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Shanghai

Thriller. Romance. Drama. Intriga Años cuarenta. En los meses previos al ataque japonés de Pearl Harbor, el agente secreto Paul Soames (Cusak) llega a Shanghai para investigar el asesinato de su mejor amigo. Rápidamente se ve inmerso en una trama de conspiración y mentiras. Acechado por un oficial de la inteligencia japonesa, la investigación de Soames se centra rápidamente en un carismático gánster local, Anthony Lanting, y en Anna, su hermosa mujer. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
29 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se acuerdan de Casablanca? Pues Shanghai pretende ser una prima hermana, o hermana bastarda, con argumento francamente similar, misterio, amores y espionaje en tiempos de guerra. Por supuesto no consigue ni de lejos la misma magia o calidad, pero bueno, al menos lo intenta. Tiene un gran punto negativo, que es la duración, y otro que es directamente un fallo gordo: la elección de John Cusack como protagonista. Cusack pasa por ser uno de los actores más limitados, histriónicos e insufribles de Hollywood. Aquí está algo más comedido, pero ni por esas resulta creíble en ninguna de sus muecas y miradas. Afortunadamente Mikael Hafstrom lo rodea con la flor y la nata (al menos a ojos del cine USA) de la actuación oriental. Ken Watanabe siempre está maravilloso y elegante, Chow Yun-Fat rsulta que es un gran actor cuando se toma en serio lo que está haciendo (como en Tigre y dragón), y Gong Li es directamente una de las mejores (y más bellas) actrices seguramente del mundo.
Para una tarde aburrida y poco más.

Lo mejor: Gong Li, Chow Yun-Fat y Ken Watanabe.
Lo peor: Es un quiero y no puedo continuo.
Sibila de Delfos
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20 de agosto de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera incursión de Håfström en un terreno venido a menos actualmente y cuasi inhabilitado (es en la mixtura, donde se pierde la esencia) por multitud de cineastas que lo acercan a otros géneros más modernos y actuales, es un estiloso ejercicio en el que la intriga se alza como la principal de sus constantes y, aunque salpicada tímidamente por esos atisbos de thriller de los que tan difícil parece despegarse e incluso coletazos de un noir que se mueve con comodidad en Shanghai, con ello esgrime una de las principales virtudes del conjunto, que no es otra que la de lograr una gamma tonal acorde con el relato que el sueco tiene entre manos.

Nutriéndose de un fantástico elenco que, como no podría ser de otro modo, componen algunos de los mejores talentos del cine oriental más «mainstream» (la siempre imponente presencia de Ken Watanabe, la sublime belleza de una Gong Li por la que no parecen pasar los años, e incluso la presencia del siempre infravalorado Chow Yun-Fat), Håfström nos invita a perdernos entre las calles de la Shanghai de los años 40, una Shanghai pre-ataque nipón a Pearl Harbor (que será, en parte, lo que terminará desencadenando las consecuencias de su lógica conclusión) que en el film protagonizado por John Cusack se muestra como una ciudad que ruboriza con sus encantos embebido en un aroma noir en el que, si bien ya he mentado, merece la pena detenerse; porque es en la esencia de ese aroma en el cual todo parece moverse con una sutileza inusitada y los detalles desentrañan un relato que parece ir a juego con el misterioso encanto de la ciudad china, donde Shanghai parece ganarle la partida al espectador y sumergirlo en una atmósfera que sorprende que esté construida con tanto mimo.

Un mimo que, sin embargo y por desgracia, no se traslada al desarrollo de una historia que no intenta aprovechar la multitud de temáticas subyacentes gracias al contexto urdido por el guión de Amini —guionista de una de las sorpresas del cine independiente de los últimos años, Drive—, decidendo desecharlas o pasar de puntillas por ellas haciendo que la oquedad invada el relato, tornándolo una sinfonía de lo más monótona donde las pesquisas y cabalas por resolver un misterio en el que no parece centrarse del todo la atención, terminan por parecer más un innecesario relleno que otra cosa.

Lo mejor que se podría decir de Shanghai es, además de ese compacto discurso en torno al devaluado género que es la intriga, que su apartado artístico funciona a la perfección realizando un retrato que se erige como una de las verdaderas sensaciones del trabajo de Håfström gracias a una portentosa fotografía, unos decorados magníficamente cuidados e, incluso, el empleo de recursos que refuerzan la atmósfera (esas lluviosas noches, la enorme iluminación, etc…). En su contra, quizá podría decirse que el sueco no aprovecha al máximo las virtudes de esa ciudad transformándola en un personaje más que funcione a la perfección en el mecanismo que sostiene Shanghai, y pierde ahí parte de las características que podrían haber dado con su trabajo en uno de esos neo-noir que los amantes del clásico buscan sin cesar a día de hoy.

Definitivamente, habrá que seguir esperando una conjunción de astros para que Håfström, tras todas las ocasiones derrochadas (generalmente por guiones que no hacen justicia), termine por sorprender de verdad con una propuesta que se mantenga desde su arranque hasta su conclusión sin dar pie a devaneos de lo más absurdos. Devaneos que aquí se pierden en un insustancial romance que, por fortuna, Amini termina diluyendo en el amor hacia una ciudad que quizá hacía tiempo que no recordábamos así, pero en el que servidor esperará vivir mayores emociones la próxima vez que esté de vuelta.


Crítica para http://cinemaadhoc.info
@cinemaadhoc
Grandine
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21 de febrero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Semidesconcida por el público y ninguneada por la crítica, encontrarme casi por casualidad con “Shanghai” en la cartelera supuso en su día una agradable sorpresa. Por poner la crítica en contexto, en 2011 el panorama cinematográfico estaba dominado, salvo algún ocasional pelotazo de Marvel o DC, por producciones simplonas pensadas para hacer caja con el mínimo esfuerzo, mínima inversión y poco riesgo, a saber: tostones independientes aclamados por la crítica, terror barato, cine social y alguna comedia gamberra. Cada viernes la misma historia y las mismas dificultades para encontrar un motivo para ir al cine.

Así que no tuve ninguna duda cuando apareció este thriller de época que se tomaba la molestia de llevarnos a un lugar exótico en un momento histórico interesante. Que utilizaba los recursos del cine para meternos en una historia de agentes secretos en el lejano oriente poco antes de que la Segunda Guerra Mundial llegase al Pacífico y no para contarnos el típico drama familiar que cualquiera puede vivir sin salir de casa cualquier fin de semana que deciden venir a comer tus cuñados a casa. Con un reparto respetable y una cuidada ambientación, “Shanghai” recreaba una atmósfera de cine negro que por momentos era capaz de trasladar al espectador a los buenos tiempos de Hollywood y su cine de tipos duros enredados en historias con bellas mujeres y malvados elegantes. El eje central de un espía aliado tratando de descubrir un gran secreto en ambiente de preguerra, se ramifica en lo consabidos problemas al meterse por medio mujeres en apuros, en una trama detectivesca para resolver un asesinato y en toda clase de enfrentamientos con las mafias locales.

Impecable en la estética, en la escenificación, en el vestuario, “Shanghai” sumerge sin mucho esfuerzo al espectador en los bajos fondos de una ciudad desconocida, seductora y peligrosa y le hace sentir lo complicado y frustrante que puede ser tratar de recoger pistas cuando eres un hombre blanco fácilmente reconocible que no tiene donde esconderse en un mundo intranquilo por la proximidad de la guerra y donde los rencores y viejas cuentas sin saldar entre razas o nacionalidades pueden estallar en cualquier momento y en cualquier dirección. Lo que quizá desmerezca un poco es la falta de una energía que la película parece incapaz de transmitir. Como si una vez colocado todo en su sitio, no estuviera claro el mensaje que se quería enviar o la forma de enviarlo, si se quiere contar una historia de amor, de detectives, de espías o de guerra. Las interpretaciones, incuestionables, reflejan ese desconcierto y resultan excesivamente rígidas, como si no supiera cómo construir sus personajes o no se terminaran de creer tanta pirueta de guion y tanto giro forzado en un desarrollo que, personalmente, creo que se podría haber simplificado un poco. A “Shanghai” le sobran algunas estaciones en un viaje que habría ganado en credibilidad de haber sacrificado algunos elementos secundarios, algún personaje, alguna pelea, alguna interacción.

Habrá quien piense que menos es más y quien piense que más vale que sobre que no que falte, así que es inevitable que “Shanghai” contente a unos y desagrade a otros. A mi modo de ver, una buena película, vistosa y trepidante, que ganaría puntos a poco que hubiesen pulido algunos detalles.
OsitoF
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14 de noviembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mikael Håfström sueco conocido por «Ondskan» o «1408» dirige con guion ajeno «Shanghai», una película sobre el Shanghai de la segunda guerra mundial al que un estadounidense debe viajar para investigar encubierto la muerte de su amigo. Entre los actores protagonistas tenemos a John Cusack conocido por «1408» o «Alta fidelidad» que interpreta al estadounidense; a Li Gong conocida por «2046» o «Hannibal: el orinen del mal» que interpreta a la mujer de un personaje importante de la zona; a Cho Yun Fat conocido por «Tigre y dragón» o la saga From Vegas to Macau que interpreta al marido de la anterior; a Franka Potente conocida por «El mito Bourne» o «Blow» —no me acuerdo a quién interpreta— ; o a Jeffrey Dean Morgan conocido por «Watchmen» o «The possession: el origen del mal» que interpreta al amigo de Cusack asesinado nada más empezar la película.

Se trata de una película «neo noir» que tiene elementos de romance, intriga, algo de suspense y acción. No es nada del otro mundo pero se deja ver gracias al exotismo de que esté enclavada tanto en otra época como en otro país, en este caso China. Más allá de eso la trama de misterio no termina de avanzar y si avanza es a la par que la romántica por lo que el espectador pierde interés en las dos al mismo tiempo.

La parte actoral es más que decente pero con tremendo plantel de actores no esperaba menos, también aparecen David Morse, Ken Watanabe y que yo conozca poco más. La ambientación está bien pero como la película no es gran cosa no se puede disfrutar tanto como en otras.

Su metascore es de treinta y seis lo que indica en su mayoría críticas negativas diciendo de ella que Cusack parece que no está cómodo en su papel, que la película tiene poco a lo que agarrarse o que parece hecha simplemente para justificarse un lugar en el cine internacional. No tiene tomatá. Yo esperaba más de la película la verdad y todavía más cuando esperaba algo de intriga cosa que apenas hay. Como ya digo se pierde el interés en la trama. En definitiva, se puede ver pero no es gran cosa.
tipar
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18 de setiembre de 2012
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine negro de calidad igual a los grandes clásicos.
Me ha gustado todo de ella. fotografía, iluminación, decorados, vestuario, ambientación.
Todos los actores están perfectos; con el matiz de que Cusack está demasiado impecable (me refiero al aspecto y a su ropa).

El guión es interesante, no es muy novedoso, pero hoy en día tenemos la mente preparada para cualquier cosa y es difícil ser sorprendido con giros o sorpresas.

Le falta algo para ser obra maestra, pero es una muy buena película.
Totalmente recomendable.
rojo
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