12

Revisión del clásico imperecedero "Doce hombres sin piedad", que retrata la sociedad rusa que se recupera tras el paso de la "perestroika". El film pese a no estar mal no consigue en ningún momento estar al altura de su predecesora, cosa bastante lógica ya que la estamos comparando con uno de los grandes títulos de la historia del cine . Pero comparaciones a parte y centrándome simplemente en la versión de Mikhalkov, como referencié con anterioridad, el film acierta representando con fidelidad los distintos estratos de una Rusia aletargada, sin embargo echa por tierra todo ese trabajo con un metraje excesivo, que dota a la película de gran lentitud y en algunos momentos roza el tedio.

Bebe sin lugar a dudas del argumento presentado en la obra maestra de Sydney Lumet, Doce hombres sin piedad, ubicando el desarrollo de la trama en la que un muchacho debe ser juzgado por un crimen, en una zona afectada por la guerra.
Es una versión libre de la obra original, que comete el error de prolongarse en exceso, ofreciendo un esquema reiterativo, que ofrece la visión y opinión de cada uno de los miembros del jurado, introduciendo en sus deducciones, sus vivencias personales, lo que hace que los hechos y pruebas que rodean al caso no queden bien presentadas.
No es aconsejable comparar, pero si uno ha visto la versión de Sydney Lumet entenderá que a esta que nos ocupa le falta ritmo y la esencia de la trama se diluye en diversas vivencias, que solo sirven de relleno.
En poco o en nada mejora a Doce hombres sin piedad, el director convierte un chicle jugoso y sabroso, en un chicle seco y desgastado, que estira en exceso.

Gran parte de las personas que hemos tenido la ocasión de ver la película, “12 Angry Men” (Sidney Lumet, 1957), hemos quedado totalmente satisfechos con su magnífica trama judicial y con las excelentes actuaciones de un reparto que incluía a Henry Fonda, Jack Warden y Lee J. Cobb, entre otros. En lo personal, la mantengo entre mis películas favoritas a la hora de hacer cualquier listado en el que me tenga que valer de la memoria.

Dos remakes se han hecho de esta película: El primero, en 1997, dirigido por William Friedkin con destino a la televisión, y la que nos ocupa, versión rusa a cargo de Nikita Mikhalkov, el director al que le debemos joyas como, “Algunos días en la vida de Oblomov”, “Urga”, “Quemado por el sol” y algunas otras.

La de Friedkin se ciñó en gran parte a lo hecho por Lumet, sólo que haciéndola en color, un poco más extensa, y con un nuevo reparto; pero, lo que nos ofrece, Mikhalkov, ya es otro cantar: La obra fue reescrita por completo, se conservó sólo el motivo del juicio, el número de jurados y los elementos que, en el caso, generan dudas razonables, pero, el tema se traslada con efectividad a la actualidad que vivía, Rusia, en la primera década de este siglo y recordando el conflicto ruso-checheno, en lo que se conocería como La Primera Guerra Chechena (1994-1996).

“12”, se sale del cerrado marco escénico en que la escribiera el autor original, Reginald Rose, y Mikhalkov incluye conmovedoras remembranzas de la infancia del sindicado, ahora un joven checheno acusado de asesinar a su padrastro, un oficial ruso. También los jurados serán tenidos en un alto nivel de importancia, y a cada uno, se le dará la ocasión de contar alguna historia personal que lo caracterice o mostrar habilidades que los distingan sobre los demás. De manera inevitable, algunas resultarán más interesantes que otras, pero, en general, la historia se enriquece sensiblemente y el filme vuelve a ser, puro Mikhalkov, en su más alto nivel.

Incluso, un 13avo personaje entrará en escena, materializado en una avecilla a la que se puede interpretar como símbolo de la libertad, como presencia espiritual o como ambas cosas, y tendrá una notable importancia en esta historia, desde el mismo momento en que irrumpe en la sala… y la puesta en escena, fue enriquecida con detalles muy interesantes: el piano, la iluminación en ciertas escenas, la ciudad en ruinas, la madre asesinada… y en resumen, queda recreada la guerra en sus dos habituales expresiones: física y verbal, pero, como suele decir la más bella e inteligente presentadora que tenemos en Colombia, Claudia Palacios, “Mejor Hablemos”… y eso es lo que defiende, Mikhalkov, concretamente en esta película.

Magníficas interpretaciones de Sergey Makovetsky, Sergey Garmash, Valentin Gaft… y Nikita Mikhalkov (Nikolai) y el resultado es un conjunto de personajes con vida propia, que nos van a demostrar que, lo que necesita cada ser humano, no es más que una oportunidad de poder aflorar la bondad que, en su corazón, tiene reservada.

En la última toma, surge una buena pregunta... y a lo largo de la historia podría estar la respuesta.

“12” es otro filme que nadie debería perderse.

Debo reconocer que acabo de enterarme de que es un remake de "Doce hombres sin piedad", de ahí que haya puntuado con un 5 esta peli que para mí, pecaba de pretenciosa sobre todo.
A pesar de no llegar a gustarme por el excesivo metraje innecesario y por la forma de tratar el tema de la deliberación (sólo falta Freud interpretando las mierdas de cada uno), a pesar de ello; repito; me dejó un buen sabor de boca la historia que en realidad importaba, la del chaval y las interpretaciones del caso, creo que debió centrarse más en ello y no dar tanta importancia a las individualidades. Es posible que cuando vea la original (espero) tenga que bajar la nota de esta, espero que me dé todo lo que esta no ha sabido llenar.

Aún que está bien rodada, la película es innecesaria, no es una versión libre, es un remake que no aporta nada a la película original.

Si todavía no la han visto, no la vean, vean "Doce hombres sin piedad" de Lumet, si esta última ya la han visto es una perdida de tiempo ver esta otra.