Game of Thrones (Serie de TV)

No hace falta esperar a que hagan tres temporadas de la serie, ni que la crítica encauce tus ideas acerca de esta nueva serie. Únicamente déjate llevar, siéntate disfruta de la magnífica historia que nos brinda la gran hacedora de series que desde hace muchos años (The Wire, Los soprano, True Blood, Hermanos de Sangre, The Pacific, Generation Kill, Treme, Boardwalk Empire, Carnivale, Oz, Roma, Six Feet Under, Sexo en Nueva York) nos ha regalado el mejor producto televisivo que jamás haya existido. Durante muchos años se han atrevido con todo: Mafia, delincuencia, dramas carcelarios, incluso les salió bien la jugada con los vampiros, pero no se conforman con eso, después de firmar los, para mi, tres mejores exponentes del cine bélico, a saber, The Pacific, Hermanos de Sangre y Generation Kill, o la mejor serie que he visto jamás, The Wire, decidieron que un drama medieval ambientado en un mundo oscuro y tétrico era algo que tenían que hacer y lo hicieron. Cogieron a un experto en la materia, Timothy Van Patten (si tienen un segundo pinchen en el enlace y vean lo que es tener una carrera cinematográfica pasando desapercibido) y a dirigir.
Chapó por los actores, en especial Sean Bean. Todo aquel que tenga memoria cinematográfica recuerda lo mucho que nos hizo disfrutar con su papel de Boromir en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Magnifica ambientación. Escenarios creíbles, muy del estilo de la trilogía de Peter Jackson, pero menos brillantes y coloridos.
Buen guión, portador de una trama lenta y pesada, que te enseña paso a paso lo que es la vida en ese mundo, deja mucho trabajo al espectador. Eso me gusta.
Sólo hace falta esperar un poco y certificar, si el piloto no te convenció, de una gran serie sólo al alcance de la HBO.

Diez episodios han servido a “Juego de tronos” para asumir su lugar en la historia de la pequeña pantalla y cambiar de golpe y porrazo lo que se entendía hasta principios de año como fantasía medieval en el medio audiovisual. El desmesurado éxito de “El señor de los anillos” de Peter Jackson había llevado a que casi todo producto del género presentase a criaturas de la mitología más común, la de Tolkien: orcos, humanos, elfos, etc. La saga de libros de R.R. Martin huye del efectismo y ‘sólo’ presenta familias y clanes, enfrentados por el dominio del mundo de Poniente. Así que al final lo único verdaderamente sobrenatural es que la HBO haya podido convertir su material en un soberbio ejercicio cinematográfico (porque esto no es televisión, es HBO –cine-) y contentar, al tiempo, a gran parte de los seguidores de las novelas, convirtiendo en el proceso a todos aquellos que aún no lo eran.

Apenas son unas horas las que separan esos últimos créditos a ritmo del soberbio vigésimo noveno corte musical de la banda sonora de Ramin Djawadi (“Finale”) del momento en que escribo esta crítica, pero estoy convencido de que pasará el tiempo y la sensación será la misma, la de que HBO ha vuelto a conseguir, con talento, habilidad y fuerza imponer su sello a una obra que en otras manos se habría convertido en “Xena” y que gracias al empeño de un equipo humano de primer nivel se ha destacado como la revelación de la temporada. Poco importa que no te guste la fantasía, te atrapará por su trama. ¿Qué no te atraen los duelos familiares en ambientes medievales? Te reto a ver la serie, no tardarás en cambiar de idea. La rivalidad entre los Stark y los Lannister es el eje sobre el que todo gira pero hay mucho más en lo que fijarse, un par de docenas de personajes entre los que se destacan geniales creaciones como el sobresaliente Tyrion interpretado por un (como suele ser habitual) sobresaliente Peter Dinklage, pero no es el único: Headey, Bean, Clarke, Glen, Addy… todo el reparto da lo mejor de sí y consiguen que aprecies u odies a sus creaciones con un simple gesto, una simple mirada, o una frase entonada de la forma apropiada (imprescindible en versión original).

“Juego de tronos” llega para quedarse. Su primera temporada empieza alto y culmina aún más arriba y eso da miedo, porque será el próximo año, con la T2, cuando tenga que demostrar si puede mantener el nivel y cerrar las subtramas que ha dejado abiertas. Estando detrás la HBO lo raro sería que no lo lograse, pero nunca se sabe, y eso que el final de la T1 es tan bueno que se permite cerrar historias y arcos sin miedo a quedarse sin material para cuando “llegue el invierno”. Así que por ahora sólo puede aplaudirse bien fuerte, porque el mejor cine de lo que llevamos de 2011 está condensado -y al alcance de cualquiera- en casi diez horas vibrantes y valiosas ‘made in HBO’. Si no la habéis visto, no dudéis: premiará vuestro tiempo con puñados de secuencias para el recuerdo.

La serie tiene sus errores y algunos actores desentonan un poco, pero la gran mayoría son excelentes y encajan en el papel, especialmente Arya Stark, que parece que haya sido engendrada en un laboratorio con el fin de hacer su papel en la serie, o su instructor Syrio. Daenerys al principio no me gustaba pero cada capitulo que pasa la encuentro más atractiva y metida en el papel.
Por otro lado el doblaje al español baja muchísimo la calidad, es muy recomendable verla en versión original con subtítulos si de verdad quieres disfrutarla.

A los que le dan un 3 o 4 a la serie les recomiendo que se dediquen al cine porque si consideran esta adaptación semejante porquería (dando esa nota) es que son sin duda unos grandes genios que se ocultan en el anonimato para que no se les echen encima hordas de fans pidiendo autógrafos por el gran trabajo que no han hecho nunca.

Viendo Juego de Tronos no queda sino admitir que, aunque en España empieza a perderse el miedo a los grandes presupuestos, la fantasía y la aventura, aún nos queda mucho, muchísimo por hacer, por practicar y por aprender.
Cualquiera que investigue un poco en mis críticas verá que he valorado y valoro muy positivamente dos series recientes españolas como son Águila Roja e Hispania. Si lo hago es por varias razones: me entretienen, técnicamente están bien hechas, algunos personajes y tramas me apasionan, tienen muy bien aprendidas las lecciones de los clásicos del género y, sobre todo, suponen una apuesta (más o menos acertada) por hacer algo nuevo en la ficción española. Ni lo voy a negar ni me voy a avergonzar de decirlo: Águila Roja e Hispania son dos series que veo, y que me gustan. Me gustan mucho, de hecho.
Pero intentar compararlas con Los Tudor, o con Juego de Tronos, es un disparate (y ésto va por ciertos sectores de fans enfebrecidos que tienen, sobre todo Águila Roja...). Primero, porque no tienen nada que ver. Y segundo, porque aunque lo tuvieran, no habría comparación posible.
Todo en Juego de Tronos es de una perfección que asusta. Perfección formal, y ya les vale, con 60 millones de presupuesto para hacer la temporada. Los exteriores son alucinantes; los vestuarios, majestuosos; los decorados, soberbios; los efectos visuales dejan con la boca abierta (el Muro es simplemente increíble).
Perfección narrativa. Me parece enormemente admrable el trabjo de David Benioff, el autor del desaguisado de Troya, para presentar todas las tramas y todos los personajes de las novelas de forma muy fiel a las mismas, pero a la vez asequible y sencilla para los neófitos en la materia. Y qué historia.... CdHyF es una gozada para quienes disfruten de las historias de traiciones, reinos, caballeros, grandes pasiones y líos de familia.
Y perfección actoral. No hay ni un solo actor fuera de lugar, y todos son perfectos para sus personajes. Destaco especialmente al siempre excelente Sean Bean, Michelle Fairley, todos los niños (soberbios) y, cómo no, a mi amado Peter Dinklage. El porqué él, uno de los mejores actores del mundo, trabaja tan poco y casi siempre en roles descritos como personas con su condición física, es algo que me atormenta. Con una mirada, con su preciosa voz, con su carisam, dinkage ya lo dice todo sobre su Tyrion Lannister. La única a la que veo algo atrás es a Lena Heady, quien, a pesar de ser físicamente perfecta para el papel de Cersei, no cambia la única expresión de su cara le pase a su personaje lo que le pase.
Amigos, disfrutemos con Juego de Tronos. Porque, ante un producto tan redondo, no puede hacerse otra cosa.

Quiero hacer una defensa de esta magnífica serie desde el punto de vista de un cinéfilo profano en el mundo imaginario de "Canción de hielo y fuego". Soy un fanático de "El señor de los anillos" y de J.R.R. Tolkien desde que jugaba a rol en la adolescencia allá por los años 80. Sin embargo, tengo que reconocer que nunca hasta ahora había oído hablar de George R.R. Martín y de su saga. Desde la objetividad y falta de predisposición que este hecho me otorga, quiero manifestar mi satisfacción después de haber visto los tres primeros capítulos de esta espléndida serie de televisión, porque es exactamente eso, una serie de televisión lo que estamos viendo y lo que tenemos que criticar, y desde mi punto de vista es muy buena y punto.
Criticar no significa encontrar defectos en la adaptación del libro, si este tiene 2 años más, si la otra tiene el pelo oxigenado, para eso ya están los programas del corazón. Yo leo asiduamente esta página para informarme y para leer críticas de muchos aficcionados como yo que considero serios e inteligentes y que nos dedicamos a ver cine o series en vez de los mencionados programas de cotilleos, por lo que ruego a todos que nos centremos en criticar las series y películas en el correcto significado de la palabra "crítica".
A mí me encantaron las tres partes de "El señor de los anillos", y los 3 capítulos que llevo vistos de "Juego de tronos" también me han encantado, tanto o más que la adaptación de Peter Jackson. Pero eso no lo utilizo para desprestigiar a una basándome en la otra o viceversa. A mí me encantan ambas y ójala que hubiese muchas más, unas mejores y otras peores, pero todos los aficcionados al genero deberíamos de estar exultantes porque se produzcan series y películas de calidad en este ámbito, que para los que tenemos algunos años, sabemos que estuvo durante muchos años completamente olvidado.
Ahora tenemos productos que aparte de disfrutarlos los fanáticos del genero, también los disfruta el gran público por su elevada calidad y tenemos que rezar para que no acabe y para que siga habiendo empresas como la HBO que apueste por ofrecer contenidos de calidad.
Sencillamente quiero decir que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa, y en mi humilde opinión, recomiendo a todos los cinéfilos y serieadictos que no se pierdan esta extraordinaria producción ya que no encontrarán muchas así.