Angélica, marquesa de los ángeles

A mediados del siglo XX las aventuras de tipo histórico del matrimonio Anne y Serge Golon gozaron de un enorme éxito. La protagonista era Angelique, la llamada Marquesa de los Ángeles.
En los años 60 el director Bernard Borderie iba a llevar a la pantalla este éxito, en colaboración de tres países: Francia, Alemania del Oeste e Italia.
Una extraordinaria y acertadísima Michele Mercier realizaría el papel protagonista, y junto a ella, como máxima figura masculina, el director y actor Robert Hossein, en un papel que iba a impresionar al público, el querídisimo Joffrey de Peyrac, misterioso alquimista espadachín, cojo y lleno de cicatrices.
Las películas son un derroche de magnífica ambientación histórica, con un presupuesto elevado, que luce unos escenarios y vestuarios suntuosos y que suponen un deleite visual.
Las aventuras de Angelique son un acierto, romance mezcla de Dumas, de Victor Hugo y Salgari, con cierto aire a la Hammer, jugando un con el erotismo y cierta violencia, pero lo suficentemente comedida para que quede muy alejado de los productos de explotación de dichas características. Lo curioso de esto es que, al contrario de lo que pudiera parecer, no estamos ni ante un panfleto feminista, ni ante una heroína que adopte las características del héroe masculino, sino una heroína de enorme belleza, que usa de esta (también la sufre) para salir airosa de vicisitudes de toda índole. Está plenamente a gusto con su condición femenina, pero llena de energía y sentido de la justicia, irá conociendo a sus amantes, entre los que destaca el misterioso Conde De Peyrac. Su espléndida belleza será una ventaja en muchas ocasiones, su decisión y valentía harán que sea admirada por varios hombres, su inteligencia y arrojo la sacarán de más de un apuro. Sufrirá intrigas palaciegas, raptos, será madre, nombrada Marquesa de una Corte de los Milagros, regentará una fábrica de chocolate de enorme éxito...e innumerables aventuras sin fin. Versalles, alquimia, raptos, intrigas palaciegas, amor, duelos a espada, barcos y piratas,...los films tienen de todo y todo con bastante acierto, soltura, recordando lo mejor del cine de aventuras. Angelique será el hilo conductor de estas peripecias, rodeada de amigos, compañeros y amantes. Honestidad en el buen hacer, obviamente la calidad se resiente según avanzan las cinco películas que componen este éxito (aunque no baja tanto como se podría pensar), pero que se disfruta al 100% gracias al buen hacer de sus actores y unos personajes llenos de pasión. Entretenimiento puro, sin complejos, un sin fin de aventuras, belleza, crueldad y amor que nos deja el mejor sabor de boca de las aventuras clásicas.