La criatura con el cerebro atómico

Si alguna vez dije que los remakes no son necesarios nunca, en este mismo momento propongo una excepción necesaria en tan contundente afirmación para el caso teórico y futurible de este "Cadávares atómicos" de 1955. Le hace falta una renovación absoluta para poderla juzgar mejor y es que a ojos de cualquiera que no sea mínimamente indulgente la cinta puede caer con facilidad en una crítica absoluta. Lo diré de nuevo: a una historia así le hace falta otro aire, una película así necesita y merece un remake. Porque lo cierto es que considerando la idea general no se puede decir que sea ninguna estupidez dado el campo abierto en el que se puede mover el género y teniendo en cuenta que con ideas no tan ejemplares se han realizado películas más aceptables.

En este caso los muertos son movidos por control remoto gracias a la radioactividad con intenciones perversas. No es una idea excepcional, pero que nos visiten otros seres en platillos volantes tampoco lo es, para mí es un paso adelante, el único, porque el resto es más bien olvidable. Aparece la más que típica familia yanqui, con ama de casa, hija pequeña y poli protagonista, unos malos en los que no se profundiza nada y un final bastante flojo. Me parece una opción genial para cualquier película hacerla durar poco más de una hora, queda claro que es suficiente con eso, pero no es suficiente con la simpatía y las buenas intenciones, la serie B a menudo es floja, como en este caso. ¿Da para pasarlo bien? Pues sí, pero elevarla más allá de la mera y escasa anécdota no es justo, lo real es que carece de muchas cosas.

Veamos, el asunto es el siguiente: a un gangster le hacen la cama su socio y el fiscal del distrito, y de resultas va a parar a la cárcel, y encima le extraditan a Europa (aunque el guionista no sabé por qué, ni tampoco le importa). Una vez libre, ya sea vía huida o vía excarcelación (al guionista se la suda de nuevo), en lugar de recurrir a lo clásico, o sea, una buena pandilla de ashishins dispuestos a convertir en fosfatina a los cerdos que le encerraron, se lía la manta a la cabeza y recaba los servicios de un científico alemán (probablemente ex nazi), emperrado en revivir a los muertos mediante radiactividad, y con esos zombis, que obedecen sus órdenes orales (no pensemos mal) y a los que siguen mediante monitores gracias a los cables que les meten en el cerebro, comienza a dar buena cuenta de sus enemigos. Hasta que el avispado jefe de laboratorio de la policía, pipa en ristre, adivina el intríngulis y solicita la intervención del ejército para seguir el rastro radiactivo de los dichosos zombis. Todo ello enlatado en 66' por el hiperactivo Edward L. Cahn, un tipo que debía pulirse una película cada dos semanas, con ínfimo presupuesto y actores de saldo. Entretenida no deja de serlo, pero no consiguió depararme las carcajadas estentóreas a las que aspiraba. La buena noticia es que, dentro de su maldad, no ofende.

Bah. No es gran cosa.

Un tipo, exjefe de la mafia, decide vengarse de los que le delataron 10 años atrás y matarlos con una especie de monstruitos diseñados por un colega suyo alemán. Ese es el argumento. Y la peli, no les voy a engañar, está interesante unos 40 minutos, 41 a lo sumo.

Llega a aburrir un poco, y, sobre todo, cuando en pantalla salen los monstruitos, los señores del cerebro de electrodos esos porque son cansinos, más cansinos que Bustamante de resaca. Bueno, no tanto. Los tipos, son aburridos a más no poder, con ese gesto serio, y además, no me cuadra. ¿Los muy idiotas apenas saben caminar y saben conducir coches? ¡Anda ya! Poco más y saben poner lavadoras (yo con 33 años, y no sé poner una maldita lavadora, malditos aparatos para superdotados).

Además, las interpretaciones del resto también dejan algo que desear (ni imaginarme quiero pensar como serán en la versión subtitulada, yo la vi en inglés (english)). La única buena era la del protagonista, Ricardo DeNigrante.

Lo dicho, damas y damos. Me ha decepcionado porque me esperaba que sería una película un poco más entretenida y llevadera. Gracias a que solo son 69 minutos, número que por otra parte, me encanta.

Gracias por vuestra atenta lectura. =) =)