Vidas robadas

Vaya por delante que nos encontramos ante un telefilm de los de sobremesa pero con una buena factura y unos intérpretes más que buenos. Tenemos a Jon Hamm (el genial Don Draper de Mad Men), Josh Lucas (Una Mente Maravillosa, Camino a la Gloria o J. Edgar) y Jessica Chastain (La Búsqueda, Criadas y Señoras o El Árbol de la Vida).

La historia va de desapariciones de niños y como sus padres (los masculinos en ambos casos) se vuelven locos buscándolos. El caso es que el modo de contar la historia me ha gustado bastante. No es nada innovador pero es de agradecer que no sea la típica historia lineal y se opte por narrar dos historias paralelas con 40 años de distancia que que tienen muchos nexos de unión. Algo así como El Padrino Parte II (perdóneseme la blasfemia, no estoy diciendo que esta peli sea del estilo de la de Coppola, digo que usan el mismo recurso narrativo).

En general es una película interesante, bien hecha y que te mantiene pegado al televisor con curiosidad por el final que, no por previsible, es bastante bueno. Si a esto le añades que siendo padre, te identificas bastante con el sufrimiento de los protagonistas, bueno, pues es una película altamente recomendable.

Toda la película te deja un sabor de boca triste durante todo el rato. Y no sólo porque el argumento lo sea, sino también porque las situaciones, e incluso hasta el paisaje, te van deprimiendo poco a poco.

El guionista y el director se complacen en presentar personajes, o bien depresivos, o bien inhumanos sin venir a cuento.

El resultado no llega a entretenerte porque no terminas de creerte todo lo que te están mostrando.

Película de presupuesto modesto dirigida a la sobremesa del sábado con pocas pretensiones, muchos aciertos y fallos considerables. Un detective cuyo hijo es secuestrado se encarga del caso de la aparición del cadáver de otro niño, más o menos de la edad de su hijo, muerto cincuenta años atrás. Trama interesante pero bastante sobreactuada por algunos de los protas cabe destacar los flashbacks a los años cincuenta, bastante dignos. Pasable, olvidable y poco más.
Lo mejor: Cortita, no se hace pesada en ni un solo momento. Josh Lucas es un bomboncete.
Lo peor: El doblaje al castellano es vergonzoso.

Se le nota la buena intención a Anders Anderson: aseado, trata con mucho cuidado el caso de secuestro de niños, y deja una intriga que, aunque no nos lleve hasta el final con el misterio, sí que se mantiene en gran parte de la película. Pero claro, tiene el aspecto de telefilm o de capítulo de serie policíaca (a mí se me parece mucho con "Caso abierto"). Además, el cúmulo de casualidades que van surgiendo no hacen más que afear el resultado hasta llegar a lo grotesco.

+ El trato que se le da a un tema tan delicado.

- Aglutina todo de una manera muy exagerada, con muchas casualidades cogidas por los pelos. Se desdibuja muy mucho la historia más reciente dándole protagonismo a la antigua, cuando el desenlace se produce en el ahora.