Por fin ya es viernes

Película setentera con historias entrecruzadas que transcurre enteramente en una discoteca, no sorprendo ni hago spoiler si digo que al final la discoteca no se quema.
Con esta premisa esperaba que en algún momento alguna estampida produjera una catástrofe que detonara alguna trama principal. Toda ella es un gran spot para anunciar un nuevo tipo de entretenimiento para las nuevas generaciones, previo pago de una entrada, salas de fiesta para consumo semanal.
Por suerte en la época no se llevaba el humor zafio de hoy en día, y al menos tiene buen gusto, dentro de lo hortera, claro está. Un baile moderno en un parking y la canción de Donna Summer, lo único destacable.

¡Impresionante ver a Debra Winger jovencísima!

Un musical discotequero de los varios surgidos tras el éxito de "Fiebre del Sábado Noche" (John Badham, 1977), en este caso bajo el registro de la comedia que reúne a variopintos personajes en un mismo espacio.

Lo más interesante es, a mi juicio, su valor como documento sociológico de una época,aparte de estar bastante bien plasmado el asfixiante, caótico y despendolado ambiente del local nocturno en que transcurre la acción. Desde el punto de vista artístico el resultado es más bien pobre, aunque pueda hacer las delicias de los fanáticos de la música disco o los nostálgicos de aquel tiempo.

Fue la única peli en la que Donna Summer hizo un personaje de ficción, llevándose asimismo aquel año el tema que interpreta, "Last Dance", el Oscar a la mejor canción.

Un jóven Jeff Goldblum y unas aún casi adolescentes Valerie Landsburg y Debra Winger son quienes andando el tiempo alcanzarían más fama de un reparto que incluye también la actuación de "The Commodores"