Ray

Dos historias de dos hombres. Por una parte el Ray que todos conocían en un principio: el artista ciego de color que se hizo a sí mismo y el adicto, el personaje que daba rienda suelta a sus deseos para evadirse de su realidad. Intensa la historia y excepcional la actuación de Jamie Foxx; su magistral interpretacion de los éxitos de Ray es otro de los muchos alicientes para disfrutar con esta película.

La película que narra la vida del cantante, compositor y pianista Ray Charles,contó con la actuación de un novedoso y a la vez sorprendente Jamie Foxx en el papel del pianista americano, la cual podría definir de una manera simple y breve como...excepcional; sin duda el cine es capaz de hacernos llegar un mundo totalmente increible y lleno de posibilidades, y en este caso es Jamie Foxx quien con su magnífica interpretación hace posible el milagro de no sólo conocer la vida del artísta sino de conseguir ver al mismísimo Ray Charles actuando en pantalla. Una brillante capacidad de mimetismo que lleva a una genial reprodución de gestos, movimientos, expresiones e incluso voz de Charles; consigue revivir y transmitir la vibración que el propio Ray hacía llegar al público en sus actuaciones, haciendo geniales interpretaciones de éxitos como " Hit the road Jack", "What'd I say"," Aleluya, I love her so" o la mítica "Georgia on my mind".

Sin duda una película que destaca por su gran valor y contenido interpretativo , en la cual Jamie Foxx ha sido capaz de resucitar durante algo más de 2 horas a uno de los grandes mitos de la música americana que supo romper moldes con el Jazz, el Country y su genial combinación de música Godspell y Rhythm & Blues.

Una película como dije antes, recomendada para amantes del buen Cine y la Buena ( o mejor dicho, buenísima) Música.

"Ray" es una buena película, que cuenta de manera muy acertada la vida de Ray Charles. Me ha gustado que no se corten al relatar su parte más "oscura" como su adicción a las drogas o el ser un mujeriego. También me ha gustado las partes de la infancia que van metidas dentro de la película, pero me ha parecido un poco cansino el tema del agua (los que la hayáis visto me entendéis). Sobre la música, que puedo decir... está bien, aunque hay gustos para todo, y en estos tiempos no es que el country, el jazz, etc. sean los géneros musicales más escuchados. Sobre Jamie Foxx poco puedo decir que no se haya dicho ya, su actuación es muy buena, merecedor del Oscar que se ha llevado. Un entretenido y buen drama que además no se hace pesado debido principalmente al entretenimiento de la música de Ray Charles.

No es difícil averiguar qué busca un cineasta en la vida de un músico y, por extensión, de un artista. Busca lo que le hizo distinto, lo que le catapultó a la gloria, pero también su lado oscuro e inconfesable. Yo, mío: pronombre personal y posesivo que define el narcisismo de los atormentados. Es curioso que los directores de “biopics” musicales, literarios o pictóricos se fijen más en los episodios sórdidos o tristes de sus objetos de deseo que en el proceso de creación, o que a menudo no sepan relacionar ese proceso con la estructura del relato o el modo en que usan el lenguaje cinematográfico.

Ese problema se agrava cuando hablamos de música: si hay arte capaz de crear un sentimiento desde la nada, ése es esa mágica combinación de compases y notas pegadas a un pentagrama, idioma misterioso que inventa un espacio, una atmósfera que nos acoge, nos acongoja o nos echa de sus dominios. Y al cine le cuesta entender la cualidad evocadora de la música, sobre todo cuando por en medio hay una vida poco ejemplar que parece empañarlo todo. Es lo que puede ocurrir en “Ray” de Taylor Hackford, “biopic” de Ray Charles, un heroinómano compulsivo durante treinta años.

Hackford trata la carrera musical del artista como algo separado de su vida: aunque sus composiciones sean prolongaciones de sus frustraciones o sus secretos, la música es sólo una escusa para redimirlo, pues viene a decirnos que la música eleva su espíritu más allá de sus miserias. En este sentido, la película respeta las normas del subgénero “biopic”, siempre adicto al melodrama, de un modo reverencial y canónico. Utilizando los “flash back”, como mandan los cánones, sin llegar a la maestría de Clint Eastwood con “Bird” (Charlie Parker), Hackford logra salir airoso a la hora de mostrar los tiempos convulsos de la sociedad norteamericana, siendo Charles un músico de color.

Los conciertos están muy bien recreados, mostrando la sonoridad que el artista desarrolló entre el soul, el blues, el góspel y el country, el jazz fue en los inicios de su carrera el motor de sus avances con el piano. “Ray” se centra en los años, motivos y experiencias más agitadas de la vida del músico biografiado, convirtiendo su historia en una cadena permanente de superaciones por su raza y su ceguera, obstáculos que logró superar.

Continúa en spoiler.

Es curioso observar cuánta crítica negativa hay con la mayoría de películas biográficas, sea cual sea el personaje: siempre hay un infalible sector de descontentos. Es curioso, la crítica nunca falla. Yo creo que hay que valorar la dificultad de un trabajo como el de ofrecer la vida de alguien como Ray Charles, no debe ser fácil acotar la existencia de tan gigante personaje a menos de tres horas de fotogramas. Y dejando de lado afinidades musicales, opino que el trato de los flashbacks que se hace es correctísimo. A ello se le suma una interpretación mayúscula del actor protagonista, que dicen que lo imita y lo que digo yo es que, si eso es malo, confieso que no entiendo nada.

Los que nos gusta la música de Ray Charles hemos gozado, de eso no hay duda. No es poca cosa enfrentarse a la vida siendo negro en los años treinta del siglo pasado, es ciego y de familia muy humilde. La película arranca cuando Ray ya ha superado los obstáculos más complicados y no creo que sea mala idea, lo que nos conviene saber es lo que hizo cuando decidió meterse de lleno en la música, en Seattle, donde empezó su trayectoria. En seguida llegará el caballo, en el que galopó durante 17 años nada menos. Es su vida, llena de pasión por la música y con mil errores cometidos en el ámbito familiar. Su vida tal cual fue. Creo que no se le puede pedir mucho más a una película biográfica.