Hasta la vista

Sí, el título original de esta película belga es en castellano. Hay dos razones: su acción transcurre en gran parte en España y es un simpático guiño a Terminator 2. La historia es muy simple, tres jóvenes quieren perder su virginidad de una vez por todas. Lo curioso es que todos tienen alguna discapacidad física: hay un ciego, un tetrapléjico y un chico que va en silla de ruedas por culpa de un cáncer. Pero nada de drama (bueno, sólo un poquito), esto es una fantástica comedia, una mezcla perfecta entre Intocable y Supersalidos. La base de todo son unos grandiosos personajes interpretados por unos geniales actores, tanto el trío de discapacitados como la mujer que les acompaña en su viaje.

Lo mejor: hace humor con temas “muy serios”.
Lo peor: que no tendrá tanto éxito cómo Intocable.

La comedia dramática es un género que todavía está por explotar. Sí que es verdad que también es un género del que podemos cansarnos muy pronto, acabando por ver todas las películas como un ejercicio pretencioso más que como un acto natural. Hasta la vista podría ser precisamente de esas películas que se situarían en ese segundo grupo, pero dado que todavía no hay tantas en el género sale beneficiada al final.

Geoffrey Enthoven nos presenta tres personajes bastante diferenciados. El que da pena, el que va a aportar el evidente drama, y el que cae fatal. Los tres juntos terminan por dar a la película un equilibrio que tiene esas tres emociones como pilares principales y de las que no nos sacudimos en ningún momento. Todo desde un tono cómico que busca más la sonrisa y la empatía que la carcajada porque sí.

Lo peor de la película es que es demasiado predecible. Tiene momentos demasiado evidentes y todo se desarrolla dentro de una estructura que no sorprende a nadie. Hasta la Vista te puede ganar por entrañable, pero no por profunda como otras producciones del género que si atravesaban esa frontera como El Octavo Día. Es casi como si fuera una nueva entrega de la saga Resacón pero con tintes algo más dramáticos por su mero contexto. Sin embargo, es de agradecer que Geoffrey Enthoven no se dedique a buscar la lágrima fácil.

A mí esta película me recuerda un poco a 'Leaving Las Vegas'. En aquella, Nicholas Cage era un alcohólico desahuciado que iba a Las Vegas para gastar el dinero que le quedaba en juergas y vicios para luego suicidarse, y al menos disfrutar lo que le quedaba de vida. Aquí tres adolescentes discapacitados con la impresión de no haber vivido sus vidas lo suficiente deciden arriesgarse para pasar dos semanas de viaje a un puticlub en España y perder la virginidad.

Cuando se hace una película sobre discapacitados hay que medir muy bien para no herir sensibilidades y para no caer en la sensiblería. En 'Hasta la vista' lo hacen bien, incluso metiendo algunos momentos humorísticos efectivos. Otros chistes carecen de gracia para el público español.

Me ha gustado que las chicas que se ven por la calle y las de puticlub sean ganado nacional. Se nota que son españolas a la legua. Supongo que para los belgas deben resultar tan atractivas y exóticas como las escandinavas para nosotros (yo cuando me separe de mi mujer me voy a buscar una nórdica que se llame Inga).

Es una película bonita a su manera y tiene chistes divertidos. Merece la pena.

Por fin una película que, habiendo podido caer en el humor rancio, en el chiste fácil o en el esperpento, concede una visión seria a la vez que cómica (y repito, sin llegar al absurdo) sobre el asunto del sexo, de la necesidad del mismo para tres jóvenes como otros cualesquiera sólo que estos tienen una discapacidad.

Y, a pesar de que uno no ve, de que otro está casi completamente paralizado y otro además cuenta con poco tiempo de vida por su tumor, consiguen hacer ese maravilloso viaje al burdel que les saque de su casta vida de minusválidos. Pero lo mejor de todo es que, aunque el espectador vive explícitamente las necesidades especiales que requieren, las dificultades con que se enfrentan y los pequeños detalles cotidianos se muestren y esto busque ese sentimiento de pena; con todo al final se acaba descubriendo que estos personajes están perfectamente preparados para emprender su viaje y que merecen dicho viaje.

Las actuaciones correctísimas, los planos muy buenos y, en general, una obra que merece la pena ver.

La recomiendo, sin duda.

Vi "Hasta la vista" por recomendación de mi videoclub habitual, confieso que de no ser así nunca me hubiera planteado ver esta película, y me hubiera perdido una comedia diferente, tierna y valiente, con interpretaciones soberbias de sus cuatro actores principales (destacando la de Tom Audenauert, que es el que hace de ciego). Pasas de la carcajada a las lágrimas con una facilidad asombrosa. Una joya cinematográfica desconocida de la que no puede prescindir todo amante del buen cine.