los clava, ya sea haciendo de Zoom en "The Flash" o de asesino en serie en "Curve".

A.D.

Una mujer viaja de San Francisco hasta Nevada para casarse, pero en un momento se desvía, y luego se le para la camioneta en la que se transporta, un desconocido la ayuda, y en agradecimiento, decide acercarlo, hasta que luego se da cuenta que es un psicópata, decide arriesgarse, haciendo que la camioneta vaya hacia el barranco, quedando atrapada dentro.
Película que mezcla 2 géneros, el de supervivencia, y el thriller, aunque la verdad que no lo hace muy bien.
No se entienden por qué el tipo que es un psicópata, se limita a burlarse de ella, y poco más.
Tampoco ayuda que la mitad de la película la protagonista esté sin poder moverse.
La historia no sabe tener la tensión necesaria, y se vuelve un compendio de golpes bajos de todo lo que la heroína debe pasar para sobrevivir, y recién logra cierta tensión en los minutos finales.

De esta Curve no cabía esperar mucho. A poco que uno haya visto cine y con escasos minutos de metraje ya se intuye lo que vamos a encontrar. A medio camino entre el survival de videoclub, la sobremesa de Antena 3 y un capítulo de "El último superviviente", Curve tenía pocas papeletas para que invirtiera mi tiempo en ella, pero...por algún motivo la película logró llamar mi atención.

Resumiendo: niña pija con bodorrio a la vuelta de la esquina, alguna que otra duda al respecto y un largo trayecto en carretera en el que el coche que le presta su prometido y el móvil fallan como mandan los cánones. Llega un tipo andando que pasaba por ahí a echar una mano...y el resto lo dejamos a la imaginación.

Y es que Curve no deja de ser mediocre, pero resulta memorable por una frase que lo cambia todo, la que le dice el hombre a la chica en pleno trayecto (spoiler):