La vida es un rodeo

Admirable, ya no por la emotividad de la superación, que es lo mejor, sino por hacerte estar toda la película sintiendo todas las alegrías y penas siempre con los pelos de punta.

El argumento está basado en una historia real, pero te hace llegar a un punto de querer conocer a esta impresionante mujer en la vida real.

Si te metes dentro de la historia, este tipo de películas te llegan muy adentro, y te ablandan desde el principio ese corazón duro que nos hace la vida conforme crecemos.

Me apunto a volverla a ver.

Anda. Montar. Rodeo. es una película de tanta sobre la superación humana y el coraje ante la adversidad. Nada nuevo bajo el sol. De hecho, es un telefilme puro y duro de sobremesa, de esos de echarse unas lágrimas (o unas risas, vaya usted a saber) con el café sentados en el sofá. La dirección es plana, el guión es tópico a más no poder y la mayoría de actores parecen más modelos que otra cosa.
Aun así, la película no ofende, no tiene nada realmente malo, se deja ver bien y es entretenida, y cuenta con una protagonista, Spencer Locke, que no es que sea Glenn Close pero por lo menos pone bastantes ganas y alma a interpretar a Amberley Snyder.
Fabulosa banda sonora country con grandes estrellas del género (muy conocidos para los que estén un poquito puestos en esta música, como Dixie Chicks, Rascal Flatts o Sugarland) para una película normalita, muy telefilmesca, pero que no insulta nuestra inteligencia y no resulta ofensiva.

Lo mejor: Su banda sonora, el trabajo de Spencer Locke y que no engaña a nadie.
Lo peor: Lo mismo, que es lo que es, y que no es más tv movie porque no puede.

Basada en la vida real, historia de superación bien llevada al cine, llevando al espectador a recorrer las situaciones que se pueden presentar en una familia al enfrentar una tragedia de esta naturaleza.
Muestra también la tenacidad de una joven que a pesar de sus limitaciones, se esfuerza por seguir realizando actividades que cualquiera con su condición ya debería abandonar.

Andar, montar, rodeo. Esa frase la escucharemos de boca de la protagonista de ésta película en algún momento del film. Y básicamente en eso se resumen los proyectos a corto plazo de Amberley Snyder, una jinete que tuvo un accidente de coche y la dejó sin movilidad en las piernas, pero la cual nunca se dio por vencida y a base de trabajo y mucho esfuerzo, consiguió volver a realizar su máxima pasión.

La forma de contarla no me ha gustado la verdad, me ha parecido algo muy forzado, poco natural, con más pinta de peli de sobremesa, que de biografía. La historia en manos de cualquier director con más cabeza y mejor perspectiva, habría tenido un mayor aprovechamiento. Porque había material para sacarle partido.

No dejen de ver las escenas finales, donde es muy curioso descubrir que la doble de la actriz Spencer Locke que interpreta a Amberley...es la misma Amberley.

Una historia de superación personal basada en hechos reales, pero muy superficial e irreal para la gente que hemos tenido accidentes y sabemos como va el proceso de recuperación tanto mental como físico. Entiendo que no querían hacer un drama y el mensaje que quiere dejar la película, pero darle algo más de realidad hubiese estado mejor, la habría hecho más creíble que es lo que queremos los que vemos películas de este estilo.