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En primer lugar tengo que reconocer que encontré esta película de casualidad, la cual he visto en versión original subtitulada (las prefiero así) debido a que aún no se ha estrenado en España.

A priori me sorprendió el enorme parecido de los personajes con los "sack boys" de Little Big Planet, lo cual me pareció un detalle simpático, aunque en realidad a medida que avanza la peli te das cuenta de que son personajes con un diseño y estilo totalmente propios, y con una marcada personalidad.

El film tiene una estética totalmente steampunk (buscar en google imagenes), que la dota de un aspecto gráfico muy singular y a mi parecer muy acertado y poco conocido o utilizado en otras pelis. Ya que se trata de una película de animación no me queda más remedio que puntuar su calidad visual, que en este caso me ha parecido sublime. Tiene una atmósfera apocalíptica muy conseguida, realmente preciosa, con unas bajas iluminaciones predominantes que por momentos te hace pensar que estás viendo una película muy seria, y aunque se trate de una película de animación, en este caso no diría que esté especialmente realizada para el público infantil.

Un guión un tanto manido tal vez. La rebelión de las máquinas contra sus creadores. Sin embargo creo que se le ha sacado bastante jugo a un tema más que tratado, y se ha mostrado el caos mecánico de un mundo dominado por máquinas desde una perspectiva muy original, dando lugar a héroes de trapo intentando preservar algo de humanidad para el mundo que ellos mismos han creado en el pasado.

En definitiva, ya que no quiero extenderme demasiado ni convertir mi crítica en un burdo spoiler, sólo puedo recomendaros al 100% que si queréis ver algo diferente, original, y con una estética y ritmo acojonantes, daos una vuelta por los más que conocidos cines online, o esperad un pelín a que la estrenen en este nuestro país.

Nada más ver el tráiler de esta película me picó la curiosidad y me entraron muchísimas ganas de que se estrenara para ir a verla, a pesar de anunciar a bombo y platillo el hecho de estar co-producida por el inútil de Timur Bekmambetov, uno de esos personajes odiosos contra los que la Industria del Cine debería solicitar una orden de alejamiento permanente y del que sólo oír hablar hace que me hierva la sangre. (Véase mi generosa crítica a "Wanted" por más señas).

¡Pero resulta que también anda Tim Burton por ahí metido apostando por el producto, y esto de los muñequitos y los mundos imaginados es justo su fuerte! Así que, finalmente, me decidí a verla y, a pesar de tener unas grandes expectativas, ni me decepcionó ni me arrepiento en absoluto de la experiencia.

Visualmente es una gozada y un derroche de originalidad, plagada de miles de detalles en vertiginoso movimiento que recrean un mundo post-apocalíptico, hostil y desesperanzador en el que es fácil sumergirse y captar la agobiante sensación de que no hay dónde esconderse, e ínfimas posibilidades de mantenerse a salvo.

Pese a su tosco diseño, que a priori no parece ofrecer demasiadas posibilidades para transmitir emociones, los personajes tienen una expresividad muy conseguida, y en los pocos instantes en los que se nos presentan ya parece como si les conociésemos de toda la vida, sin necesidad de que se nos explique mucho más, lo cual es algo muy difícil de hacer y que demuestra las innegables cualidades de narrador de Shane Acker.

El argumento está un poco cogido por los pelos, y muchas situaciones son algo repetitivas. Tal vez porque se está "alargando" un cortometraje, algo que no debemos olvidar, le falta cierta sustancia e intensidad. Pero como alegoría o metáfora funciona relativamente bien, y hasta da algo en lo que pensar.

Uno de los mensajes más evidentes que transmite es que las máquinas deshumanizan el mundo y sirven para la guerra, mientras que los muñecos de trapo, esos juguetes tan primitivos, tienen el alma que les falta a las más modernas creaciones mecánicas.

Lo paradójico es que la obra no es un producto precisamente artesanal, y si no estuviésemos en la era de las máquinas y la informática difícilmente habría sido posible realizarla con tanto realismo... Pero, afortunadamente para el espectador, nadie es perfecto.

Cine de animación con historia de ciencia ficción y de hecatombe mundial.

Comparada con la otra película del mismo año y país, "The road" (La carretera), de John Hillcoat, es un millón de veces más interesante, bien hecha, plausible y producto de calidad.

No es animación para niños sino para jóvenes y adultos. Conlleva mucha violencia pero también la idea del alma que trasciende la materia.

Nueve. Un proyecto que vio la luz el 09.09.09 (lastima que no sea posible un estreno mundial con está iniciativa, pues llamadme romántico o Friki, pero habría sido más especial verla ese día). Y por está misma filosofía que me merece este film me veo obligado a buscar los nueve puntos por los que debo hablar de ella.
• Por un cortometraje precioso e inspirador que animó a Tim Burton, para apoyar este proyecto.
• Porque más jóvenes promesas de esta industria podamos tener estas fantásticas oportunidades de demostrar nuestra valía.
• Por estas realidades “alternativas” que ponen en jaque sociedad y religión.
• Por la complejidad que lleva hablar de la dualidad del alma.
• ¿Por que no han hecho la película entera muda (como el corto)? No creo que hubiese cansado y gozaría de mayor poesía narrativa.
• Por la ambientación y diseños de espacios, perfectos, te sumergen en una realidad apocalíptica.
• Por unos diseños y texturas de los personajes que enriquecen la animación aún más.
• ¿Por que el único personaje humano (el científico) es animado también? Lastima, yo creo que si hubiese sido a imagen real, el film se merecería un 10 (y si encima fuese el científico el único con el derecho de hablar, obligando así al resto del metraje ser mudo habría sido total.
• Por todos estos pros y estas pocas contras, me veo forzado a puntuar con la única nota que mi romanticismo anteriormente descrito me permite puntuar…9

A pesar de que su director y guionista, Shane Acker, sea un debutante en tales lides y que su nombre no resulte especialmente conocido, no cabe desdeñar su procedencia. Su participación en WETA, responsables de los efectos visuales de la trilogía de El señor de los anillos, le hacía merecer a priori un cierto margen de confianza, al menos en el apartado técnico y visual. No menos importante en este aspecto resulta la participación en tareas de producción (y porque no decirlo, de reclamo publicitario) de dos cineastas, Tim Burton y Timur Bekbambetov, conocidos precisamente por su capacidad de generar imágenes y atmósferas atrayentes cuando no poderosas en espectacularidad y magnetismo.,

En este aspecto ciertamente El número 9 no defrauda en absoluto. Tanto en los personajes como en su entorno se consigue respirar ese aire de apocalipsis retro y en cuanto a la propia creación técnica, a pesar de su realización digital, se consigue un aire artesano, casi cercano al stop-motion que otorga al conjunto una sensación de familiaridad entrañable, de pequeña producción destinada a sorprender tanto por su ingenuidad como por su belleza sin pretensiones.

Hasta aquí todo funciona como un mecanismo de relojería, satisfaciendo desde el primer instante las expectativas de su audiencia potencial. El problema generado a continuación es el de que no se sabe que hacer exactamente con todo ello. Puede que la raíz de toda esta problemática este precisamente en la génesis del film, ya que no podemos olvidar que no éste no deja de ser una versión ampliada de un cortometraje ya realizado por el director. Aunque el metraje sea reducido no deja de ser claramente superior al del cortometraje precedente, con la dificultad evidente de tener que ampliar los contenidos argumentales, es decir, dotar de consistencia a una historia mínima que podía funcionar en unos escasos minutos, pero que debía ser puesta a prueba ante el reto de su ampliación.

El resultado, aunque no del todo, sólo puede calificarse de fallido. Quizás sea falta de empaque, quizás una permanente indefinición entre el discurso filosófico y la acción pura o quizás un conjunto de todo ello, pero la cuestión es que esta es una película que, lejos de atrapar acaba por aburrir, y eso en un film de animación, y más con su corta duración, es un lastre difícilmente ignorable. El problema fundamental, sin embargo, se halla en su nula capacidad para explicar de forma convincente todo su entramado, sus personajes se limitan a seguir un esquema basado en la alternancia entre en el discurso y la acción, produciéndose una descompensación absoluta, ya que, si bien en lo referente al dinamismo el resultado es más que óptimo, en lo argumental todo resulta confuso, atropellado y, porque no decirlo, redundante.(sigue en spoiler)