El archivo

A priori, esta es la clase de película que parece hecha para mí. Siento debilidad por la ciencia ficción de carácter existencialista y presentación minimalista, y todo lo que tenga ese ramalazo asimoviano suele gustarme. Y pensaba que Archive, el debut del británico Gavin Rothery, sería otro ejemplo. No ha sido el caso, vaya por Dios.

La cosa es que, durante la primera media hora, mantuvo mi interés. Dispone las piezas con cierta habilidad, pero van pasando los minutos y nada cuaja. El conjunto nunca cristaliza. Archive es un producto que muestra abiertamente sus influencias, lo cual no es necesariamente algo malo. El problema es que nunca termina de hacer nada con ellas. Que sea la enésima película que beba claramente de Metrópolis no tiene por qué ser un defecto. Que coja cositas de Ex machina, tampoco. Pero a cada oportunidad que le surge de profundizar en una idea nueva, Rothery da un volantazo y cambia de rumbo. La tecnología post-muerte que introducen en el primer tercio podría haber llevado a explorar temas muy interesantes sobre la pérdida, la conciencia y la memoria, pero se desaprovecha. Y es una lástima, porque abordar cuestiones humanas utilizando premisas futuristas es lo que este género hace mejor que ningún otro, en mi opinión. Archive, por desgracia, nunca termina de desarrollar una voz propia ni de elaborar una tesis destacable. Algunas ramas del argumento se abandonan a mitad, no llevan a ninguna parte. Y luego está el desenlace*, que en fin, luego hablamos de eso.

Otro de los problemas gordos de Archive es su falta de profundidad emocional, lo cual es chocante dado el carácter de la historia. Pero claro, tenemos como protagonista a Theo James, que pobrecito mío, tiene el registro interpretativo de un armario. Puede que haya mejorado ligeramente con respecto a sus trabajos anteriores, pero sigue siendo muy muy plano, y si encima le pones a interactuar con pantallas, pues ya nos vamos a la mierda del todo. Stacy Martin tampoco está a la altura de lo que su rol exige. No es Alicia Vikander, está muy lejos de serlo. Las intervenciones de Rhona Mitra y Toby Jones son prácticamente inexistentes. Si conecto de manera intermitente con algún personaje es con el robot J2, pero su relación con George es otra cosa que da la sensación de que se podría haber explotado mucho mejor.

¿Virtudes? Pues hay ciertos elementos del universo que parecen tener potencial. Lo poco que vemos del mundo exterior, con su rollo cyberpunk nipón, tiene un aire guay, aunque tampoco sea original**. Visualmente, apuesta por una estética intimista que también me gusta. Su predilección por el color blanco le da a la historia un aire esterilizado, cristalino, que me resulta bastante atractivo y muy acorde con el material. La banda sonora, por su parte, también funciona muy bien.

En fin, que Archive es una película que va muy justita. No hay nada (bueno, casi nada*) que me parezca terrible, pero hay muy poco que sea verdaderamente memorable. Se queda ahí, cumpliendo a duras penas en el mejor de los casos. Habiendo muchas películas de este género mucho mejores que esta, la verdad es que me cuesta bastante recomendarla.

Calificación: Insuficiente

*Influencias guardadas en el disco duro

Sorprendente y ambicioso debut en el largo del guionista y director británico Gavin Rothery, tras realizar un corto apocalíptico titulado The Last Man (2014). El cineasta que procede del mundo del cómic y del diseño de videojuegos, efectuó su entrada en el cine con su colaboración como diseñador gráfico y de los efectos visuales de Moon (Duncan Jones, 2009), con la que estilísticamente podría emparentarse su ópera prima.

Porque Archive es sci-fi de corte independiente, adulta, intimista y reflexiva. Se aleja de los estándares más espectaculares del género actual para adentrarse en terrenos más personales y humanos. Con las enseñanzas de maestros como Kubrick o Tarkovski en la mochila, el director Gavin Rothery afronta un debut con claras influencias de Naves Misteriosas (Douglas Trumbull, 1972) y Ex Machina (Alex Garland, 2014). Archive es una película sobre la muerte, los celos y el miedo a ser reemplazado.

*Las distintas edades de los robots

Cuanto más sencilla y minimalista se pone, Archive me gusta más. Su bajo presupuesto no se nota para nada. Tiene un diseño de producción y efectos fantásticos. Está ambientada en un futuro cercano, en concreto el año 2038. El protagonista trabaja en un laboratorio aislado en unas montañas de Japón que permanecen constantemente nevadas. Ese entorno recrea a la perfección la sensación de soledad y aislamiento que siente el propio protagonista en un paraje tan gélido como bello. Pese a que la acción sucede en la Tierra, la percepción que tendremos no será muy distinta a la del retiro espacial que vivían los astronautas interpretados por Sam Rockwell en Moon o Bruce Dern en Naves Misteriosas.

El George Almore encarnado por Theo James en Archive es un sosias de Víctor Frankenstein. La maldición del mito de Prometeo sobrevuela el trabajo del científico. Lleva años dedicados al proyecto de crear una inteligencia artificial autónoma con sentimientos y emociones humanas. En realidad, un trauma del pasado le lleva a querer devolver la vida a su novia, interpretada por la actriz Stacy Martin. Cada una de las tres versiones de su prototipo están creadas a partir de sus mismos patrones de comportamiento.

A partir de ahí, la relación del protagonista con los distintos robots es muy singular. El primer prototipo apenas puede caminar ni comunicarse y tiene la conciencia de una niña que disfruta viendo dibujos animados en un televisor. El segundo prototipo tiene una mayor capacidad motriz y puede mantener conversaciones fluidas, a veces se comporta como una adolescente caprichosa. El prototipo final es casi perfecto, tanto en el aspecto externo como en su manera de interiorizar las emociones, lo hace como una mujer adulta. Los tres robots son distintas versiones de una misma persona que se reconocen entre sí como “hermanas”.

*La aceptación de la muerte

Esa parte es la más interesante de Archive. La interacción y el aprendizaje de las distintas IA harán aparecer sentimientos humanos con los que es difícil lidiar. El miedo, la aceptación de la muerte, el amor o la sensación de rechazo. El protagonista no es un héroe perfecto y a veces se comporta de manera poco sensible con sus creaciones, lo que les provoca insatisfacción, dolor o tristeza.

En paralelo a todo eso se incorpora un trama de intriga mucho menos interesante. Ahí la película se vuelve más dispersa y convencional, con la aparición de terceros personajes cuya única función es preparar el gran twist final. Algo que te pillará por sorpresa y que te dejará con la boca abierta, aunque es cierto que la idea no soportaría un análisis en profundidad sobre su coherencia interna dentro del relato. Eso sí, poder salir durante una secuencia del escenario del laboratorio y su entorno, permite al director marcarse un pequeño homenaje a la estética de Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

El Archive del título hace referencia a un dispositivo de inteligencia artificial que permite conservar el “alma” de un ser querido que ha fallecido para poder seguir interactuando con esa persona a través de llamadas de teléfono durante un tiempo limitado de 200 horas. Es un método que sirve para despedirse y afrontar el duelo en mejores condiciones. Esta parte del argumento tiene similitudes evidentes con el capítulo Be Right Back (Ahora mismo vuelvo) de la serie distópica Black Mirror escrita por Charlie Brooker.

*Conclusión

Archive es una fantástica muestra de ciencia-ficción adulta que, sin inventar nada nuevo, nunca resulta demasiado obvia. Sus influencias temáticas y estilísticas están bien integradas en un producto que se siente como algo nuevo. Esta producción británica está escrita y dirigida por el debutante Gavin Rothery, diseñador creativo de videojuegos, así como del concepto visual y efectos de la película Moon de su amigo Duncan Jones.

Pese a lo limitado de su presupuesto, visualmente es una maravilla que no tiene nada que envidiar a producciones mucho más costosas. Tanto los efectos especiales como la fotografía de Laurie Rose (High-Rise, Peaky Blinders) saben sacar partido a toda la belleza tecnológica en el interior de laboratorio, así como de los paisajes naturales nevados del exterior. También la banda sonora compuesta por Steven Price (Gravity, The Aeronauts) pone el tono justo entre lo épico e intimista. Archive es una obra importante dentro de la ciencia-ficción reciente que deberá ser reivindicada con el tiempo. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una película de este género.

Escrito por Daniel Farriol

La Ciencia Ficción quizá sea el género más arriesgado al que acercarse, por la cantidad de tópicos que suele acumular, entre el homenaje y la simple copia, requiere siempre realizadores con enorme talento, que de verdad sean capaces una visión propia y genuina.

A partir de su propio guión original, el realizador Gavin Rothery debuta con una historia ambientada en 2038, en la que la búsqueda de un comportamiento robótico que sea verdaderamente idéntico a lo humano, es el objetivo de un ingeniero científico torturado con la muerte de su esposa.

Portando un cuidado diseño de producción, Rothery equivoca tanto sus ideas sobre Inteligencia Artificial, como los complejos detalles emocionales, que se complican profundamente, en la relación del protagonista con las caprichosas máquinas, argumentos que desarrolla de manera torpe recurriendo a una serie de tópicos muy poco convincentes, los cuales no se esfuerza ni en disimular.

Si a esto añadimos un giro final catastrófico, que echa por tierra todo lo expuesto previamente, y un actor principal perdido en la propia inconsciencia de su realizador, solo nos queda salvar la localización nipona y helada de un escenario casi único, y unos más que interesantes efectos especiales, por mucho que estén al servicio de un producto tan baldío.

Finalmente, da la impresión que Rothery ha llegado tarde con 'Archive', el peso y la cercanía de otras obras superiores, como 'Ex-Machina' (2014), la alejan de una mayor consideración, y más aún, de formar parte de ese grupo de títulos exclusivos del género realmente recomendables.



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Bueno -- al grano: historia simple, con algún que otro lugar común. Si bien es cierto que orbita más hacia al sentimiento de la IA que hacia el tropo de la-chica-robot-se-rebela-contra-su-creador. No es un largo especialmente original, pero su acabado es de una solidez inapelable en lo técnico (esos decorados estilo MOON, por ejemplo) y hasta se guarda algún twist aceptable en la manga de corte brookeresco. No es un film destacable, pero su solidez es innegable en múltiples aspectos. En una palabra - competente.

Y es un debut, caray. No me extrañaría que la segunda peli de Rothery sea más redonda.

La película, hasta dos minutos antes del final, una delicia, un placer, una reivindicación absolutamente fantástica del cine de ciencia ficción sin presupuestos deslumbrantes. Todo rueda bien, todo gira sin problemas, todo se toma su tiempo, sin prisas. Y, además, las aparentes tramas paralelas dan el necesario relieve a una película que, sin ellas, podría parecer plana.

Pero, no me quiero alargar mucho mas, ese final convierte en absurdo todo lo anterior. Las tramas paralelas se transforman en un sinsentido y la película muta a la nada absoluta.

¿Hacía falta ese final? Claramente no. ¿Hacía falta sorprender? Claramente no. ¿Qué hacia falta? pues lo mismo de tantas y tantas veces, encontrar un final adecuado a una trama totalmente genial. Y, se ha vuelto a demostrar, eso no es sencillo y hay veces que hay quien prefiere no complicarse la vida y tirar por la borda todo el trabajo anterior.

Al final, la sensación que le queda a uno es la de 'tiraron por aquí porque no tenían ni idea de por donde tirar'.

Es tan imperdonable lo de este final chapucero que de un mas que probable diez se lleva un dos. Lo de este final es imperdonable.