Jojo Rabbit

Una película singular, que consigue crear un universo propio, lleno de vida, de fuerza. Y todo dentro de un ambiente malsano como pocos, la Alemania nazi. Ahí, recrea para el espectador un ambiente apacible, el que tejen un niño de 10 años, que tiene que lidiar con el adoctrinamiento nazi, con una chica judía escondida en su casa. Esa relación es el motor de la película, lo que parece interesarle realmente al director. Lo demás, esa caricatura demasiado humanizada de Hitler dialogando, como si fuera la encarnación de la acritud con la que se aleccionaba a los nazis, con el peculiar protagonista sólo es el paisaje, el necesario contrapunto para glosar la relación y la pureza emocional de esos dos jóvenes aislados del mundanal caos. Ella por el simple hecho de ser judía y él por ser más humano, más inquieto y menos ario de lo que le exige la demente sociedad en la que vive. Un canto a los buenos sentimientos, a la pureza del corazón por encima de las circunstancias por adversas que resulten.

En el fondo un mensaje algo simple, pero que consigue abrirse paso a lo largo de las dos desiguales horas de una película que tarda en tomar vuelo (cuando aparece la chica, la película sube muchos enteros), pero que acaba emocionando. Y casi funciona mejor en los escasos momentos realmente dramáticos que en los paródicos, que no son demasiado corrosivos (incluso por momentos blanquean lo que se pretende criticar) ni, salvo alguna excepción, demasiado brillantes.

Excepcional la interpretación de los jóvenes (incluida la del amigo del protagonista). Los personajes adultos oscilan entre una brillante Scarlett Johansson, un Sam Rockwell que interpreta con algo de desgana a un personaje más que desganado y una Rebel Wilson a la que no le permiten explotar su gran vis cómica.

Estoy seguro de que todos, alguna vez, hemos soñado con la idea de hacernos amigos de nuestros ídolos. Pero, ¿qué pasaría si ese ídolo fuese Adolf Hitler, un dictador que provocó un genocidio y se cargó a más de cinco millones de personas?

Bajo esta premisa Taika Waititi ("Lo que hacemos en las sombras", "Thor: Ragnadok") se sigue curtiendo como director de cine y lo hace con un gran acierto como es "Jojo Rabbit", una película que no solo dirige, sino en la que interpreta al mismísimo dictador. El resultado, una adaptación de la "El cielo enjaulado" de Christine Leunens que le ha valido el Oscar a Mejor Guion Adaptado y que estuvo a punto de hacerse también con el premio gordo, el Oscar a Mejor Película.

La película neozelandesa es una sátira que se adentra en la admiración fanática que un niño de diez años, Johannes, siente por el dictador alemán. Esos sentimientos se verán muy pronto comprometidos con otros incompatibles, que le harán tener que tomar una difícil decisión en pleno desmoronamiento del Tercer Reich.

Waititi ofrece en "Jojo Rabbit" una mirada directa y cruda al antisemitismo. Lo hace siempre con un tono burlesco, pero que evidencia las barbaridades que la Alemania de Hitler pensaba sobre los judíos y la enorme superioridad de la raza aria. Aunque este es el tema central, la película muestra muchos eventos y actos que realmente ocurrieron en su día: las juventudes hitlerianas, el atentado que sufrió el propio dictador o incluso las recogidas de chatarras son hechos históricos probados.

Por tanto, el resultado dista mucho de la típica película histórica que pretende recrear todo lo que ya recogen los libros de Historia, aunque no por eso significa que no tengamos nada que aprender. Es más, personalmente me congratula encontrar una comedia negra para toda la familia.

Y es que "Jojo Rabbit" es una película de las que te enganchan desde el primer minuto sin saber muy bien por qué, aunque quizás, si echamos un vistazo a la larga lista de nominaciones y premios que se ha llevado por el camino podamos hacernos una idea. El guion, brillante desde mi punto de vista, se complementa con un gran trabajo de dirección, fotografía, sonido, efectos especiales y un reparto exquisitos.

Me gustaría detenerme en el reparto porque, sin lugar a dudas, es el plato fuerte que hace de "Jojo Rabbit" una de las mejores películas del año. Entre las caras más conocidas encontramos a un Taika Waititi que encarna a un Hitler completamente caricaturizado y que aporta el toque cómico a la cinta; además de una increíble Scarlett Johansson que estuvo nominada al BAFTA a Mejor Actriz de Reparto y que se hizo con varios galardones que concede la Crítica Cinematográfica a mejor actriz de reparto por su papel como Rosie, la madre de Jojo.

Las grandes sorpresas son Roman Griffin Davis y Elsa Korr. El primero se estrena en la gran pantalla y lo hace con una interpretación tan sublime que le ha valido incluso una nominación al Globo de Oro a Mejor Actor de Comedia con tan solo 12 años. Korr también hace un gran trabajo, aunque su personaje, especialmente comparado con el del primero, pasa más desapercibido. Mención especial merecen Archie Yates (Yorkie) y Rebel Wilson (afín al régimen nazi), que llevan la mayor parte de la carga cómica de la cinta junto a Waititi.

En definitiva, "Jojo Rabbit" es una obra brillante, que destaca absolutamente en todos los aspectos y que, desde el mismo argumento, no dejará indiferente a nadie. Es un punto de vista distinto a toda la barbarie que hemos estudiado en el colegio y en el instituto; un género cinematográfico que se echaba en falta; un relato arriesgado, especialmente en los tiempos que corren, y que, precisamente por eso, es más necesario que nunca para recordar, desde el humor, los graves errores de la humanidad.

Tratar lo peor de la especie humana desde la perspectiva de un niño, hacerlo en tono de comedia satírica sin pasar de puntillas por ninguno de los horrores vividos, llegar a la caricatura de la historia y acercarse más que nadie a la realidad del porqué de esa locura... está al alcance solamente de los muy virtuosos. Y no, no es como "La vida es bella".

Tiene unas actuaciones excepcionales de los cuatro actores principales (el personaje de Sam Rockwell es tema aparte), una original estética colorista y vintage, una banda sonora con temazos interpretados en alemán, escenas memorables, hilarantes y desgarradoras, con un final glorioso.

Hacer una película tan original en estos tiempos es un impagable ejercicio de creatividad. Aunque nunca se lo hubiesen otorgado, para mí, era el film de los últimos Oscars. Mi valoración: 9/10 en filmaffinity.

"Deja que todo te pase,
la belleza y el horror,
tú solo sigue adelante,
ningún sentimiento es definitivo."

R.M.Rilke  

Hay varios factores que me atraían de esta película como su sátira, su humor negro, y tengo que ser sincero, que el protagonista fuera nazi me parecía una idea atractiva y arriesgada, por la polémica que podría producir. Pero después de verla, eso no es lo que más me ha encandilado de la película sino su ternura, como muestra la infancia perdida, las dualidades morales y lo absurdo que pueden a llegar a ser las guerras.

En primer lugar, como nos muestra la propia película, está inspirado, no basado en el libro “El cielo enjaulado” de la escritora Christine Leunens. Por lo que si veis la película o habéis leído el libro son productos totalmente diferentes. Hay elementos de la película que no aparecen en la novela como que tenga de amigo imaginario a Adolf Hitler, pero este añadido me ha gustado como recurso narrativo ya que presenta muy bien el dilema moral que tiene Jojo por sus creencias y los acontecimientos que está viviendo. Además, los cambios se han dirigido para hacer más cómica la cinta, pero sin ocultar el contexto que sucede la trama. Esos momentos más dramáticos hacen que para mí esta película sea más redonda.
Otro elemento que me ha gustado son sus escenarios y paisajes. La película en realidad no se rodó en Alemania, sino en la Republica Checa y en las afueras de Praga ya que Taika Waititi creía que estos lugares eran más acordes con el tono de ensueño de la película. Un gran acierto.

La verdad que no esperaba que me fuera a gustar tanto la película, ya que lo que ha hecho que me guste no es ninguno de los elementos que aparece en su tráiler. Como el desarrollo de los personajes (un gran nivel de actuación de los niños y muy merecida la nominación a Scarlett Johansson en los óscar), ese equilibrio de los diferentes géneros, añadir elementos o cambiarlos para adaptar mejor el paso de un medio a otro… Ha sido una sorpresa y ahora entiendo porque fue la ganadora a mejor guion adaptado.

Comedia negra, políticamente incorrecta, provocadora, satírica, y aún así, se deja un espacio para el drama aleccionador. Todo eso es este último trabajo de Taika Waititi, quien tomó una novela de angustia y la convirtió en esta tragicomedia espectacular.

Jojo es un nene de diez años nazi. Pero RE NAZI, eh! En realidad tanto como puede ser alguien de su edad hincha de un club, después de que su padre le comiera la cabeza desde bebé con eso. Imaginate, el pibe es parte de las Juventudes Hitlerianas y hasta tiene al mismísimo Führer de amigo imaginario. Pero todo su fanatismo lo hará entrar en conflicto cuando descubra que su madre esconde a una chica judía en su propia casa.

Es increíble el uso que se hace de distintas referencias culturales, la burla a ciertas formas de representación, y en cuanto a la narrativa, las distintas semillas que va dejando desde el inicio para cosechar todo al final, sobre todo en lo que a imagen se refiere.

Tremenda actuación de Roman Griffin Davis, que se bancó toda una peli desde la perspectiva de su personaje. Menos participación pero más contundencia tienen Scarlett Johansson y Sam Rockwell, los dos que más sobresalen de un elenco que igualmente está muy muy bien.

Te vas a reír de entrada, te va a provocar, te vas a encariñar y luego te va a atrapar, resultando algo irresistible.