Flores de fuego

El mayor interés que genera es la expectación por saber a que final conducirá el camino que lleva un protagonista, que intenta ser entrañable y carismático, sin mérito abrumador.

Las escenas de violencia se notan propias de una película sin grandes recursos.

El poco carisma que consigue con la actuación el protagonista es a través de acciones más que de la interpretación.

La expectación que genera es por parte de una trama no muy compleja.

Hana-Bi es una de las película imprescindible para todo amante del cine.

Kitano nos presenta una película mucho más emotiva y en la que pone muchísimo más cuidado en la parte artística que sus obras anteriores (al menos en las que he visto). La narrativa es un tanto compleja y nos exigirá estar atentos durante todo el metraje ya que no sigue una línea temporal lineal. Además los planos y la banda sonara están llenos de simbolismos. Estamos ante una película que muestra mucho y nos cuenta poco, es decir, no tendremos extensos diálogos, la historia se desarrolla mediante la imagen y la música, esta última compuesta por
Joe Hisaishi (puede que no te suene de nada, pero si te gusta el cine japonés y en concreto los estudios Ghibli le habrás escuchado más de una vez). La banda sonora es muy representativa y tiene un gran peso en el ffilm.Todo esto Kitano lo hace sin renunciar a su peculiar humor y a la ultra violencia que le caracteriza. Es lo mismo que ya habíamos visto de Kitano pero mucho mejor. Se ve una gran evolución en director.

Como actor es otra historia. Aquí vuelve a hacer su típico papel de personaje taciturno, con tics y matón, el que veremos interpretar en gran parte de su filmografía.

Gran obra que forma junto con 'Zatoichi', 'El verano de Kikujiro' y 'Brothers' el pack de películas imprescindibles de Takeshi Kitano, tanto si eres fan como si no.

Podríamos decir que se trata de la historia de un gafe y en ese sentido tiene algo cómico, no te la puedes tomar demasiado en serio; sin embargo, tampoco dan ganas de reír. Posiblemente en esa contradicción resida la gracia de la peli.

Tal como nos lo cuentan, el ser humano parece estar abonado a la desgracia en un mundo básicamente defectuoso, y en ese sentido la peli resulta dolorosa y también conmovedora. La violencia parece ser una consecuencia de ello.

Los diversos saltos en el tiempo me han confundido un poco, incluso en algún momento me he perdido. Las escenas se despachan sin complicarse demasiado. La música compensa la escasez de diálogos y lo inexpresivos que resultan. En ninguna escena salen más de tres o cuatro personas.

La actuación casi muda de Kitano queda bien con la de su mujer: ambos han sido sobrepasados por las circunstancias y poco tienen ya que decirse. La niña no puede echar a volar su cometa. No es que las cosas terminen mal, sino que nunca fueron bien.

Por otra parte, el compañero de Kitano que va en la silla de ruedas descubre en las flores un motivo para vivir.

No me convence el rollo simbólico de las flores. No era necesario ser tan machacón con eso.

Es una de las escasísimas películas que he visto hasta el final dándole un 1. Supongo que yo tampoco puedo sustraerme a la comercialidad con que está hecha, pero pensando a cada minuto en las motivaciones que pueden llevarle a una persona a hacer algo tan burdo, políticamente hablando. No se puede traspasar de esa manera todas y cada una de las leyes de la sociedad, a no ser que interese a alguien, claro. Así pues, si existiera una censura ética, esta no pasaría del minuto 10.

Esta es sin lugar a dudas la mejor película de este genio llamado Takeshi Kitano y una de las mejores películas asiáticas y de japón, la acusan de ser aburrida solo porque es lenta, pero es que su lentitud es a propósito como en toda película de Kitano, el teje las cosas a fuego lento como dios manda para entregarnos un guión y una historia verdaderamente brutal, envuelto en como todos ya han aclarado, una imagenes totalmente poéticas y armoniosas mientras atrás se esconde la mas brutal violencia, (son pocas escenas violentas pero las que hay impactan, aunque tampoco es lo mas fuerte) y todo esto llegando a un final verdaderamente triste y lírico, lleno de dolor y belleza como nunca se ha visto, y así Kitano nos entrega una película verdaderamente perfecta.