Rose Red (Miniserie de TV)

Rose Red adapta una serie de novelas de Stephen King sobre una casa encantada con vida propia a la que le sucede lo contrario que a Ana Obregón: quiere seguir creciendo.

Craig R. Barkley dirige esta miniserie, o película por fascículos o lo que quiera que sea esta cosa. El trabajo de Barkley, teniendo en cuenta los medios de los que dispone, no es malo. El buen hombre se centra en hacer las cosas como mandan los cánones del cine de terror y del cine slasher, siguiendo a pies juntillas las directrices que vienen en los manuales. Que Rose Red no acojona es una obviedad. Que no tiene atmósfera, también. Que pese a eso, tiene cierto grado de interés, pues oye, también es cierto. Tiene interés porque esconde medianamente bien el siguiente paso, porque el final queda bastante claro desde el principio. El guion corre a cargo del propio Stephen King, escritor de los relatos que dan vida a la película y persona tan previsible como un perezoso en pleno sueño. Hablar de que Stephen King ha sido uno de los mayores beneficiados de la estupidez humana es algo que no entra en la crítica de esta película, pero yo lo suelto, ya que soy el que escribo. King escribe una historia que, básicamente, tiene los mismos mimbres que cualquiera de todas las de su extensa carrera. Sin embargo, aquí no lo termina todo con un monstruo gigante de ocho brazos, algo que se agradece. Por último, hay que hacer especial mención a los efectos especiales, que son flojetes pero que en vista del presupuesto de la producción son muy meritorios.

No sabría decir quién protagoniza la película. En principio es Nancy Travis, una mujer que adelanta el cambio de personalidad de su personaje y que desde el principio vive en una paranoia enorme, con lo que su trabajo se vuelve bastante difícil de digerir. Más tarde, es Matt Kesslar el que toma el relevo como protagonista siendo, seguramente, el mejor del reparto junto a Emily Deschanel (conocida ahora por la serie Bones), pese a que la presencia de ésta es casi testimonial teniendo en cuenta la duración de la película. La tercera protagonista (por decirlo de alguna forma) es Kimberly J. Brown, quien con 18 años interpreta a una chica de 15 y lo hace con la pericia de una de 5, sin dar muestras de su deficiencia mental y haciendo, como único intento interpretativo, un movimiento que consiste en cruzar los ojos al concentrarse. Tras el trío principal, tenemos a un ligeramente sobreactuado Julian Sands, a un Matt Ross metidísimo en su papel, a una Judith Ivey con poca relevancia pero acertada, a una Melanie Lynskey (conocida ahora por la serie Dos hombres y medio) que basa su trabajo en la sencillez acertando de pleno, al veterano Kevin Tighe cumpliendo como siempre y al joven ahora ya consagrado Jimmi Simpson, muy correcto en su pequeño rato.

Resumiendo, que es gerundio: Rose Red es una historia mediocre sobre una gran historia que cuenta con personajes mediocres a los que presenta como formidables. Es un engaño que dura poco tiempo. Por eso, porque se ve el pastel pronto, es fácil disfrutar de sus virtudes obviando que su mayor defecto es, simplemente, ser mala.

Más allá de su calidad y de lo mal que algunas han envejecido, no cabe duda de que las miniseries televisivas de Stephen King fueron exitosas y rentables durante toda la década de los 90's (prácticamente tuvimos una cada año), y poco a poco se han ido convirtiendo en un pequeño clásico del horror.

Así como el hoy tan reivindicado 'cine ochentero' tiene unas características identificativas, estas miniseries, con su formato 1,33:1, su ostentación y sus actores de segunda fila (que a menudo gozaron de una popularidad efímera en la década anterior), también poseen un cierto modus operandi, una fórmula, una serie de pistas acerca de cómo se concebían los productos televisivos en una época anterior al boom de Perdidos y Los Soprano.

'Rose Red' fue una de las últimas miniseries de King, ya entrados en 'los dosmiles', y quizá la más ambiciosa a nivel visual. Como alguna de sus antecesoras, en España se comerzializó directamente en DVD, como si fuera una película de cuatro horas, aunque por estructura era muy fácil adivinar dónde terminaba un capítulo y empezaba el siguiente.

En su punto de partida nos presenta a una doctora en psicología fascinada por la macabra historia de Rose Red, que con un grupo de personas con poderes psíquicos se dispone a investigar los fenómenos que, en teoría, habrán de tener lugar durante la visita a la mansión. A pesar de lo manido de esta premisa argumental (que remite de forma muy directa y manifiesta a la leyenda de la mansión Winchester y la novela 'The Haunting of Hill House', de Shirley Jackson) se nota en el primer acto la capacidad de Stephen King para fascinarnos. Aun tirando de convenciones se las arregla para tejer con audacia una leyenda con cierta enjundia alrededor de la casa. Todo el primer capítulo se usa para presentarnos a cada uno de los personajes (más o menos estereotípicos, más o menos odiosos, mejor o peor interpretados) y lo cierto es que, en general, es un prólogo muy disfrutable.

Una vez que el grupo penetra en Rose Red aun asistimos a alguna que otra idea brillante a nivel conceptual, casi siempre relacionada con la caprichosa estructura de la casa o con ciertos detalles del pasado, expuestos a modo de flashbacks.

Lamentablemente, con las primeras manifestaciones sobrenaturales, comienza también el comportamiento errático y sin sentido de los personajes. Asistimos a una progresiva simplificación de la historia, que tanto hype provocaba en el prólogo, hacia un terror más simplón, más de barraca de feria y muy focalizado en el impacto visual. Sin embargo, las escenas supuestamente atemorizantes se quedan cortas debido a un montaje muy lánguido y reiterativo, que además lastran la progresión de la historia en favor de secuencias de cinco o siete minutos donde no pasa absolutamente nada.

Inevitablemente, al final la historia vuelve a coger cierto ritmo, pero ya es demasiado tarde, pues hace tiempo que perdimos interés por el destino de unos personajes bastante huecos, y aun en lo que se supone debía ser el climax, hay ciertas decisiones de realización, que restan fuerza a lo que sobre el papel y con la prosa de Stephen King hubiera podido quedar muchísimo mejor.

Creo que ese es en general el problema de las adaptaciones de King. A menudo sus libros tienen la facultad de dotar de verosimilitud a situaciones por otro lado muy arquetípicas, que pierden mucho al ser llevadas a la pantalla de una manera excesivamente formulática y falta de originalidad. Algo de ese genio literario está presente, como ya he dicho, en el primer acto de Rose Red, pero lamentablemente dura muy poco.

En lo personal he disfrutado con moderado entusiasmo, pero ha sido principalmente por el recuerdo de aquellas miniseries y su modus operandi. Es interesante como unas fórmulas televisivas dan paso a otras, cómo ha crecido el nivel de exigencia del espectador medio. Hoy día Rose Red sería duramente criticada por seriófilos veinteañeros, pero quienes somos capaces de hacer esa visión de contexto aun podemos disfrutar de pequeños destellos del mejor gótico norteamericano, y es que Stephen King no es tonto, por más que lo parezca en los cameos que hace en sus pelis.

A pesar de que King y yo tenemos una semi-conexión especial a través de sus libros, la mayoría de sus películas me hacen replantearme si debería dejar de ver cine y limitarme a leer. Pero un día, como magia, llegó a mis manos una joya en DVD: Rose Red.
Lo vi con aburrimiento y sin esperar nada, y desde el minuto uno causó que mis cejas formaran una, pues no entendía lo que estaba pasando, pero me estaba atrayendo ferozmente hacia ella. Tardé en darme cuenta de que estaba disfrutando por primera vez de una película sacada de un libro del señor King y que estaba dispuesto a pelearle el puesto de película favorita de terror a Silent Hill. Finalmente las separé en géneros, y Rose Red es la favorita de paranormal. Sí, sí, que le den a Insidious...
Cada personaje, cada movimiento de cámara (tan audaz, por cierto), esos fondos, la intriga por la casa (muy curiosa, también te digo, ojalá entrar algún día). Todo. Es increíble. Sí, tiene un escaso guion, pero lo poco que hablan es certero, y más vale poco y bueno... aunque muy poco para como le gusta enrollarse a King en explicar cada detalle pasado e historia. Tal vez sea ese el problema. Creo que para la gente se hizo pesada y de ahí tan baja puntuación, pero es que hay que vivirla, no verla: hay que centrarse solo en la película y sentirse uno más de esa expedición a la gran casa. Son 4 horas de bajar las persianas y en completa soledad, tú y tu mantita, enrollarte en la expedición junto a todos esos pintorescos humanos y esos silencios en los que tienes que entre-leer la historia de cada personaje. Y si quieres conocerla a fondo, lee el libro.

Esta crítica es muy larga porque son tres episodios de hora y pico, así que si no quieres leerla entera te aconsejo que solo leas el apartado 5. Conclusión general, en el que hago un pequeño resumen, a modo de conclusión, de mi opinión sobre la película.

1.Introducción.
Me acuerdo de haberla visto, si no recuerdo mal, pero como en esa época no me gustaba mucho cómo acababan las películas basadas en las novelas de Stephen King pues la quité a los diez segundos de empezar a verla. No sé exactamente si era esta.

2.Primera parte.
2.1. Introducción.
Por lo pronto me está gustando, me encantó que tuviese esos saltos atrás al Seattle de los 1901 y hacia adelante, o por lo menos creo que esa es la primera fecha que se dice. Me encanta también que tenga un halo de suspense porque todavía no se sabe lo que pasa realmente en la casa, pero sí que se dan pistas, lo suficiente como para desconcertar. También la música, que me recordó muchísimo a la de «Expediente Warren» de James Wang, esas ¿trompetas? que van subiendo en intensidad, me ponen los pelos de punta. También me gustó mucho que las escenas están muy bien montadas, ya querría Ti West montar una escena como la del bar, cuando conocemos los poderes de cada uno. Dura lo justo para que sepamos qué hace cada cual, ni más ni menos.
2.2. Actores/Personajes.
¡Huesos sale Huesos! ja ja ja, o sea, Emily Deschanel, no es el personaje que más me gusta. Como actores lo hacen todos bien, me encantó el HP desgraciado que le hace la vida imposible a la profesora, quiero decir, que lo hace bien, que no es que me guste que le haga la vida imposible. Caras conocidas por doquier; la niña, Deschanel, el rubio y por lo menos yo no conozco más. El gordito de las gafas —el de la madre— me recuerda a Elijah Wood, es como el menudo actor solo que más gordito y más alto. Ah, tambien conozco a Kevin Tighe el del pelo blanco.
2.3. Referentes.
Aparte de lo ya citado me gustaría comentar que cuando dijo que estaban en Seattle estaba desesperado porque se viera la torre de Seattle o Aguja espacial y efectivamente se puede ver acabando ya la primera parte, creo que son tres pero yo la tengo completa.
2.4. Conclusión.
Me resulta una parte bastante interesante y que te engancha para ver qué pasa después ya que no se dice exactamente qué te puedes encontrar dentro aunque con la incursión del periodista algo se atisba. Interesante.

3. Segunda parte.
2.1. Introducción.
Buf, con lo bien que iba en la primera y esta segunda es super caótica. A ver, empiezan bien, ya por lo menos hay más escenas de terror. La de la que se quita eso, de las mejores que he visto en la miniserie. Me da la sensación de que las historias van muy separadas unas de otras. Igual es que es la segunda parte que sirve de unión entre la introducción y el desenlace pero habrá que ver cómo acaba para juzgar la miniserie en su conjunto.
2.2. Actores.
Pues todos me vuelven a parecer correctos aunque ya los hay que salen menos que otros, o eso me da la sensación a mí. La criada, la de la manta en la cabeza, eso sí, tiene unos ojazos que te mueres.
2.3. La casa.
También sale la sala de Willy Wonka, hablando de Gene Wilder (✞) que en paz descanse, que está llena de espejos. También me encantó la que está al revés, sí, como si te cogieran y te dieran la vuelta cual campana de iglesia.
2.4. Conclusión.
Esta parte me resulta bastante más aburrida que la anterior, quizás es que se supone que es más de terror pero claro a mí este terror ya como que ni me pone los pelos de punta ni nada de nada. Total, un aprobado raspadito. Yo había visto la escena de la pizza, pero fue terminar y ya la había quitado, hablo de la primera vez que la vi en la TV. Y por cómo va el tema me parece que fue lo mejor que hice. Porque me lo veo venir a la legua.

4. Tercera parte.
3.1. Introducción.
Pues nada, seguimos en la línea anterior y si la segunda era algo aburrida a medida que iba avanzando, esta, cuando le queda una hora quieres ya que acabe porque, además, es que no se da ningún tipo de dato sobre qué pasa realmente, hasta muy avanzado el tema.
3.2. Actores.
Aplica el 2.2.
3.3. Conclusión.
Pues nada, aburrida como ella sola, mucho hablar mucho hablar, que si es que si no es, pero nada medianamente interesante. Pasable.

5. Conclusión general.
Al principio está bien porque tiene bastante intriga y misterio, me gustaron los saltos atrás en el tiempo para explicar los principios de la casa y tal pero a medida que avanza la segunda parte te vas aburriendo más y más. Aburrimiento que termina de crecer en la tercera parte, donde hay demasiada conversación para una película de terror. Claro está, hasta que termina o empieza a terminar pero para ese momento, unos veinte minutos, ya te has tragado mucha chorrada de camino así que en definitiva, un pasable como la copa de un pino. Mala piedra.

Otra de las múltiples adaptaciones para televisión de una novela de Stephen King. Donde una doctora en psicología, aficionada a la parapsicología, organiza una expedición a una casa encantada llamada Rose Red para encontrar pruebas de la existencia de lo paranormal. La acompaña el dueño de la casa y un grupo de personas con poderes extrasensoriales que dan aspecto de "supergrupo": un clarividente, un médium, un telépata, dos mujeres videntes, una con la habilidad de la psicometría y otra con la habilidad de la psicografía, y una niña autista con poderes psicoquinéticos (que va acompañada de su hermana mayor).
Más de lo mismo respecto a otras adaptaciones televisivas de obras de King (El Resplandor, Carrie...), el único punto fuerte de estas versiones es su literalidad, pero nada más, falla en todo lo demás: actuaciones, fotografía, producción, efectos especiales... Esta película tiene como curioso añadido un cameo del propio King.