Tres colores: Azul

Poderosa e inspiradora, estos dos adjetivos resumen mis pensamientos sobre esta obra maestra. Poderosa por la increíble interpretación de Juliette Binoche, por la fotografía, los colores, la puesta en escena, y todas las imágenes tienen mensajes sutiles de cada escena donde cada una tiene un propósito, significado e importancia.

Inspiradora debido a la narración y todo. Es una trama original que habla del miedo, de la lealtad, del alma de los artistas, de la música, la inspiración... Me encanta cuando una película te cuenta cosas solo con los colores, la luz y las expresiones de los personajes, sin necesidad de diálogos explicativos. Recomiendo ver esta película a la gente que le gusta el cine minimalista, con escenas cuya única propuesta es hacernos pensar o sentir.

Nota: 9/10

Metódica, intimista, emocional, lírica…

Es la libertad abierta en canal, al margen de prejuicios, de falsas quimeras libertarias y de morales asfixiantes y dominantes que enseñan cómo hay que vivir. Un yo que es verdaderamente libre porque es sincero y honesto. Una preciosa sinfonía acompaña al hermético duelo de la protagonista que poco a poco va emergiendo desde su profunda negación hasta su más viva eclosión. El color azul como hilo con su pasado se muestra ambivalente; a veces es obstáculo hacia el futuro, otras es brújula.
Todo -o casi todo- es dominado por su voluntad. Desde luego, la manera más auténtica de vivir.

Krzysztof Kieślowski et Juliette Binoche, en plein dans le mille.

Tres colores: azul

Una trilogía del cineasta polaco Krzysztof Kieślowski que tiene su composición de base refiriéndose a la bandera de Francia, Azul, blanco y Rojo, y la posibilidad simbólica que estos tres colores le aportan al sentido psicológico en el cine, a continuación ahondaremos un poco en una critica hacia la primera de las tres en esta incursión a la filmografía del director.

El color azul en el cine se referencia a su simbolismo de frialdad, aislamiento, melancolía, pero también recrea estados de pasividad y calma. El color amarillo es representado por estados de locura, enfermedad, obsesión, así que al director francés le parece fundamental narrar las emociones que se visualizan en su cinta, a través de la necesidad fundamental de expresarlo como base en esos dos colores.

La trama se mueve de manera general bajo una atmósfera de depresión, dolor y perdida para nuestra protagonista, a la vez que todo se va tiñendo de colores con tonos amarillos, bien funcionan las etapas en las que se debe resaltar la presencia de los tonos azules así mismo como la ruptura que provoca dicho color en la manifestación contraria a los tonos amarillos para resaltar determinados objetos.

Buen trabajo de Juliette Binoche asumiendo la interpretación inestable de sus emociones debido a todos los pasajes introspectivos a los que su personaje se zambulle, etapas en los que se plasma el más crudo y duro dramatismo cuando la escena carece de efectos sonoros para darle paso a la aspereza de los diálogos motivados de esos estados emocionales suscitados en la figura.

Considero que su barrera más difícil de sobrellevar, es su ritmo, en una película que va manejándose bastante lenta y que no posee una explosión total de atmósfera, lo cuál si se sortea con éxito este elemento temporal, se puede llegar a pasar bien y disfrutar para así poder compenetrarse con lo narrado por el cineasta polaco.

Calificación: 6.9

Muchas veces califico una película por la cantidad de veces que salgo a la terraza para tomar el aire o ver los coches pasar, pues bien, durante esta película he salido MONTONES de veces, es más, creo que si mi wife no hubiese estado viéndola conmigo, apago el video.

Muy bonita fotografía, jugando con los azules sobre el bello rostro de la protagonista, pero… ¿se puede hacer algo más lento, más insustancial y más aburrido?, la cuestión es que no pasa nada de interés en todo el metraje, pero nada de nada, ocurre el accidente y luego… la nada, tal y como quiere ella vivir, en la nada absoluta.

En general, el cine de Kieslowski posee unos argumentos escasos pero sus personajes tienen una gran vida interior que se nos va abriendo suavemente; curiosamente, no hablan mucho y es por medio de la imagen que vamos conociendo todo lo que esconden y sienten.

Azul es uan proceso de independencia y liberación, tiene mucho dolor contenido y mucho esfuerzo por superarlo.
La postura que toma finalmente Julie ante el concierto inacabado de su marido es el peldaño definitivo para lograrlo.