Nunca hables con extraños

...hasta que ¡PAM! no es ninguno de los dos y ves que te la han metido doblada.

El recurso de trastorno de personalidad múltiple está por un lado lo suficientemente usado como para que al descubrirse el pastel te reproches el no haber barajado esa posibilidad al recordar haberla contemplado en otras pelis, pero por otro continúa siendo lo suficientemente inesperado como para que siquiera lo contemples.

Es que hasta el cartel te engaña, tú lo ves y piensas, 'hala, ya está, ya me han hecho el spoiler', Banderas tiene mirado de psicópata y ya está todo clarísimo y consabido, va a asediar a esta pobre desgraciada hasta que tras la hora y veinte de rigor, ésta entre un mar de lagrimas le pegue cuatro tiros tras haberle implorado que dejara de acercarse. Sí, sí...

Y es que admitámoslo, de Mornay ya quedó encasillada desde 'La mano que mece la cuna'.

Sobre el 4,1 de media... Pues nada, que los caballeros las preferirán morenas.