La vida mancha

Interesante y minimalista película de Urizar Azpitarte con algunos altibajos pero surcando los mares con un eufórico, inspirado y apoteósico por momentos José Cojonazos.

Urizar consigue hacer efectivo el less is more en ciertos momentos aunque quizás apunte demasiado alto incluyendo una gangrenante escena onírica buscando el gol de penalty en el último minuto.

La vida plancha no obstante, vuelve a señalar a Cojonazos como un actor ya consagrado en uno de sus mejores papeles donde cada acción sugiere descorchar una botella de champán. Memorable su irrupción en la película con el traje impoluto con su daga en el pantalón, y muy destacable su concatenación de rácanas palabras que sugieren más de lo que en principio puedan aparentar así como sus acciones, observando, cuadrando, pidiendo café.

Fantásticos obuses que se cuelan por la escuadra como cuando es invadido por:

-"Qué has hecho esta mañana?"
-"Nada, recoger mis cosas"

O la sobrenatural

-"Y qué tal en Inglaterra?"
-Llueve.

Sin olvidar la fulgurante partida donde remata con un inapelable

"Ha sido un placer"

Una lástima la aparición de un esperpéntico Sergio Dalma, bastante sobreactuado y que en líneas generales casi consigue hundir la flota al completo, tampoco me ha terminado de entrar ese calzador de Urizar donde los tópicos abundan, crío enternecedor, pareja con problemas y perdedor sin tregua, amiga con la pipa en llamas, pero sobre todo, cuando Urizar busca a la crítica implorando nominaciones con una secuencia casi bromista, aunque en líneas generales bien, más que nada por Cojonazos, bueno, es que la película, es Cojonazos, con sus Cojonazos.

Viva Cojonazos!Viva!!!

Se despide desde el Mortirolo

Roberto Conti , haciendo rebotar sus testículos en el sillín una y otra vez , emitiendo un sonido similar al de una foca al chocar con el mar

Película en extremo intrascendente, mal dirigida y con mediocres interpretaciones: sinceramente, no nos conmueve en absoluto la historia de ludopatía del protagonista; tampoco el triángulo amoroso que se sugiere, no se aprecia voluntad por transmitir algo por parte del elenco.

Las actuaciones, bajo mínimos: un Coronado demasiado hierático, casi robótico, una Zay Nuba muy mona pero pésima actriz, con una dicción penosa; una puesta en escena que recuerda mucho a las ralladas surrealistas ininteligibles de Julio Médem; y un final cursi a más no poder...en definitiva, un quiero y no puedo.

Ni a la suela le llega a monumentos como "La Caja 507".

Que no. Que Coronado no está bien en esta película. En serio os lo digo. No os empeñeis. Desde el minuto uno Coronado exhibe con maestría esa manera de actuar tan propia de los más malos, esa que exagera las caras, esa que actúa hacia fuera, y no desde dentro, esa que apesta. A mi cabeza vino el recuerdo de "La Vuelta De El Coyote", seguramente, el mayor pestiño cinematográfico que ha reproducido mi VHS. También es cierto que algunas escenas, las solventa de una forma mas seria, pero yo más bien se lo atribuyo a la menor exigencia de estas, o bien que la personalidad de José Coronado concuerde mejor con la actitud que el personaje debe adoptar en función de la situación, dando lugar a una mayor sensación de naturalidad. En cualquier caso, ni Coronado ni su actuación son un reclamo para ver esta película, o por lo menos, un argumento para valorarla positivamente. El resto del elenco peca un poco de lo mismo; esos diálogos recitados, falsos, increíbles. Ahora bien, al contrario que a muchos usuarios, me parece que Zay Nuba, salvo algún que otro detalle, lo hace realmente bien. Tambíen el hermano, Juan Sanz, me sorprendió gratamente.

En cuanto a la película, me gusta. Me gusta esa sensación de tranquilidad, sobriedad y realismo que me provoca el cine español, sensaciones que define bien kafka en la crítica que encabeza la lista de las referentes a "La Vida Mancha". Esas escenas en cocinas, en azoteas, en calles, en paradas de bus. Pero tampoco creo, que sea un pepino, ni creo que el guión ni su trasfondo lleguen a las cotas de profundidad necesarias para emocionar ( no tengo ni puta idea de cúales son las cotas de profundidad necesarias para emocionar). Los personajes son lo que son, la historia es la que es. ¿Emotividad? La justa, más bien poca, no creo que ni los personajes ni la historia ni como está contada, puedan apelar a este término. Pero al fin y al cabo soy un pobre diablo con todo por vivir.

La película favorita de Carlos Boyero es, como era de esperar, un petardo. Lenta, mal interpretada, con un guión que parte de premisas interesantes para derivar en...nada. Ritmo constante (lento), Coronado sin expresión facial alguna, Zay Nuba sin vocalizar (farfulla cosas en tono monocorde, pero eso es muy normal entre los actores patrios), diálogos sencillos pero que a veces se intentan forzar y volverse impactantes -dando mucha risa...
Sin llegar a ser una aberración, no pasa de ser mediocre, una muestra de cine social español de costumbrismo de barrio bajo pero que se niega a entrar en el cine negro, la acción, el thriller...y que queda atrapado en tópicas historias sobre infidelidad y picores de bajos de adolescentes y de mediana edad.
La explicación viviente de por qué la gente no paga por ver la mayoría del cine español.