Julie y Julia

Julie y Julia adapta la novela de Julie Powell en la que contaba sus vivencias a partir del momento en el que decidió vivir un año entero dedicando su vida a preparar las recetas del libro de cocina de Julia Child. La putada, es que adapta eso y se olvida de hacer una película.

Nora Ephron ya había dejado regueros de cursilería en sus anteriores trabajos, pero es en Julie y Julia donde la directora se desmelena y lo tiñe todo de unicornios rosas que mean arcoiris perfumados. Aunque en Julie y Julia podemos ver un cuidado trabajo con el color y las luces, esa tarea tan bien hecha que es lo primero que entra por los ojos no debe confundirnos, como tampoco debe hacerlo la portentosa interpretación de Meryl Streep, pues una película se compone de muchísimos puntos y esos son solamente dos de ellos. Ephron decide escribir unas frases ridículas para todos y cada uno de los personajes, decide olvidarse de los secundarios, decide montar una discusión (que nos vende como una pelea salvaje) en la que lo único que vemos es un "eres una trufa caducada" "pues tú eres un perejil sin sabor, toma, toma y toma" "bota, rebota y en tu culo explota". Vamos, una discusión brutal. Yo, sinceramente, he visto peleas verbales más fuertes en el jardín de infancia. Pero la cosa no queda ahí, qué va. Nora Ephron, nos dice en los primeros minutos de película (pongamos que antes del minuto 15, alargándolo mucho) que va a hacer una película sobre recetas de cocina. ¡Y la muy imbécil lo cumple! ¡Sin hacer nada más! "Oh, la evolución de Julia Child, una mujer valiente que..." Y una mierda, tío. Julia se nos presenta como mujer valiente desde el principio. "Julie representa a la mujer moderna, llena de retos personales..." Pero gilipollas, ¡si lo único que hace és cocinar! Lo cierto es que acabé de ver Julie y Julia (no sin poco esfurerzo, pues son casi dos horas en las que se me cerraban los ojos, aunque no llegué a dormirme) con una mala hostia bastante grande, teniendo la inevitable sensación de que me habían tomado el pelo.

Si queréis ver un ejemplo de cómo desaprovechar un grandioso reparto, he aquí vuestra película, damas y caballeros. Meryl Streep está grandiosa, entre otras cosas porque es ya, sin ningún tipo de dudas. una de las 3 mejores actrices de la historia. Amy Adams está correcta a ratos, brillante por momentos y un poco flojo en ciertas partes de la película. Lo jodido viene cuando vemos que Chris Messina, actor con un talento aceptable, no tiene más protagonismo que el de darle muak-muaks a Amy Adams. Eso es pasable, pero que un intérprete monstruoso como Stanley Tucci sea un muñeco para regalar en navidades de esos que dice cuatro frases tontas, clama al cielo.

Resumiendo, que es gerundio: Nora Ephron nos cuenta una historia que en realidad debió ser muy intensa, pero ella decide convertir a las dos protagonistas en dos "Mari Pilis" casi tan repipis como el trabajo de la propia Ephron con el guion y las cámaras. Si lo queréis más resumido, allá va: Julie y Julia es una película en la que Julia aprende a cocinar y Julie pone en práctica sus recetas. FIN. Fin, en serio, no hay más.

La historia de una chica que desarrolla su pasión por la cocina, apoyándose en su visión de la mujer a la que más admira como cocinera, Julia Child.
De eso trata Julie y Julia. El autodescubrimiento y superación personal por lo que comienza como una afición y se termina convirtiendo en una razón para afrontar el día a día en una vida puramente corriente.
Que alternen la historia de ambas vidas es algo que logra que resulte más amena y que logres comprobar que, a pesar de separarlas décadas, las dos mujeres experimentan muchas anécdotas parecidas.

Soberbia Meryl Streep, como de costumbre. Las actuaciones de Amy Adams y Stanley Tucci también me resultaron trabajadas y adecuadas.

Es una película solamente apta para aquellos que adoren la cocina y que disfruten aprendiendo acerca del tema, porque de lo contrario es posible que se aburran soberanamente. Y verla con el estómago lleno, porque da unas ganas increíbles de comer cualquiera de esas maravillosas recetas.

No tiene un punto especial ni nada que no se haya visto con anterioridad, pero me pareció entretinida y a ratos bastante divertida.

Y he de decir que ví la película y al día siguiente compré el libro de Julia Child "Mastering the art of french cooking".

He tenido con Julie y Julia un poco la misma sensación que con Joy, la película que David O'Russell dedicó a Joy Mangano, con los rasgos de Jennifer Lawrence: la historia no es tan interesante como nos quieren hacer creer los responsables de ambas películas.
Julie Powell cocinando las recetas de Julia Child durante un año no da para una película, y menos de... ¡dos horas! Es una locura. La historia es simpática, curiosa y produce cierta ternurilla, más que nada por Amy Adams, que es una de las mejores y más encantadoras actrices del mundo, pero no es una gran historia de la que se pueda hacer una obra maestra. Así, la cinta de Nora Ephron (la última que dirigió antes de fallecer) es una opción aceptable para una tarde aburrida de esas de domingo, después de comerse el cocido, pero no es una gran película. De hecho, no tiene nada más allá de sus excepcionales protagonistas. El guión es soso, lento, aburrido a ratos, y no transmite para nada la devoción de Julie por Julia, ni la contagia a los espectadores. Sencillamente, no nos interesa, ni el reto de Julie ni las vivencias parisinas de Julia. Es así de fácil.
Un apunte final sobre Meryl Streep. Es la mejor actriz del mundo. Es una de las mejores actrices de la historia, junto con Bette Davis, las dos Hepburn, Vivien Leigh y alguna más. Pero en ocasiones da la sensación de que le caen nominaciones a premios por ser ella. En este caso, en el de Into the woods o en el de Florence Foster Jenkins, da la impresión de que si está en las entregas de premios es porque es Meryl Streep. Otra actriz haciendo lo mismo en películas como son las tres mencionadas seguramente no hubiera estado entre las cinco mejores actrices del año según las asociaciones críticas. En otras palabras: el trabajo de Streep en Julie y Julia es estupendo porque ella es estupenda, y ya podría estar leyendo una multa de tráfico que seguiría fascinándonos con su talento, pero no es uno de sus trabajos maestros y seguramente no debería haber estado en tantos premios.

Lo mejor: Streep y Adams
Lo peor: La historia no es interesante

Para los amantes de películas "diferentes", es decir salir un poco del tópico de acción, ciencia-ficción, thrillers, etc... este film es perfecto, una comedia romántica como la vida misma, contiene los ingredientes (nunca mejor dicho) necesarios para "saborear" cada minuto de la película. Yo por mi profesión (tengo un restaurante) ha sido una sorpresa encontrarme con algo tan fresco y real como el tortuoso camino de la cocina... encantadora.

Fuera de ser la típica y tópica comedia, Julie y Julia consiguen una labor magnífica y un entretenimiento etupendo. Meryl Streep (como siempre) interpreta de maravilla (y para muestra, un botón: la actriz cosecha una nominación más a los Globos de oro, y lo que resulta aún más curioso, es que no es la única de este año) a esta excéntrica cocinera con un tono de voz y un acento tan peculiares como su personaje. Por otro lado, es cierto que el personaje de Amy Adams resta puntos a la calidad de esta cinta, pero tampoco demasiados, puesto que, a pesar de no hacer un papel casi perfecto como ya logró en la "disneyniana" Encantada: La historia de Giselle, la chica no lo hace del todo mal, y memorable será su "affair" con una langosta. El resto del cartel también está muy bien, pero es que Meryl se los comió a todos...
Por el lado narrativo, aunque me gustara bastante la película, es de destacar su gran lentitud, debido en gran parte al afán de la directora por destacar los pequeños detalles sobre la generalidad de la historia, aporte que se agradece en cierta manera, y se reprocha en otra.
Para resumir, Julie y Julia es una comedia ligera, entretenida, nada fuera de lo normal, pero que encandece y reconforta y, lo mejor de todo, es que no cae en lo previsible y sorprende a cada fotograma. Una pequeña maravilla de la comedia moderna.